Superliga

Millonarios derrotados

La cara visible de la malograda Superliga es Florentino Pérez, quien además de presidir el Real Madrid es el accionista mayoritario del grupo constructor ACS, una de las firmas españolas que está en el top mundial de construcción y concesiones.
sábado, 1 de mayo de 2021 · 22:43

MADRID (Proceso).­– El común denominador entre los 12 clubes más ricos de Europa que firmaron la malograda Superliga es que sus propietarios son jeques o magnates chinos, entre otros acaudalados capitanes empresariales que gestionan sus fortunas mediante fondos de inversión.

La cara visible de dicha iniciativa anunciada la madrugada del lunes 19 es Florentino Pérez, quien además de presidir el Real Madrid –considerado “el club más valioso del mundo” en el ranking de empresas deportivas de Forbes– es el accionista mayoritario del grupo constructor ACS, una de las firmas españolas que está en el top mundial de construcción y concesiones.

Entre 2003 y 2018, al amparo de los gobiernos de los expresidentes Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, sus 58 filiales mexicanas recibieron al menos 76 contratos públicos por un monto de 6 mil 766 millones de dólares, como documentó este semanario en junio de 2019 (Proceso 2225).

Aprovechando la fama internacional que le da ser presidente del Real Madrid, Pérez obtiene con frecuencia en España y en otros países, como México (con los gobiernos del PAN y del PRI), un trato favorable que le permite ampliar el dominio de su imperio económico.

Desde su posición de presidente del Real Madrid, es el anfitrión del imponente palco principal del estadio Santiago Bernabéu durante los partidos del club, donde se cierran infinidad de acuerdos multimillonarios para las empresas españolas. Es común ver en las fotografías del palco durante los partidos que tiene como invitados a miembros de la Casa Real española, a grandes empresarios, jueces, jerarcas de la Iglesia católica o a los políticos de los gobiernos en turno e invitados de gobiernos de otras naciones.

En junio de 2014 el escritor Luis García Montero escribía en la revista Tinta Libre: “Representa el espíritu negociante y orgulloso de la España contemporánea. No hace falta más que mirar el palco del estadio Bernabéu para comprender el argumento del gran teatro de nuestro mundo. (…) En la España contemporánea los palcos de los grandes equipos de futbol son los nuevos escenarios del apretón de manos. Como el Real Madrid es el equipo más grande, su palco ha sido el más sabroso”.

Pérez ha presidido el Real Madrid en dos periodos: de 2000 a 2006, etapa en la cual con millonarias contrataciones formó el equipo conocido como los Galácticos (Iker Casillas, Luis Figo, Zinedine Zidane, Ronaldo, Roberto Carlos y David Beckham).

Luego fue electo en 2009 y reelecto hasta 2025. En su regreso, cuando España sufría la peor crisis económica de su historia reciente, Pérez echó mano de la chequera y de préstamos bancarios para invertir 264 millones de euros en fichajes de jugadores –sólo por Cristiano Ronaldo pagó 96 millones– detonando reacciones de rechazo, como la José Luis Rodríguez Zapatero, entonces presidente del gobierno español, quien con cierto malestar considero que “todas esas cifras me parecen excesivas”.

Negocio con asilos

Con la red de protección que le dan los gobiernos en España, el grupo empresarial de Pérez incursionó hasta en la gestión de residencias de ancianos (bajo el nombre Clece Mayores), donde los empleados han denunciado la precariedad de salarios, servicios e insumos para atender a los pacientes, pese a los millonarios dividendos que obtuvo su sociedad.

Precisamente las residencias de ancianos en toda España fueron epicentro del golpe más brutal de la pandemia, con casi 30 mil muertes.

En mayo de 2020, Clece Mayores interpuso un recurso contencioso administrativo con la finalidad de exigir más recursos a las administraciones públicas municipales y autonómicas para “compensar los costos causados por el coronavirus en las residencias”.

Jeques, millonarios, fondos de inversión…

Otro de los involucrados en el impulso de la frustrada Superliga es el Manchester United, club adquirido en 2005 por la familia Glazer, que ostenta 75% de las acciones; el resto cotiza en la bolsa.

Joel Glazer es uno de los vicepresidentes de la Superliga y junto con su hermano Avram dirige el club. Parte de la fortuna de la familia proviene de sus negocios en la petrolera HRG –antes conocida como Zapata, fundada por el expresidente estadunidense George Bush–, en el mercado inmobiliario, hospitalario y en Harley-Davidson. 

Actualmente los Glazer son propietarios de los Bucaneros de Tampa Bay, además de destacaron entre los financiadores de la campaña de Donald Trump en 2016.

El rival Manchester City es propiedad de City Football Group, compañía propiedad de Abu Dhabi United Group, dirigido por Sheikh Mansour, miembro de la familia real del emirato. También poseen clubes en Melbourne y en Nueva York.

El Chelsea es propiedad de Roman Abramovich, el magnate ruso del petróleo que en la desintegración de la Unión Soviética compró la petrolera Sibneft, que luego vendió. La adquisición del club de la liga inglesa en 2003 es una de las operaciones más famosas y sobre la que más se ha escrito.

A su vez, el Liverpool es propiedad de Fenway Sport Group, sociedad que a principios del siglo adquirió la franquicia de béisbol de los Boston Red Sox. Es propiedad de John W. Henry, millonario que hizo fortuna con la gestión de activos en la Bolsa estadunidense.

El club Tottenham es propiedad de Enic Group, fondo de inversión encabezado por el británico Joe Lewis, que también posee otros clubes, como el Basilea y el Glasgow Rangers.

Por su parte, el Arsenal es propiedad de Stan Kroenke, un multimillonario estadunidense que también es dueño de los Denver Nuggets en la NBA, Los Angeles Rams en la NFL, los Colorado Avalanche en la NHL y los Colorado Rapids en la liga de futbol estadunidense.

En Italia, el AC Milán, uno de los grandes de Europa, fue el club propiedad del político Silvio Berlusconi desde finales de los ochenta hasta 2016. La proyección pública de este magnate lo lanzó a la política italiana, país que gobernó en tres periodos entre 1994 y 2011.

Hace cinco años Berlusconi vendió el club al empresario chino Li Yonghong, pero, por los impagos del préstamo con el que adquirió el equipo, éste pasó a manos del fondo prestamista Elliott Management, a través de un fondo de inversión propiedad del millonario estadunidense Paul Singer.

El club italiano más importante es el Juventus de Turín –donde milita Cristiano Ronaldo–, que cotiza en bolsa. El club está controlado en 64% por el monopolio holandés Exor NV, que es el vehículo inversor de la familia Agnelli; también poseen al fabricante de vehículos FIAT, la Escudería Ferrari, CNH Industrial y la revista The Economist. Andrea Agnelli es uno de los vicepresidentes de la Superliga.

El club italiano Inter de Milán es propiedad de Suning Holding, el vehículo del multimillonario chino Zhang Jondong, propietario de Sunning.com, uno de los mayores portales de comercio electrónico en China.

Por su parte, los españoles Real Madrid y Barcelona están adscritos a una figura societaria donde los socios son los propietarios. Sin embargo, los presidentes suelen tener como rasgo particular que tienen importantes patrimonios, de ahí que el club catalán eligió recientemente a Joan Laporta y el Real Madrid ha prolongado el mandato de Pérez.

En su caso, el Atlético de Madrid tuvo como accionista mayoritaria a la familia Gil Marín, herederos del polémico presidente Jesús Gil. El segundo accionista, con cerca de una tercera parte, es Idan Ofer, un multimillonario israelí que adquirió la participación accionaria de la empresa china Wanda –que dio el nombre al nuevo estadio del club–. Ofer es el heredero de un imperio naviero e industrial en su país.

Reportaje publicado el 25 de abril en la edición 2321 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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