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Seguridad Pública AMLO "a contravía" de América Latina… y el mundo

A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de países de América Latina, la iniciativa de López Obrador apuesta por darle el control de la Guardia Nacional a la Sedena. Gobiernos como los de Colombia y Chile, en cambio, se aseguran de que sus fuerzas equivalentes rompan definitivamente sus lazos.
lunes, 5 de septiembre de 2022 · 06:09

A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de países de América Latina, la iniciativa de López Obrador apuesta por darle el control de la Guardia Nacional a la Sedena. Gobiernos como los de Colombia y Chile –por poner sólo dos ejemplos–, en cambio, se aseguran de que sus fuerzas equivalentes rompan definitivamente sus lazos con los militares. El mandatario mexicano, según especialistas, va “en contravía de lo que ocurre en la región y en el mundo”, y alertan: “Todos los casos latinoamericanos de cuerpos de seguridad intermedios, entre policiacos y militares, terminan en desastre porque siempre acaba por imponerse la supremacía de lo militar”.

BOGOTÁ (Proceso).– En materia de seguridad, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador va “en contravía” de los gobiernos progresistas de América Latina y, en general, de lo que ocurre en toda la región, donde todas las policías a cargo de la seguridad pública son de carácter civil y ninguna de ellas tiene mandos militares.

Tampoco se dan casos como el que prevé la iniciativa de López Obrador: que la Guardia Nacional, que en México cumple funciones de policía federal, sea controlada operativa y administrativamente por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), aun cuando permanezca en la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.

Otros gobiernos de izquierda en la región están comprometidos con el carácter civil de las policías.

En Colombia, por ejemplo, el presidente Gustavo Petro ya decidió que la Policía Nacional, que es civil, dejará de formar parte del Ministerio de Defensa y se trasladará al ministerio de Justicia o a uno nuevo: el de la Paz, la Seguridad y la Convivencia.

Y el presidente chileno Gabriel Boric desarrolla un proceso de reformas para acentuar el carácter civil de la policía de Carabineros y garantizar que ese cuerpo respete los derechos humanos y rinda cuentas a la sociedad.

López Obrador, en cambio, apuesta por darle el control de la Guardia Nacional a la Sedena, una institución que se caracteriza por su opacidad.

“Estamos ante dos izquierdas en América Latina, la del siglo XX, que es la de AMLO, y la del siglo XXI, que es la de Petro y Boric. El progresismo moderno es ambientalista, feminista y civilista, no militarista”, dice la maestra en estudios latinoamericanos María Fernanda Zuluaga.

Guillermo Holzmann, especialista en seguridad y defensa, afirma por su parte que la decisión de López Obrador de darle el control de la Guardia Nacional a la Sedena lo que hace “es romper la regla” e “ir en contravía de lo que ocurre en la región y en el mundo”.

La tendencia internacional, explica a Proceso el politólogo chileno, es que las funciones de seguridad pública las realicen policías de índole civil y con mandos formados como policías, no como militares.

“El consenso académico y político, basado en la evidencia, es que los policías no deben mezclarse con los militares y que los militares no pueden hacer funciones de policía, salvo en casos excepcionales”, sostiene el experto.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2392 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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