Cultura

ENAH: Su carácter social no la salva del rezago

Otrora una de las más reconocidas escuelas, semillero de grandes y reconocidos especialistas, la Escuela Nacional de Antropología e Historia adolece de un abandono sistemático en su infraestructura y de antiguos problemas laborales que estallan año tras año sin que se les haya dado solución real.
jueves, 20 de enero de 2022 · 16:06

De raigambre solidaria desde sus inicios, hace ya muchos años que la institución educativa ha sido golpeada por la indolencia presupuestal hacia el INAH, del cual depende; al director de éste, Diego Prieto, la Asamblea General de la ENAH lo acusa de incapacidad para negociar mejores condiciones y le exige su renuncia por considerar que aplica una política neoliberal que pone al plantel al borde de la inoperancia, incluso afectando su infraestructura.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Otrora una de las más reconocidas escuelas, semillero de grandes y reconocidos especialistas, la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) adolece de un abandono sistemático en su infraestructura y de antiguos problemas laborales que estallan año tras año sin que hasta hoy se les haya dado solución real.

A cinco años de haber tomado el cargo de director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (al cual está adscrita la escuela), el antropólogo Diego Prieto Hernández ha sido “incapaz” de negociar con las secretarías de Cultura y de Hacienda y Crédito Público, mejores presupuestos y condiciones, y ni siquiera ha cambiado el rumbo de una política transexenal, por lo cual la Asamblea General (AG) de la ENAH exige su destitución.

Precisamente la AG considera que la de Prieto Hernández es una política neoliberal que ha puesto al borde de la inoperancia a la institución educativa, cuya historia se remonta a 1938 y que fue modelo en América Latina. Por sus aulas han pasado alumnos y profesores de la talla de Lourdes Arizpe, Beatriz Barba Ahuatzin, Armando Bartra, Guillermo Bonfil Batalla, Pedro Bosch Gimpera, Antonio García de León, Eduardo Matos Moctezuma, Margarita Nolasco, Victoria Novelo, Lina Odena Güemes, Ángel Palerm, Román Piña Chan, Alberto Ruz Lhuillier, Rodolfo Stavenhagen y Arturo Warman.

Integrada por estudiantes, profesores y trabajadores, la AG ha realizado varias protestas, entre ellas la del pasado 5 de enero frente a las oficinas centrales del INAH en la Zona Rosa, luego de enterarse, mediante un oficio firmado por Pedro Velázquez Beltrán, secretario administrativo del instituto, que los trabajadores eventuales ya no serían contratados a partir del 1 de enero de este 2022, lo cual incluye a 350 profesores contratados por hora-semana-mes (HSM).

El miércoles 12 de enero, al tiempo que se desarrollaba la conferencia mañanera (con el secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández), integrantes de la asamblea realizaron un cacerolazo afuera de Palacio Nacional y entregaron una carta dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador. En ella solicitaron presupuesto suficiente y etiquetado para que la ENAH opere dignamente; contratación definitiva de los trabajadores eventuales (dado que la precariedad que enfrentan es contraria al discurso de su gobierno); basificación y nuevas plazas a los profesores de asignatura; un nuevo organigrama estructural para la escuela, reconocido por la Hacienda (SHCP); y la instalación inmediata de mesas de trabajo, entre otros puntos. E incluyeron en sus peticiones a las escuelas de Antropología e Historia del Norte de México (EAHNM) y la de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM).

En entrevistas telefónicas por separado, Carlos Barajas, consejero de organización del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Secretaría de Cultura (Sinitsec); José Alfredo Flores, profesor de asignatura de la ENAH; José Juan Zamora, estudiante del último semestre de Antropología Social; y la antropóloga Aída Castilleja, secretaria técnica del INAH (ver recuadro), coinciden en que los problemas de la escuela y del propio instituto son de vieja data: No hay presupuesto que alcance y ahora la política de austeridad del actual gobierno ahonda en los rezagos; es necesario resolverlos porque impactan no sólo en las condiciones de vida de los profesores, también en la calidad de la educación.

Fuera de la ley

Barajas, si bien no trabaja en el Instituto de Antropología, asegura que conoce la situación de los trabajadores de la ENAH, del INAH y de sus otras dos escuelas, así como del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) –que es similar– y de la propia SC, porque el Sinitsec tiene agremiados en esas instituciones. El representante sindical pone el acento en la irregularidad que desde hace décadas se ha permitido con ese tipo de contrataciones “totalmente fuera de la ley”, que también se dan en otras instancias, como la UNAM y varias universidades, o en la agencia de noticias Notimex.

Ya desde la época del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), ahora SC, se comenzó a contratar personal eventual mediante el llamado capítulo 1000, que se refiere a los trabajadadores por honorarios, pero con la promesa de que recibir un sueldo mejor; muchos trabajadores fueron cambiados tiempo después al capítulo 3000, donde se les considera meramente “prestadores de servicios” (una suerte de free lancer), sin acceso a prestaciones sociales de ley, aunque sujetos a cumplir horarios, acudir a un lugar de trabajo y a cumplir las órdenes de un jefe.

En el caso de la ENAH están además los profesores por asignatura, a quienes se les paga por HSM, según las materias que imparten. Algunas de ellas son optativas, y si no hay quien se inscriba no son contratados. Incluso, denuncia Barajas, “se ha metido mano” en este asunto de tal forma que si los alumnos quieren inscribirse a una de esas clases ésta aparece como sin cupo, pero al maestro se le dice que no hubo inscripción, que el curso se cancela y que por tanto no se le contrata.

Lamenta que cada año ocurra lo mismo, y dice que ahora con la política de austeridad republicana es peor porque no se está contratando personal nuevo y cada recontratación eventual debe justificarse, no sólo en las escuelas, sino en todas las dependencias, cuando es evidente que sin los eventuales muchas dependencias no funcionarían.

Recuerda que hace más de dos años, en 2019, se establecieron mesas de trabajo y se presentó a Prieto un proyecto de basificación para profesores de asignatura. Las autoridades esgrimieron que Hacienda no permitía crear plazas, pero ofrecieron que las solicitarían:

“Explicamos que no se trataba de creación de plazas, porque ellos ya las están ocupando. De hecho, las Condiciones Generales de Trabajo impiden que un trabajador sea contratado de manera eventual, y cuando cumple sei meses y un día de labor, le corresponde la titularidad de la plaza. Sin embargo, lo que han estado haciendo es recontratarlos por periodos de tres meses.”

Apoyo de la ENAH al EZLN. Foto: Alejandro Saldívar

Disparidades

Luego de que el pasado 2 de enero el director de la ENAH, Hilario Topete, denunció la pretensión de las autoridades del INAH de dejar de contratar al personal eventual, entre ellos 350 profesores de asignatura, el vocero de la Presidencia de la República, Jesús Ramírez Cuevas, afirmó en su cuenta de Twitter que sí serían recontratados.

Para el profesor José Alfredo Flores no está claro cuándo firmarán el contrato. Se les dijo que tendrían noticias en la última semana de enero o antes del 2 de febrero, y están a la espera. Además de la renovación del contrato, algunos trabajadores tienen salarios sin cubrir del año 2021. En suma, “no hay garantía de solución… una cosa es lo que dice el director y otra la realidad”.

Están esperando que se haga pública la planta docente para saber con certeza cuántos profesores son y cuántos de ellos serán contratados. La cifra de 350 dada por Topete es variable: algunos hablan de 320 para los del rubro HSM. Y se mencionan 60 eventuales contratados cada tres meses, que laboran principalmente en áreas administrativas y de operación académica. En el caso de los primeros, ya hubo un recorte de más de 100 en años anteriores.

Según sus datos, los profesores de asignatura ganan menos de 700 pesos a la quincena, dependiendo de varios factores, como el grado académico (absurdamente, dice, hay quienes imparten en posgrado y reciben menos que en licenciatura) o el número de horas de clase; algunos por dos horas no obtienen más de 350 pesos quincenales, sin contar que el reglamento de la escuela prohíbe a un maestro dar más de tres clases. Es obvio que deben buscar otras actividades o clases en otras escuelas para subsistir. Los profesores de tiempo completo cuentan con plaza, pero son los menos, apenas unos 80 o 90, y ganan entre 20 mil y 55 mil pesos al mes, “no hay paridad”.

En su caso, cuenta que da clases en la ENAH desde 2012, es egresado de la licenciatura en Arqueología y cuenta con doctorado. Da clases de Geografía Humana, Teorías Antropológicas y Teoría Arqueológica. Considera que lo justo es que se les reconozca su antigüedad (derechos que han generado a lo largo de los años), pues “no puede ser que en los hechos se nos niegue la calidad de trabajador del INAH, cuando realizamos tareas sustantivas”.

Foto: Montserrat López

Gotas de agua

Miembro de la AG, Zamora explica que la incertidumbre laboral en la ENAH afecta a los estudiantes (que son alrededor de 3 mil) pues la mayoría de los trabajadores está bajo el esquema eventual, incluyendo áreas administrativas, de servicios escolares o titulación y subdirección de recursos humanos. Si no se renuevan sus contratos no habrá quien realice su quehacer y la actividad se verá paralizada.

Y aunque existe un Banco de Horas (presupuesto destinado al pago de los profesores de HSM), y dada la situación, a los trabajadores eventuales incluso se les ha llegado a cubrir su sueldo con ese fondo y de ahí también se han tomado recursos para subsanar otros problemas. Así, la estructura administrativa con la cual opera la ENAH no está reconocida por Hacienda, y la aceptada tiene más de 20 años, aunque se han creado licenciaturas y posgrados, y por ello nuevos departamentos para su operación:

“Al no tener la estructura actualizada tienen que tomar dinero de ese Banco de Horas para pagarle a ese personal. Eso nos ha metido en un problemón porque incluso ha habido recortes de materias tanto optativas como obligatorias y eso ha dificultado la operación de la propia escuela”.

Los integrantes del plantel concuerdan en que la falta presupuestal en el INAH ha afectado también la infraestructura: Hace más de 10 años se comenzó a construir una torre de investigación y quedó en obra negra, lo mismo ocurrió con el proyecto de una cafetería y con el plan para intervenir en 2020 edificios afectados por los sismos.

Aunque la precarización del instituto lleva ya varios sexenios, se les pregunta acerca de las posibles similitudes con la situación actual del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), que ha tenido recortes y fue señalado como neoliberal por el propio presidente, la directora del Conacyt Elena Álvarez-Buylla y su director José Antonio Romero Tellaeche. Uno de sus investigadores, el historiador Jean Meyer, se ha solidarizado en las marchas con la ENAH.

Hay coincidencia en que López Obrador no podría hacer un señalamiento igual para la ENAH, pues su historia y perfil han sido eminentemente sociales, con lo cual ha contribuido al conocimiento de las comunidades indígenas, rurales, las lenguas originarias, por mencionar sólo unos aspectos del país. Flores destaca que realmente esperaban que con el nuevo gobierno la política neoliberal de los sexenios anteriores hacia el INAH cambiara, pero no fue así, siguen los recortes y la precarización.

Zamora enfatiza que la ENAH ha apoyado diversas causas sociales y recuerda que incluso fue albergue para recibir la caravana del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 2001, a la policía comunitaria de Guerrero y a integrantes del pueblo de Cherán, Michoacán.

Y lamenta que nada haya cambiado hasta hoy. En su análisis del presupuesto, indica que pese a que se anuncian 4 mil 11 millones para el INAH en 2022, en términos reales, “quitando la inflación”, será mucho menos, y otra vez la ENAH no recibirá más que “unas gotas de agua”.  

Reportaje publicado en el número 2359 de la edición impresa de Proceso, en circulación desde el 16 de enero de 2022.

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