Revista Proceso

Banda de mujeres mixes de Tlahuitoltepec, a la Guelaguetza virtual

Medio centenar de integrantes oaxaqueñas de la Banda Femenil Regional Mujeres del Viento Florido, dirigidas por la clarinetista mixe Leticia Gallardo, estuvo presente en la Guelaguetza 2021.
sábado, 24 de julio de 2021 · 15:57

El cantautor Chava Flores sentenciaba que sólo debe hablar de México quien lo quiere. Es el caso del medio centenar de integrantes oaxaqueñas de la Banda Femenil Regional Mujeres del Viento Florido, dirigidas por la clarinetista mixe Leticia Gallardo, llevaron su vasto repertorio musical a la Guelaguetza 2021 con la vocalista Alejandra Robles Suástegui, La morena. Por su parte, el famoso rapero indígena César Antúnez, cuyo nombre artístico es Mixe Represent, acaba de sacar en lengua ayuujk o mixe su más reciente video, defendiendo el maíz nativo.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Con voz clara y simpatía, la directora de la oaxaqueña Banda Femenil Regional Mujeres del Viento Florido, Leticia Gallardo Martínez, habla la lengua ayuujk de sus ancestros en la sierra de Santa María Tlahuitoltepec, donde nació el 7 de junio de 1976. 

“Mi primera lengua es el mixe o ayuujk que yo la hablo, la escribo, la leo, la chiflo, la canto y la toco”, sostiene desde su terruño telefónicamente la maestra Lety, como le llaman sus alumnas en el poblado.

“Nuestra cultura musical sigue viva, ya llevo 30 años en la música y mi instrumento es el clarinete. Desde chiquita, cuando tenía ocho años, asistía a clases de música en el Centro de Capacitación Musical (Cecam) acá en Santa María Tlahuitoltepec con percusiones, y posteriormente a los 14 estudié solfeo y a los 15 aprendí las primeras notas musicales en el clarinete.”

Se trata de un instrumento fundamental para las bandas de Oaxaca, afirma:

“Estuve en bandas como las del Cecam, la municipal que es la que representa a la comunidad, y otras agrupaciones, así me he mantenido en la música tocando obras de diferentes regiones de Oaxaca. A lo largo de 13 años hemos viajado con esta banda por la República mexicana.”

El Cecam se estableció en 1977 y ha sido fuente de varias generaciones de ejecutantes y compositoras.

“En los años ochenta yo asistí a mis primeras clases de música, y ya en los noventa nos integramos en bandas tradicionales comunitarias que en gran parte de Oaxaca están muy presentes. A partir de 2009 y a raíz de iniciativa de mujeres, niñas y padres de familia se creó Mujeres del Viento Florido, una banda femenil de diferentes edades que se ha ido abriendo al reconocimiento en el sentido de que también las mujeres dentro de nuestras comunidades indígenas podemos ser músicos, directores y generar espacios culturales.”

El domingo 18 de julio actuarán en La Guelaguetza 2021 de manera virtual, con la cantante afromexicana de música tradicional, compositora, productora y bailarina Alejandra Robles Suástegui (Puerto Escondido, 1978). El concierto lo transmitirá Canal 22 el 24 de julio a las 13:30 y a las 15:30 horas.

–Mujeres del Viento Florido acompañó a Mon Laferte en su video Se va la vida, a finales del año pasado. ¿Cómo colaboraron?

–Son las bondades que nos da la vida y que nos da la música. Conocer a artistas como Mon, o como la maestra Lila Downs, con quien también hemos compartido el arte de nuestra tierra. Se trata de experiencias que inspiran. 

“Estando tan lejos nuestra comunidad es casi imposible llegar a pensar en conocer a estas artistas famosas que generalmente se mueven en las grandes ciudades, los grandes escenarios y los grandes auditorios. Mon se trasladó a nuestra comunidad, convivimos con ella, platicó con las compañeras para contarnos cómo ha venido creciendo como artista. Y eso a nuestras compañeras y a todas nos fortalece, nos hace sentir que los trabajos que estamos realizando no son en vano, que en su momento van a trascender y serán una fuente de inspiración para otras mujeres.”

Apoyo presidencial

La banda está conformada regularmente por 40 indígenas de diferentes comunidades de la sierra mixe de Oaxaca, si bien a veces se unen asimismo compañeras zapotecas, mixtecas y otras del Istmo de Tehuantepec. 

–¿Cómo funciona la orquesta?

–Todo este colectivo es independiente, ha ido creciendo poco a poco porque es muy difícil conjuntar la organización, la logística y las condiciones de la banda, pues como hay cada vez más mujeres ello implica más necesidades. Tratamos de hacer rendir al máximo los pocos recursos que tenemos, muchos los conseguimos en nuestras presentaciones, ¡qué más quisiera invitar a más de 50 muchachas, pero no tenemos la capacidad económica ni de espacios para solventar todos los gastos, transportes, etcétera!

–¿Cómo salen adelante ahora que no hay conciertos abiertos?

–Pues esta parte de lo comunitario tiene sus ventajas en el sentido de que nos hemos formado en este ámbito colectivo y, por lo tanto, tenemos esta esencia de compartir, de dar y de recibir. En la música lo estamos haciendo pues así nos han educado nuestros padres, nuestros abuelos, aquí gran parte de la vida es colaborar y dar tequio…

“Bueno, nos dan apoyo personas independientes con gratificaciones, transporte, comida y durante las presentaciones, así poco a poco vamos generando nuestras partituras. Por otro lado, el año pasado fuimos beneficiarias de instrumentos musicales que nos resolvieron una parte importante de las necesidades de la banda, fue un apoyo que debemos reconocer a la presidencia de López Obrador. Durante años anduvimos tocando puertas y solicitando estos instrumentos hasta que atendió nuestro llamado la Secretaría de Cultura y la Presidencia, así nos sentimos algo aliviadas pues ahora puedo ofrecer otros espacios también para más compañeras.”

De origen campesino, la maestra Lety Gallardo no tuvo antecedentes musicales en su familia. En 2013 la banda grabó su disco en honor a compositores regionales y su álbum doble Mujeres incluye temas compuestos por ellas. La cultura mixe ha llamado la atención de profesionistas difusoras como Mónica Frías y Patricia Cabrera P., de la Agencia Verbigracia.

“La mayoría del repertorio de las bandas –sigue Lety– era interpretada generalmente por hombres, y la participación de las mujeres, limitada. Hoy en día con las bandas femeniles poco a poco se van rompiendo esquemas y nos vamos adentrando a la participación activa de las mujeres dentro de la música tradicional. Justo este último disco es una evidencia de que las  mujeres también pueden crear música y componer. En un segundo disco hicimos un homenaje a los compositores tradicionales de los muchísimos que hay en el estado de Oaxaca, pero que muchas de las veces no se les valora su trabajo, pues como le decía, estamos tan formados a nivel comunitario que gran parte de estas piezas ellos nos las dan de corazón y las bandas acá las interpretan. Es música bonita que merece ser escuchada en otros territorios. 

“Y en cuanto a videos, afortunadamente son varios por esta pandemia que nos dejó ahora en casa, pues hemos podido aprender acerca de las plataformas y creamos nuestras páginas de Facebook, de Instagram, de Twitter y de YouTube, en donde vamos generando contenidos para ir acompañando a las familias desde esta condición virtual, ¿verdá?”

–¿Qué piensa como mujer de los 500 años de la Conquista de México?

–Yo estoy agradecida por todos nuestros antepasados quienes, en su momento, sufrieron todo tipo de lágrimas, desde discriminación o que se les prohibiera creer en su religión, hablar su lengua; que les dijeran que las prácticas y vivencias que ellos tenían no eran verdaderas, nos provocaron la desaparición de ritos y nos obligaban a dejar la medicina herbolaria. Hubo muchas cosas que nos dijeron que estaban mal, y a pesar de todo hubo la resistencia, de parte de las abuelas, de los abuelos, de toda la gente y las guerreras indígenas que estuvieron en su momento viviendo esto.

“Desgraciadamente sigue habiendo discriminación, esta negación. Incluso hay grupos regionales a los cuales no se les da ni siquiera el reconocimiento como tal dentro del estado, para que podamos ejercer nuestros derechos. Todavía falta mucho que hacer. Por eso desde esta parte vamos a seguir el ejemplo que nuestros abuelos mixes nos dejaron, esa parte de no perder nuestra lengua, nuestra cosmovisión, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, y seguir inculcándoles a nuestros hijos el respeto por nuestra música. Creo que esta es la mejor forma de resistir.”

Doña Leticia Gallardo Martínez culmina:

“Como mujer siento también que es el momento de decir y participar, por muchos años estuvimos cumpliendo otros roles, pero hoy día necesitamos ser parte activa de esta sociedad. Es claro que la familia es la base, pero las mujeres debemos trascender más allá, en la música, la cultura, el saber.”   

Reportaje publicado el 18 de julio en la edición 2333 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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