Eric Manheimer

"New Amsterdam" El libro de Manheimer que inspiró la serie televisiva

Está por aparecer en México, bajo el sello del Fondo de Cultura Económica, el volumen que dio lugar a ese fenómeno de nuestro tiempo llamado series de tv, que ha venido a desplazar a las telenovelas.
domingo, 8 de agosto de 2021 · 12:50

Está por aparecer en México, bajo el sello del Fondo de Cultura Económica, el volumen que dio lugar a ese fenómeno de nuestro tiempo llamado series de tv, que ha venido a desplazar a las telenovelas. Se trata de la exitosa New Amsterdam, que lleva dos temporadas en nuestro país, y ya existe la expectación por conocer la tercera, mientras la cuarta se rueda en Brooklyn, Nueva York. En esa ciudad trabajó durante 15 años el doctor Eric Manheimer, cuyas experiencias fueron recogidas en el libro Doce pacientes: vida y muerte en el Hospital Bellevue, del cual habla para Proceso, para concluir que el único camino de la post-pandemia es el refuerzo de la salud pública por las autoridades.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Entusiasma al médico estadunidense Eric Manheimer que su libro Doce pacientes: vida y muerte en el Hospital Bellevue, que inspiró la exitosa serie televisiva New Amsterdam, aparezca en español publicado por el Fondo de Cultura Económica (FCE).

Y es en la librería y centro cultural Rosario Castellanos de esa casa editorial, en la colonia Condesa de la Ciudad de México, donde el actual profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York resalta en entrevista con Proceso que México ha influido mucho en su vida.

Tanto así que su esposa es mexicana, posee una casa en Tepoztlán, Morelos, y en Nueva York, donde hay 1 millón de mexicanos, algunos fueron sus pacientes. Suma:

“Creo que el libro le aportará mucho a los mexicanos porque ellos, los latinoamericanos en general, forman parte de estas historias noveladas.”

Y sin embargo, al exdirector del Centro Hospitalario Bellevue, la clínica pública más antigua de Estados Unidos (1736) –y la más grande–, no le interesa el prestigio que ha adquirido:

“Evito ese sentimiento… ¡La fama viene y se va!”

El FCE sacará al mercado Doce pacientes… a finales de este mes o a principios de septiembre. El volumen ofrece un contexto de la situación actual en Estados Unidos, particularmente en torno a la migración, la violencia y las drogas. En buena medida se trata de un retrato de la situación de su sistema de salud, enfocado a visibilizar los obstáculos que enfrentan la medicina y la psicología.

En la obra se dibuja la historia de 12 pacientes a quienes Manheimer (NY. 1949) atendió, y los conflictos que la sociedad marginada en Estados Unidos padece actualmente. Además, el médico ofrece alternativas para mejorar la calidad de vida de esos pacientes. Y llama la atención que él, quien hacia 2008 fue diagnosticado con cáncer de garganta cuando estaba al frente del Bellevue, se incluye como un paciente más en el libro, al cual dedica una parte para narrar la dificultad de soportar las quimioterapias y el enorme cambio que esto implica en la vida diaria de las personas.

En la cafetería de lo que fuera el antiguo cine Bella Época, argumenta:

“No era mi propósito escribir sobre mi enfermedad. Fue una experiencia muy dura durante dos años de mi vida, con muchos efectos secundarios en mi familia y amigos. Mi editor me expresó que debía escribir un capítulo de eso, aunque no lo usáramos. Estaba aquí en México con mi esposa recuperándome, y en dos semanas escribí ese capítulo, como una forma de exorcismo.

“No me pongo como una víctima, más bien esa situación me hizo explorar profundamente el mundo de los pacientes con una enfermedad difícil y dura. Perdí mucho peso, necesité un tubo para alimentarme y paré de trabajar como ocho meses.”

Otro caso que se cuenta en la obra es el de la adolescente Tanisha, quien fue abandonada por su madre desde que era pequeña, nunca tuvo la oportunidad de asistir al colegio, y gran parte de su infancia la pasó tratando de sobrevivir en hogares temporales, siendo constantemente maltratada e incluso abusada. Harta de su situación hizo todo lo posible por ser colocada en el Centro Hospitalario Bellevue, donde se le diagnosticó depresión.

Doce pacientes… cautivó al destacado escritor y productor de televisión estadunidense David Schulner (Amas de casa desesperadas) y creó el drama médico New Amsterdam, interpretado por el actor, músico y cantante Ryan Eggold (Lakewood, California, 1984). La primera temporada se estrenó en la cadena televisiva de Estados Unidos NBC en septiembre de 2018, cuya cuarta parte se filma en este momento. Es un hecho que se realizará ya la quinta.

En la serie Eric Manheimer forma parte del equipo como productor y guionista.

Ardua labor de escritura.

Para el escritor, “el libro es conocido porque el Hospital Bellevue es muy popular, ahí se entrenan miles de médicos y el lugar es muy respetado. Y como se encuentra cerca del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, llegan ahí innumerables personas de Latinoamérica, Europa y África”, y como es un sanatorio público, el paciente de escasos recursos que entra no paga:

“En un sentido representa la mejor parte del sistema de salud de Estados Unidos, pero sí es un problema en Estados Unidos que quien tiene dinero puede obtener la mejor medicina, la mejor asistencia y seguro médico.”

Investigador de la salud en Haití y Pakistán, así como en los terrenos de la antropología médica, la historia y la literatura de América Latina, Manheimer despliega que estuvo manejando el nosocomio Bellevue de 1997 a 2012 y escribía las historias de sus pacientes en diarios:

“Después de 10 años decidí crear una memoria de los pacientes y temas más importantes, como la migración y todos los problemas secundarios, conflictos mentales, las drogas y la obesidad, en fin. Entonces organicé en mi mente 12 diferentes tópicos.

“Busqué a los pacientes con los que tuve una relación especial, de los cuales conocí a la familia, y por la nación de la que provenían, como Tanisha, una chica que ha pasado por la violencia y la marginación. Contaba con 15 años y era muy inteligente. Le ofrecí toda mi confianza porque ella tenía relaciones muy complicadas con los varones.”

Con más de 40 años de carrera en la medicina, rememora que escribía todos los días de las cuatro a las ocho de la mañana y después se iba a trabajar:

“Fue muy duro en ese sentido porque mi contrato sólo me daba un año para trabajar el volumen, pero estoy muy satisfecho. Valió la pena.”

De cómo le llegó la propuesta de que su libro fuera la base de una serie televisiva, declara sonriente:

“Me encontraba con mi esposa en París, escribiendo cosas diferentes, y una noche me llamó mi agente editorial para decirme que a la NBC le interesaba comprar Doce pacientes… para una serie. Debo decir que otras televisoras igual lo querían. Me entrevisté con varios de sus representantes, pero escogí a la NBC porque nos entendimos muy bien”.

En la trama para la pantalla chica, el Hospital Bellevue se llama New Amsterdam, manejado por el doctor Max Goodwin (Eggold), quien toma decisiones radicales para mejorar, con el poco financiamiento del lugar, la atención de los enfermos que llegan ahí, personas infectadas por el ébola, presidiarios e incluso el presidente de Estados Unidos. Pero Max padece cáncer y lo mantiene en secreto para sacar adelante a la clínica.

En las dos primeras temporadas, las cuales se pueden ver en Netflix desde febrero pasado, intervienen Freema Agyeman como la doctora Helen Sharpe, Janet Montgomery como la doctora Lauren Bloom, Jocko Sims como el doctor Floyd Reynolds, Anupam Kher como el doctor Vijay Kapoor y Tyler Labine como el doctor Ignatius Iggy Frome.

La tercera fase aún no llega a México, NBC la proyectó en marzo del año en curso únicamente en Estados Unidos. Y Netflix no ha anunciado si la exhibirá. Varias publicaciones mencionan que será Amazon Prime Video la cual la mostrará en septiembre próximo. Por lo pronto, en el país ya existe mucha expectativa con la tercera temporada, porque Schulner reveló a TVLine que uno de los personajes contrae covid-19.

Manheimer informa que la cuarta parte se rueda en Brooklyn, Nueva York:

“Voy a esa ciudad dos o tres veces cada semana con el director y los actores. Es un equipo de 150 personas. Se trata de una producción grande, y de verdad se difunde el conocimiento médico. Todos los actores son muy buenas personas, muy profesionales y con mucha humanidad.”

El mundo de los enfermos

Miembro asimismo de la Escuela de Medicina de Dartmouth y la Clínica Hitchcock, rememora que su papá también fue médico por más de 50 años e iba con él a visitar pacientes. Se animó a estudiar medicina en un barrio de Brooklyn, y siempre le atrajo el mundo de los enfermos, como su educación, raza, forma de vivir, ingresos económicos, la familia y los conflictos de su entorno…

Le interesó mucho trabajar en Haití y Pakistán por aprendizaje:

“En esos dos países estuve un año en cada uno y fue una instrucción fuerte, por la pobreza y las complicadas enfermedades, y es impactante laborar en otra cultura y otro idioma.”

Sin dudarlo confiesa un grato recuerdo de sus años en el nosocomio Bellevue, porque es un espejo de todo el mundo por la gran cantidad de gente de muchas naciones que asisten.

Menheimer –tranquilo, sencillo y amable– viste un saco oscuro, el cual lo hace parecer más delgado.

–Usted denuncia en su libro lo que enfrenta un hospital público en Estados Unidos. ¿La pandemia cambiará la dirección de los gobiernos con respeto a la salud o no pasará nada?

–Es complicada la respuesta. Creo que el coronavirus ha afectado a todos, a los ricos y a los pobres, obviamente más a la gente de escasos recursos. Sin embargo, la pandemia no es sólo el covid-19, también lo es la falta de alimentación, la migración por la sequía en América Central, la injusticia, en fin. Yo creo que debemos aprender a analizar las causas de todos los problemas que nos aquejan para salir adelante.

–Los gobiernos habían desatendido mucho la salud y la ciencia, ¿qué opina?

–Espero que el SARS-CoV-2 incite a reflexionar a los líderes de los países sobre que necesitamos de prevención y de tratamiento. Esta enfermedad ya era conocida desde hace 20 años. Hubo mini-pandemias de covid-19 en  2003 y en 2011. La de 2003 fue tremenda en Toronto, Canadá; China y otros lugares, pero médicos y científicos la lograron controlar.

“Hubo otra en Medio Oriente de camellos que contagiaron a personas. El 60% de las infecciones en los humanos se inician en los animales. Ahora la humanidad posee un contacto muy cerca con los animales y existe la crisis climática, y todo afecta. Además, no hay fe en los científicos de parte de los medios de información, y las noticias falsas han predominado.

–En el libro se destaca a la psicología.

–Los problemas mentales son un punto clave. En Estados Unidos no contamos con un sistema para tratamiento de los problemas mentales de los pacientes; sin embargo, hay más cárceles que son un negocio. Es una falta de habilidad para imaginar lo mejor para los ciudadanos.

Cuando se hallaba en el Bellevue, atendió a los presos de Rikers Island, y constata que sus dolencias físicas se debían a sus vivencias espantosas.

–¿Es verdad que tras el covid-19 viene una pandemia de enfermedades mentales?

–Sí, será muy difícil. No estamos preparados para identificar el tipo de traumas mentales que habrá. La gente más afectada es la que no posee recursos, no gozan de un seguro médico, así que va a sufrir muchísimo debido a la pérdida de sus familiares. Las autoridades deben reforzar la salud pública, no sólo invertir en más hospitales, sino en la preparación de médicos, psicólogos, en fin. Se podrían formar equipos que puedan tratar pacientes en sus propias comunidades, no necesariamente que sea en un gran hospital que cuesta millones de dólares.

No cree que el covid-19 llegó para quedarse, “se irá mientras se vacunen todos y exista prevención”.

En tanto, admite que la escritura igual es su pasión:

“Tengo diarios que he escrito desde hace años con más temas de medicina, aunque me interesan mucho la antropología y la sociología. Tuve que ampliar muchísimo mi punto de vista en medicina, no solamente basado en las enseñanzas de la facultad de medicina, no es suficiente funcionar nada más como médico, uno debe entrar al mundo del paciente.”

Termina al informar que ya escribe otro libro.

“Me baso más o menos en los mismos tópicos, aunque me centro en la causa de las causas además del tratamiento. Exploro más a fondo a los pacientes. Veo detalladamente cuál es la causa de sus enfermedades. Es para llamar a las cosas por su propio nombre.”   

Reportaje publicado el 1 de agosto en la edición 2335 de la revista Proceso cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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