Los candidatos en la parodia escénica

domingo, 20 de mayo de 2018 · 09:14
Pilar Boliver protagoniza una sátira de Carlos Pascual sobre el sistema cleptocrático mexicano en analogía con la decadente Roma imperial, donde Ayotzinapa contrapuntea la comedia de Quique emperador. A su vez, revive la serie televisiva El privilegio de mandar, pero en montaje teatral con el cómico Christian Ahumada liderando el rol del candidato favorito: El Peje. A ambas caricaturas escénicas de la política nacional se suman Las Reinas Chulas celebrando 20 años de sano pitorreo a los poderosos en El Vicio. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Los candidatos a la Presidencia, incluso el mandatario Enrique Peña Nieto y otros políticos actuales, se encuentran bajo la lupa de los actores y escritores de la sátira, no sólo para entretener, también para reflexionar sobre la situación actual de México, señalan. La pieza teatral Quique emperador, redactada y dirigida por Carlos Pascual muestra, como lo dice su subtítulo, “el festín de la cleptocracia” donde se critica cómo los acaudalados no desean dejar el poder; y por otro lado, El privilegio de mandar, tanto en la pantalla chica como en el teatro, intenta que la gente conozca a los políticos que compiten para la Presidencia y vote el próximo 1 de julio, a decir de los histriones del elenco. Los senadores y sus alianzas Creador de los espectáculos La Marta del Zorro, Pejemán vs El hijo del Averno, El esperpento de Norberto y Las tandas del Centenario, Carlos Pascual relata en entrevista que desde hace algunos años se encontraba alejado de la escritura de sátira política, “pero de repente tuve una imagen de unos senadores rufianes y a partir de ahí empezó a surgir Quique emperador”. Es una obra que escribió hace un año, “aunque no es fácil levantar una idea teatral en México y menos del tamaño de este proyecto”. Quique emperador se sitúa en la Antigua Roma, donde los senadores Crápula (Rafael Inclán), Espurius (Fernando Ciangherotti), Probus (Mario Casillas) y Falacius (José Eduardo Derbez) pactan turbias alianzas que definirán el futuro del imperio débilmente gobernado por el emperador Quique (muy parecido a Enrique Peña Nieto), protagonizado por Pilar Boliver. A estos legisladores poco importa lo que deban acometer para retener los hilos del poder y del dinero. Así que la decadente Roma se sumirá en un torbellino de traiciones y sangre. El también escritor de teleseries destaca que es una severa crítica “a este sistema que nos carcome, nos corroe, y no importa quién vaya a ganar las elecciones, porque ahí seguirán los senadores tejiendo y manejando y les vale quién suba en realidad, los poderes fácticos están en otro lado”. Pascual explica categórico: “Si se lograra un cambio en el país, la parte de la cleptocracia no abandonará tan fácilmente sus privilegios. Uno de los personajes dice una frase de Fidel Velázquez: ‘A balazos ganamos el poder, a balazos lo dejamos’.  No lo van a dejar. Eso es parte del juego de la obra.” Quique emperador ofrece un sinnúmero de frases de expresidentes o políticos del pasado y, por supuesto, del presente; empero, la parte central en la trama son los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala, Guerrero, ilustra Pascual: “Fue una decisión mía incluir ese tema tan doloroso, tan fuerte, en una comedia. Igual abordo la violencia contra las mujeres, pero no me estoy burlando de las víctimas sino de los victimarios, los senadores… Una de las ventajas de la sátira política es que te puedes reír de lo que en realidad lastima y enoja muchísimo.” Resulta muy delicado caer en lo banal en este tipo de obras, “la clave es irse al hecho duro y darle una estructura dramática, y no desplazarse a la difamación. En mis obras hay un rigor periodístico y de lo que está comprobado”. –¿Difícil retratar a la clase política? –No, son absolutamente caricaturizables, son ridículos, predecibles. –¿Cómo fue plasmar al presidente Peña Nieto? Porque por eso se llama Quique emperador, ¿verdad? –No quiero ser falto de respeto a la figura presidencial. Me parece que Peña Nieto como ser humano no es fácilmente caricaturizable porque ha tenido una imagen parca, seria, no hace los ridículos de Vicente Fox, no se nos emborracha como Felipe Calderón ni habla como Andrés Manuel López Obrador. “Pero como presidente de la República en su actuar es fácilmente criticable: todos sus ridículos de su mala pronunciación del inglés, su falta de cultura, política y a veces de quehacer político… Uno se pregunta quién le ata las manos para salir con la gente y decir: ‘Oigan, la regamos, pero a ver qué hacemos’. Pero no, todo es así, institucional, ¡qué terrible! En ese sentido, Peña Nieto es absolutamente caricaturizable.” El escritor de la serie histórica El encanto del águila enfatiza: “No pretendo ideologizar ni concientizar a nadie, y dudo mucho que alguien saliendo de ver a Inclán o a Quique emperador tome las armas y haga una revolución. No. Es una vía de escape. La gente sólo se viene a reír.” Inclán y Boliver Por su parte, Inclán, con más de 50 años de trayetoria en los escenarios y el cine, cuenta a este semanario que su personaje (el senador Crápula) en el nombre lleva la intención: “En México, haciendo la traducción política, es un senador o un diputado totalmente dinosaurio. No deja de ser una caricatura escénica de lo que hemos visto durante tantos años.” Al instante, el cómico opina de la situación electoral que vive México: “Lo importante es que gane quien gane, lo aceptemos. Me refiero a los mismos candidatos, a los mismos partidos que ya están tan revueltos, que ya no sabe uno ni a quién irle…” Boliver, quien ha laborado en más de 80 montajes y con los grandes directores del país, habla de su papel, el emperador Quique: “Al salir al escenario, nada más con la imagen la gente aplaude. Manejo la voz, la corporalidad, el maquillaje también es mío, la peluquería es mía, de mi personaje, no de toda la obra.” –¿Está atenta a lo que hace el verdadero Quique, es decir, el presidente Peña Nieto? –¡Muy, muy, pero muuuy atenta! Para mí lo importante es el texto, ya en lo que es la caracterización incluyo su vanidad, un poco el rollo de ser pagado de sí mismo y sentirse ultra súper guapo, pero llevado a los extremos. Me fijo en los “se ha volvido”, ni modo, ¡así es la farsa!, es fuerte, es cruel y se va sobre los vicios. La actriz sale al escenario con un copete negro, su rostro delgado y ella delgada, no tan alta. Cabe destacar que hoy Peña Nieto es bastante ridiculizado, a diferencia de sexenios atrás, cuando no se podía tocar al presidente del país, la Virgen de Guadalupe y al Ejército. Según Boliver, “siempre hay teatro cabaret en los momentos políticos fuertes del país”. Especifica enseguida: “Lo ha realizado Jesusa Rodríguez y Julián Pastor, ahora Las Reinas Chulas. Bueno, antes Jesús Martínez Palillo, en fin. Tenemos toda una tradición de teatro político, el cual siempre me ha gustado y me importa burlarme de estas personalidades que nos han traicionado. Es una manera de decir: ‘Pues no, no estoy de acuerdo’. “Quique emperador no posee ninguna tendencia, no apoya a nadie, pero para mí es una manera de decir: ‘¡Estos son los seres que nos gobiernan!, ¡estos son los seres que están en las altas esferas políticas de nuestro país!’.” Completan el elenco Claudia Alcalá, Brenda Ballesteros, Édgar Landa, Darinka Olmedo, Luis Orozco y Vinicio Rove. El productor es Pablo Jiménez. La historia se presenta en el teatro Ramiro Jiménez Coyoacán, División del Norte 2545, Del Carmen. Quintilla tras la silla A finales de 2017 iniciaron los sketch de El privilegio de mandar cada semana en Las Estrellas de Televisa. Luego se creó la versión teatral, con el subtítulo En vivo-cara a cara, escrita por Claudio Herrera, bajo la producción de Alejandro Gou, Reynaldo López, Pierre Angelo y Televisa. El privilegio de mandar surgió en la pantalla chica y finalizó en julio de 2006. Ahora, la serie y la puesta en escena parodia a los cinco candidatos, sobre todo a los tres que van a la batuta. La obra recorre el país desde mediados de marzo pasado. El actor Christian Ahumada, quien es El Peje, platica a Proceso que no ha sido nada sencillo parodiar a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), candidato de la coalición Juntos Haremos Historia: “Por las comparaciones con El Peje de Germán Ortega (de Los Mascabrothers), quien protagonizaba originalmente a AMLO en El privilegio de mandar de 2006.  Entonces, lo primero fue crear mi propia versión de El Peje. El de Ortega era un personaje más caricaturizado, un poco más fársico, por así decirlo, y yo he tratado de hacerlo más real, mucho más verdadero a como es en la actualidad López Obrador. Ahora lo disfruto muchísimo, porque la gente ya se acostumbró a este nuevo Peje.” El actor subraya que de alguna manera “cubre” la campaña de AMLO: “Debo estar al 100% de todo lo que declara y realiza como candidato. Por un lado ha sido un reto, por el otro, he sido muy afortunado de poder encarnar a un personaje, sobre todo tan polémico como López Obrador.” Asegura que El privilegio de mandar tanto en televisión como en teatro sólo ofrece humor. Luego enfatiza: “Sé que mucha gente no nos cree porque dice que somos la postura de Televisa, y empiezan las consignas y empiezan los señalamientos. Invito a que vean cualquier programa de todos los veintitantos que llevamos hasta el momento, se encuentran en YouTube, para que comprueven que la crítica es totalmente plural, totalmente pareja. No estamos cuidando a nadie, ni despedazamos a uno en particular, ni militamos en ningún partido.” Adversarios de telenovela Pierre Angelo es Peña. Argumenta que sólo parodian a los políticos, los cuales “caen en nuestro terreno actoral, pero no nos metemos con su vida privada”. –¿Le preocupa parodiar a la figura presidencial? –No me preocupa, más bien me ocupa el efectuar un trabajo que no sea agresivo, que no se sienta una cosa personal, sino hacerlo desde esa neutralidad con la cual debemos trabajar los actores para señalar toda una historia. Finalmente es parte de una telenovela política que estamos viviendo en el país, donde obviamente él destaca como la figura presidencial, es el más importante; pero es toda la estructura la que nosotros contamos. La fuerza más bien está sobre los cinco candidatos, más que sobre la figura presidencial. Angelo realza que su tarea “es concientizar a la nación de alguna manera a través del humor”. El actor también interpreta a Marcelo Ebrad. Juan Frase es Anaya, y para imitar a Ricardo Anaya, candidato de la coalición Por México al Frente, explica que lo benefició que se le acerca al físico “en la forma de la cara, la estatura y la edad”. Acentúa: “Nosotros somos una lupa de lo que sucede en la vida política nacional. Nuestro primer objetivo es hacer reír y divertir. El segundo es generar que se informen de las propuestas de todos los candidatos y salir a votar el primero de julio, y ya que sea electo cualquier candidato, alzar la voz, así como nos unimos en el terremoto, para reclamarle a los políticos lo que nos corresponde como mexicanos.” Herrera es Meade y también Calderón. Se le cuestiona qué tan duro es reflejar la realidad de México tanto en televisión como en teatro. Detalla: “Es complicado, hay que estar al tanto de las noticias, lo que dicen y hacen los candidatos, y tratar de crear una crónica semanal de lo que realmente está pasando y usar muchas veces las palabras de los candidatos e irse a la farsa y a la parodia.”  –¿Qué diferencias nota con el público del teatro al de la televisión? –En el teatro es una experiencia muy bonita porque la gente va a desahogarse de lo que está sintiendo de alguna manera con toda la situación política que vivimos, la cual es muy tensa con una época tan violenta en nuestro país. El privilegio de mandar es como una válvula de escape muchas veces y sacarla con la risa es lo mejor. “El programa supongo que tiene también ese efecto. Nosotros no lo vivimos directamente; pero con la respuesta que hemos tenido con las personas y los comentarios, vemos que la gente sí lo está disfrutando mucho.” –¿Cómo es interpretar o recrear a José Antonio Meade de la coalición Todos por México? –Es muy divertido. Ya le tomé mucho cariño al personaje, porque lo he tenido que estudiar mucho. –Se ha comentado que Televisa les tira línea, ¿qué opina? –No. Hemos tenido completa libertad de expresión. Se manejó desde el principio que lo más importante es que el proyecto estuviera balanceado y es básicamente la mayor responsabilidad que tenemos los cuatro escritores que estamos haciendo esto. El Privilegio de Mandar se presentará el 13 de mayo en Ciudad Juárez, el 14 en Chihuahua, el 18 en la Ciudad de México (Centro Cultural 1, avenida Cuauhtémoc 19 esquina con Puebla, Roma), el 19 en Torreón, el 20 en Monterrey, el 21 en Reynosa, el 22 en Tampico, el 25 en la Ciudad de México (Centro Cultural 1), el 26 en Acapulco, el 27 en Pachuca, el 28 en Morelia y el 29 en San Luis Potosí. También en junio viajará a otros escenarios del país. “Las mil y un… chingaderas” Este año electoral, Las Reinas Chulas cumplen 20 años. Las integrantes de esta compañía de teatro-cabaret, Ana Francis, Marisol Gasé, Nora Huerta y Cecilia Sotres, han vivido en estos cuatro sexenios “fraudes, caídas del sistema, más fraudes, el voto útil, más actas de casilla, más fraudes, manipulaciones cibernéticas, más fraudes”, y ya están “hasta el copete”. Para festejar esas dos décadas han preparado el show Las mil y un… chingaderas electorales. Aquí transportarán al público al Lejano Oriente y lo llevarán de la mano a reconocer “que sí coge muy lejos la corrupción, la impunidad y la mentira”. En la trama, La princesa Silenciada está a punto de ser asesinada por El Rey; para que esto no suceda, ésta le tendrá que contar historias que lo mantengan tan entretenido que olvide por unos instantes la idea de matarla. Es así que nacerán personajes de su imaginación como: Sinmeado el Marino, Anayaya y los 40 ladrones, Amlodino y la lámpara maravillosa, entre otros. La obra se presenta de jueves a sábados de mayo, a las 21:30 horas, en el teatro bar El Vicio, ubicado en Madrid 13, Coyoacán.    Esta reseña se publicó el 13 de mayo de 2018 en la edición 2167 de la revista Proceso.

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