Mercurio

La ruta plateada: Manzanillo-La Paz-Puno

Bolivia firmó el Convenio de Minamata en 2013 pero nunca lo cumplió. En marzo de 2022 el Relator Especial de la ONU para Sustancias Tóxicas, Marcos Orellana, dijo que ve “con gran preocupación, no una reducción del uso de mercurio, sino un aumento del contrabando en Bolivia”.
sábado, 25 de junio de 2022 · 14:36

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Al año siguiente de firmar el Convenio de Minamata, en 2015, Perú comenzó a cumplirlo: dejó de importar mercurio. Entonces, las importaciones totales nacionales de azogue desde Bolivia subieron casi en la misma proporción que bajaron las de Perú.  

Lo confirma la ingeniera química Vilma Morales, quien lidió 10 años desde el Ministerio del Ambiente de Perú con el tráfico de mercurio y tiene los registros en los que consta cómo el metal, que hasta 2014 importaba Perú, pasó a su vecino del sur: “En 2012 Bolivia importaba 34 toneladas, para 2016, 230, y Perú en ese año, cero”. 

Según datos oficiales, en 2020 Bolivia importó 160 toneladas de mercurio por 7 millones de dólares, más que nadie en el mundo. La mitad provino de México (el segundo productor global después de China), un poco menos de Rusia y el resto de Tayikistán, Vietnam e India. 

Una vez en territorio boliviano el mercurio se dispersa. La trazabilidad se pierde pero Vilma Morales está segura: “La hipótesis que más toma fuerza realmente es la de Bolivia, o sea, es un hecho: entra sobre todo por Desaguadero, la frontera con Perú”.

Óscar Campanini, experto en extractivismo del Centro de Documentación e Investigación de Bolivia, argumenta que, según datos que recopiló entre las cooperativas mineras bolivianas, su país sólo utiliza 60 o 70 toneladas de mercurio por año: “el resto va al contrabando”.

Hay tres empresas de Bolivia que en 2020 importaron la mitad del mercurio: Paloan SRL, Insumer Bolivia SRL y Juan Orihuela Mamani Import-Export. Algunas importadoras peruanas figuran también en Bolivia: como Surfworld, que está radicada en Lima y su gerente es Claudia Selene Ramírez Tapia, mientras que su versión boliviana, con sede en Sapocachi, se llama Importaciones Ramírez Tapia. Ambas tienen el mismo correo electrónico, que no oculta el destino del producto que compran a México: “mercuriominero@hotmail.com”.

En los registros oficiales consultados se observa que entre las 26 empresas mexicanas que exportaron mercurio a Bolivia destacan: Unión De Mineros del Estado de Querétaro, Ivfresou SA y Productos Mineros RT SA, que ya enviaron al menos 56, 49 y 19 cargamentos respectivamente, según registros oficiales, desde el puerto de Manzanillo, costa oeste de México, rumbo al puerto de Arica, Chile, en tránsito hacia La Paz.

Bolivia firmó el Convenio de Minamata en 2013 pero nunca lo cumplió. En marzo de 2022 el Relator Especial de la ONU para Sustancias Tóxicas, Marcos Orellana, dijo que ve “con gran preocupación, no una reducción del uso de mercurio, sino un aumento del contrabando en Bolivia”.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos pidió explicaciones al gobierno de base indígena que lidera Luis Arce “por el aumento de la importación de mercurio, que se ha cuadruplicado en la última década”.

En Bolivia el mercurio se usa para extraer –principalmente del Parque Nacional Madidi– los 2 mil 557 millones de dólares de oro que exportó en 2021: más que de hidrocarburos y cualquier otro producto. 

Reportaje publicado el 19 de junio en la edición 2381 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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