Experto en agricultura biodinámica pide al próximo gobierno no emplear agroquímicos

martes, 25 de septiembre de 2018 · 10:00
COLIMA, Col. (apro).- Harald Hoven, experto alemán en agricultura biodinámica, dijo esperar que el nuevo gobierno mexicano tenga el poder, las intenciones y los medios para invertir recursos en la promoción e impulso de proyectos agrícolas en los que no se utilicen productos agroquímicos. Durante una visita realizada a esta entidad, Hoven se reunió con productores, diputados y activistas, así como estudiantes y profesores de la Universidad de Colima, del Tecnológico Regional y de la Escuela de Trabajo Social “Vasco de Quiroga”, ante quienes expuso las ventajas de incursionar en métodos alternativos de producción de alimentos, como la agricultura orgánica o la biodinámica. En entrevista, con el apoyo de Namay Martínez Oseguera en la traducción del inglés, el especialista advirtió que desde hace mucho tiempo se encuentran a la vista las consecuencias del uso indiscriminado de agroquímicos en la agricultura, sobre todo el crecimiento de diversas enfermedades y alergias entre la población. Subrayó: “Hay algo que los organismos de la gente ya no pueden tolerar ni aceptar, hay mucha obesidad porque los alimentos no son lo suficientemente saludables para las personas; los organismos genéticamente modificados, los transgénicos, son algo que no existe en el universo y nuestro cuerpo no sabe qué hacer con esos alimentos”. De acuerdo con Harald Hoven, los transgénicos y los agroquímicos son los causantes del detrimento en la salud y del aumento de enfermedades de todo tipo, mientras que los trabajadores agrícolas sufren muchos daños en su salud, se contamina el agua, la tierra y se produce un envenenamiento. Consideró que “por la salud de la gente y de la tierra”, se requiere transformar la concepción y la práctica de los procesos productivos mediante una relación más cercana de los productores con los ciclos biológicos de la tierra; por ejemplo, “si la materia orgánica es vista como una posibilidad para mejorar la fertilidad de la finca, si en vez de verla como residuo del que queremos deshacernos, la vemos como un potencial, se puede avanzar”. Admitió que probablemente no a todos los agricultores les interese seguir el método biodinámico, pero sí les puede interesar conocer más y desarrollar de mejor manera los procesos agrícolas y el manejo de la materia orgánica. Hoven refirió que el estado de Colima “tiene fama de poseer cierta salud económica, cierta prosperidad, por lo que espero que podamos contribuir a que esta economía mejore y también la salud de la tierra y de la gente”. Fundador y director del Centro Universitario Agroproductivo “Raphael”, del Rudolf Steiner College, en Sacramento, California, Harald Hoven es cofundador del Programa de Entrenamiento para Agricultores Biodinámicos de América del Norte (NABDAP), representante de E.U. en el Centro Internacional de Agricultura Biodinámica “Goetheanum” en Dornach, Suiza, así como consultor internacional en países asiáticos como Taiwán y China y algunos países del continente americano. La agricultura biodinámica, en opinión del especialista, constituye una opción viable frente al uso de transgénicos, ya que “es totalmente lo opuesto”, pero se tiene que ser “mejor agricultor, observar más, aprender, estar más atento a los ciclos de la tierra, no simplemente seguir instrucciones de uso de productos, se tiene que comprender más”. —¿Cómo está en México en el desarrollo de la agricultura biodinámica? —Está iniciando, todavía no hay grandes fincas y ranchos donde la gente pueda ir, sorprenderse, maravillarse y verlo en la realidad. No es suficiente la enseñanza, se requiere comprenderlo, vivirlo. En México, dijo, muchos pequeños agricultores todavía tienen una relación cercana, un amor por la tierra y la biodinámica da una conexión más fuerte, le da más sentido al campesino, que “descubre su rol esencial, muy importante, pero ello también implica que haya más trabajo conjunto, más organización, que trabajen en grupo haciendo los preparados biodinámicos, los concentrados, que son los que ayudan a sanar los cultivos y la tierra, con lo que ahorrarían mucho dinero y necesitarían menos insumos externos, pues podrían producir ellos los que necesiten”. Recordó que en el pasado se han usado los estiércoles para mejorar la productividad, pero a su juicio lo importante es ver cómo aprovecharlos de mejor manera, cómo darles una preparación que pueda ser más útil y efectiva. “La composta, la materia orgánica, el estiércol es oro si se sabe manejar. El estiércol no debe ser tratado como mierda, sino como oro, pero hay que saber cómo tratarlo”. Según Harald Hoven, la agricultura biodinámica ha estado creciendo muy fuerte actualmente en el mundo, aunque por mucho tiempo estuvo concentrada en el centro de Europa y no fue muy visible, lo que empezó a cambiar cuando se hicieron famosos los vinos biodinámicos, específicamente en California, donde todo mundo los identificaba por su olor, sabor y calidad. “Por mucho tiempo —indicó— la biodinámica fue vista como agricultura para la gente rica, para la élite, por ser de mayor calidad y los productos más caros, pero necesitan más trabajo. Lo que todavía hace falta desarrollar a una escala muchísimo mayor es la comida básica, los granos, los cereales, las verduras, es lo que se necesita ahora, el siguiente paso, pero es más fácil empezar con productos de alta demanda, como el vino y el café porque son muy rentables”. Para Hoven, uno de los principales objetivos de la biodinámica es que los agricultores sean autosuficientes, que puedan producir todos los insumos que requieren, lo que implica que tengan una relación distinta con su finca, más íntima, más profunda, que puedan conocer más, en vez de ser consumidores inconscientes, sin conexión de lo que están comprando o haciendo. En su caso personal, mencionó, ha producido vegetales, pero también las semillas de esos vegetales. “Cuando siembro las semillas que yo mismo he producido, pertenecen a ese suelo, a ese lugar, con el fertilizante orgánico, la composta, los restos vegetales y el estiércol, lo que ayuda a la fertilidad, eso nace del propio lugar. La semilla proviene de la misma granja, pertenece ahí, es como un ecosistema, es una relación diferente cuando trabajas con los materiales que provienen de la misma granja, que cuando trabajas metiendo insumos que no pertenecen ahí, y no gastas en comprar insumos ajenos”. El experto advirtió que el problema es que no se ha desarrollado investigación sobre este nuevo tipo de conocimiento y de agricultura, porque ese conocimiento no conviene a las grandes empresas. Por su parte, Namay Martínez Oseguera, ambientalista especializado en agricultura biodinámica, indicó que actualmente percibe una actitud de mayor apertura hacia este tipo de proyectos por parte de las instituciones, el gobierno, los agricultores y los consumidores, pues en 2005 cuando empezó a promover este método la situación era menos favorable y ahora hay más gente en todos los sectores buscando otras opciones y consideró que creo que es un mejor momento, una buena oportunidad. Comentó que en el estado La Hacienda de San Antonio está iniciando un proyecto de agricultura biodinámica, mientras que en otras regiones de Colima ha habido un crecimiento a lo orgánico, que es un primer paso, mientras que en el país hay proyectos en Chiapas, Guanajuato, Veracruz, Puebla y Baja California, con productos como café, cacao, vainilla, tes y vinos. En Colima, Martínez Oseguera estimó que los principales productos que se podrían aprovechar mediante el método biodinámico son el café, plátano, limón y coco.

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