Guerra en Ucrania

Desinformación en redes sociales: La guerra de TikTok

Las redes sociales están inundadas con duras imágenes de la guerra en Ucrania: bombardeos sobre ciudades, derribo de aviones de combate, llegada de paracaidistas, el despliegue masivo de la aviación rusa… el problema es que la mayoría de esos "testimonios" son falsos.
viernes, 11 de marzo de 2022 · 19:15

Junto con los inocentes videos que el soldado Alex Hook ha popularizado en TikTok –en los que le muestra a su hija que sigue vivo–, las redes sociales están inundadas con duras imágenes de la guerra en Ucrania: bombardeos sobre ciudades, derribo de aviones de combate, llegada de paracaidistas, el despliegue masivo de la aviación rusa… el problema es que la mayoría de esos “testimonios” son falsos. Se trata de la “guerra de la desinformación”.

Madrid (Proceso).– Innumerables videos e imágenes del ataque militar de Rusia a Ucrania inundan las redes sociales, destacadamente en TikTok. Se encuentran testimonios descorazonadores de los ucranianos que han abandonado su país para huir de la guerra o del miedo con que viven quienes se quedan, de la resistencia de algunos interceptando los blindados rusos en las calles. No son pocos los videos que captan el horror de los bombardeos.

Los videos que el soldado Alex Hook envía desde su cuenta de TikTok (@alexhook2303), para mostrarle a su hija que sigue vivo, con sus compañeros en pleno despliegue militar, acompañados de música y baile, han tenido más de 3 millones de seguidores.

Sin embargo, en esa y otras redes sociales también hay un bombardeo de videos y noticias falsas o sacadas de contexto, pretendiendo vincularlos con este conflicto. Muchos de ellos no corresponden a la actualidad ni están grabados en Ucrania.

A esto se suma la propaganda del gobierno ruso, la del ucraniano que encabeza Volodímir Zelensky y la de los líderes de las potencias occidentales, que buscan ganar el relato de la guerra en el ajedrez geopolítico.

Si la operación “Tormenta del Desierto” en Irak, en 1991, fue una invasión transmitida en vivo por CNN, la de Ucrania es la guerra de Tik-Tok, la red social china que está jugando un papel protagónico en la difusión de videos reales y también los que contribuyen a la intoxicación con informaciones falsas o descontextualizadas. Lo mismo sucede en redes como Twitter, Instagram, Telegram, Facebook y en la plataforma Twitch.

“El cruce de acciones de propaganda con acciones de desinformación es lo que determina la realidad de los conflictos modernos. Importa más la percepción que la realidad”, sostiene en entrevista Félix Arteaga, investigador principal en Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano. 

Las redes sociales y medios de comunicación contribuyen a la difusión de muchos de estos bulos, con una distribución que se hace viral en poco tiempo.

A partir de los primeros movimientos militares rusos, la madrugada del 24 de febrero, los verificadores del International Fact-Checking Network (IFCN, una alianza de entidades y medios dedicados a combatir la desinformación) identificaron 150 bulos en las primeras 24 horas. Las siguientes 24 horas, el 25 de febrero, ya superaban los 200.

Coincidiendo con las actuaciones militares, se compartió un video en redes sociales en el que se ve un avión estrellarse tras ser alcanzado por un proyectil, asegurando que se trataba de un “avión de combate ruso derribado por la defensa aérea de Ucrania”. Sin embargo, los verificadores de Maldita.es –que participa en el IFCN– concluyen que se trata del video de un caza abatido en Libia en 2011.

TikTok se inundó con otras imágenes de paracaidistas como si participaran en la invasión de la ciudad ucraniana de Járkov, con el lema: “Viendo la tercera Guerra Mundial”, cuando en realidad son imágenes que circulan desde 2016. Al igual que otro video con una formación de una decena de aviones sobrevolando Ucrania, pero una serie de verificadores (BOOM, Facta, Demagog, News Checker y Maldito Bulo, entre otros) concluyeron que se trata de un desfile militar en Rusia en 2020.

Asimismo se viralizó un video de un supuesto bombardeo en territorio ucraniano, que se comparte con mensajes como “no es una película ni un videojuego, son imágenes reales del bombardeo a Ucrania por parte de Rusia”; sin embargo, las imágenes corresponden al videojuego War Thunder, en un video subido a YouTube- en diciembre de 2011, señala Maldita.es

Y no es el único videojuego al que se ha recurrido para distribuir supuestos videos en Ucrania: se ha usado el de simulación bélica Arma 3 y otros con animación 3D, señala El Periódico de Cataluña. Este medio refería que algunos de estos videos, presentados falsamente como ataques en Ucrania, han llegado a televisoras españolas; por ejemplo Antena 3, que emitió en sus noticiarios imágenes para ilustrar un bombardeo sobre Ucrania con uno que registra explosiones en una zona industrial en Tianjin (China) en 2015, como lo descubrieron los verificadores de StopFake y VoxUkraine, dos miembros ucranianos de la IFCN que trabajan desde el terreno para combatir la desinformación.

Otro bulo: “ALERTA!!! FUEGO CRUZADO genera incendios cerca de Chernobil, corre peligro el sarcófago de la central nuclear” (sic). Con ese texto se muestra una fotografía de la zona restringida de la central nuclear tras el accidente de 1986, con un incendio al fondo. Los verificadores aseguran que la foto es de abril de 2020.

Falsa portada. Propaganda real.

También se distribuyó en Twitter la fotografía de una mujer vestida con uniforme militar, con este mensajes: “Dicen que la mujer del presidente de Ucrania se va a ir a la guerra”. Pero la mujer que aparece en la imagen no es Olena Zelenska, esposa de Zelensky, y la foto fue tomada durante el ensayo del desfile militar del día de la Independencia de Ucrania, en agosto de 2021.

Una imagen que se ha reproducido en redes sociales y en algunos medios es un video en el que un padre se despide llorando de su hija, pues él se va “para combatir contra Rusia”. Es un bulo, porque se trata de imágenes de civiles grabados en una ciudad de la autoproclamada República Popular de Donetsk evacuados hacia Rusia, país que reconoce la independencia de ese territorio, documenta IFCN.

El portal mexicano Animal Político dio a conocer el 24 de febrero que una publicación en Twitter con el texto: “Inicia la tercera guerra mundial. El presidente Putin inicia ataque militar en Ucrania. Aquí imágenes de los primeros ataques #WWIII”, mostraba el video de una explosión y una gran columna de humo. Sin embargo aclaraba que no era Ucrania, sino la explosión de una fábrica de pirotecnia en Tultepec, Estado de México, en 2016. En pocas horas el tuit registraba 72 mil reproducciones.

En redes sociales también se convirtió en viral la falsa portada de la revista Time con una fotografía de Putin manipulada con una rasgadura de la imagen que deja entrever superpuesto el bigote de Hitler. El titular reza: “The return of History. How Putin Shattered Europe’s dreams (El regreso de la Historia. Cómo Putin destrozó los sueños de Europa)”, que es el mismo titular de la revista original pero en la que aparece la fotografía en blanco y negro de un tanque avanzando por una carretera.

Rafael Rubio, que encabeza el grupo de investigación sobre Tecnología y Democracia de la Universidad Complutense, señalaba en la televisión pública que la desinformación en esta guerra “va a jugar un papel muy importante”, porque en el caso de Rusia lleva años “preparándose en términos de infraestructura, de equipos humanos, como de redes de distribución de información”.

Lo hace, explica, de manera “muy escalonada, a través de información oficial, mediante agencias y cadenas que distribuyen esa información, y toda esa información alimenta ciertos perfiles”, primordialmente en las redes sociales, donde es común la masificación de su distribución; es decir que va a seguir presentándose una desinformación de “forma estructural”.

El relato de la guerra

En su mensaje para justificar sus operaciones militares en Ucrania, que llamó “operación especial”, el presidente ruso Vladimir Putin argumentó que trata de “proteger a la gente que, desde hace ocho años, es objeto de maltrato y genocidio”.

En una revisión de los argumentos centrales del mensaje de Putin, la Deutsche Welle (DW) de Alemania publicó en su sitio en español que era falsa esa afirmación, porque en Ucrania no se estaba perpetrando un genocidio, que es el concepto definido en una convención de la ONU de 1948 como el “crimen de exterminio premeditado, total o parcial, de un grupo nacional étnico o religioso”.

Recordó que no hay informes de semejantes asesinatos masivos de civiles en Ucrania, si bien desde 2014 observadores internacionales han documentado rigurosamente todas las víctimas civiles (14 mil). La gran mayoría de las víctimas murió entre 2014 y 2015, y en 2016 el número decreció.

Sobre la afirmación del líder ruso, de que para detener el genocidio Rusia debe hacer esfuerzos tendientes a “la desmilitarización y desnazificación de Ucrania”, la DW señala que es falso, porque “la declaración de Putin corresponde a una narrativa de propaganda, carente de toda base”, porque el término histórico se refería a la política aplicada por las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial, que estaba dirigida a liberar a Alemania de las influencias nacionalsocialistas.

Cita a Andreas Umland, analista del Centro de Estudios de Europa del Este, de Estocolmo, quien hace notar que “el presidente de Ucrania es un judío rusoparlante que ganó claramente en las últimas elecciones ucranianas a un candidato no judío”, por lo que resulta “falaz” la afirmación de Putin.

Aun más, señala que los grupos de extrema derecha de Ucrania son relativamente débiles en comparación con los de otros países europeos, y tienen un papel marginal, lo que deja vacíos los motivos para una “desnazificación”.

Otro bulo que circuló por redes sociales fue una foto en las que se ve al presidente de Ucrania sujetando supuestamente una camiseta con el símbolo nazi, lo cual es un montaje, de acuerdo con Maldita.es.

En contrapartida, los medios españoles criticaban la personalidad de Putin, a quien tildaban de irracional, de sátrapa, entre otros calificativos. El titular de un artículo de El Confidencial reza: “Putin, ¿el loco? Qué nos dice una invasión sin beneficios sobre el hermético presidente ruso”, y lo señala como “aislado y conspiranoico”.

Avión derribado... en Libia.

Para Félix Arteaga somos testigos de “dos guerras, una que es la tradicional de la propaganda militar, de las operaciones de influencia en conflictos que tratan de hacer variar la realidad sobre la situación militar a través de un discurso, aumentando o disminuyendo las bajas, según convenga. Son las estrategias que buscan cambiar la realidad sobre el terreno”.

Y existe otra guerra, que es propiamente la desinformación, que se producen casi siempre antes de una acción militar; por ejemplo el fenómeno de desinformación tanto adentro como hacia fuera de Ucrania, señalando que las autoridades de Kiev no representan a la población, que era un gobierno sin apoyo social, corrupto, que dependía de Occidente, que va acompañada con el factor OTAN, haciendo alusión a que están cerca de nuestras fronteras, corremos peligro porque son una amenaza y vienen por nosotros, en todo ello se basa la intervención militar.

“Cuando se mezclan estas acciones de desinformación, que buscan cambiar la mentalidad de la población y los dirigentes sobre los objetivos del conflicto, con otras estrategias de comunicación con noticias falsas o medias verdades, que buscan que, día a día, esos habitantes tengan la percepción que es inevitable la pérdida de Kiev y opten por rendirse, y ese cruce de acciones de desinformación con acciones de propaganda es lo que determina la realidad de los conflictos modernos, en los que importa más la percepción que la realidad.

“En este sentido, una de las sanciones impuestas por la Unión Europea fue la suspensión de la transmisión de los medios de propiedad estatal Russia Today (RT) y Sputnik. El anuncio fue hecho por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien señaló: “En este momento de guerra las palabras son importantes. Estamos siendo testigos de la propaganda y la desinformación masivas sobre este salvaje ataque a un país libre e independiente. No permitiremos que los apologistas del Kremlin viertan sus mentiras tóxicas para justificar la guerra de Putin o para sembrar las semillas de división en nuestra Unión.”

Josep Borrell, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, declaró que “la manipulación sistemática de la información y la desinformación que lleva a cabo el Kremlin se utilizan como herramienta operativa en su agresión contra Ucrania”.

El sitio Maldita.es recordaba que desde que en noviembre pasado Estados Unidos empezó a alertar de una invasión militar rusa, RT fue uno de los medios que, con insistencia, calificaban esas alertas como “histeria”, “mentiras”, “teorías de la conspiración”, “tremendismo” y “sensacionalismo”.

La información contiene diversos ejemplos, pero destaca que en el programa El Zoom de RT, en su emisión del 16 de febrero titulada “Historia de una gran histeria: ¿Invasión inminente de Rusia a Ucrania?”, Javier Rodríguez Carrasco señalaba a quienes “venden titulares tremendistas jugando con algo tan serio y terrible como es la guerra; se les debería caer la cara de vergüenza y si alguno tuviera algo de dignidad quizás abandonaría su puesto de trabajo o saldría a pedir perdón”.

El 20 de enero, el mismo presentador criticaba a los periodistas que se referían al despliegue de tropas rusas y a la inminente invasión, como que “vendían humo”. 

Reportaje publicado en el número 2366 de la edición impresa de Proceso, en circulación desde el 6 de marzo de 2022.

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