MÉXICO, D.F. (apro).- El precandidato presidencial de la coalición Movimiento Progresista –formada por el PT, PRD y Movimiento Ciudadano–, Andrés Manuel López Obrador, defendió la candidatura del Manuel Bartlett al Senado de la República, pese a que éste anunció el jueves que no renunciaría al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Después de participar en el homenaje póstumo al investigador y académico de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, Luis Javier Garrido, el dos veces aspirante a la Presidencia defendió al priista porque “en los últimos tiempos ha mostrado una actitud consecuente en la defensa del petróleo” y eso le consta, añadió. El tabasqueño justificó la postulación de Bartlett –quien compite por una curul por mayoría relativa– con el argumento de que se realizaron tres encuestas en Puebla, distrito por el que participa, y resultó ser el mejor posicionado. “Por eso –agregó– tengo que acatar esa decisión. No fue acuerdo cupular, se hizo una consulta en Puebla”, destacó cuando se le preguntó si no era contradictorio para la izquierda que se le postulara cuando él fue señalado como el responsable de la “caída del sistema” en 1988, con lo que impidió al candidato del Frente Democrático Nacional a la Presidencia, Cuauhtémoc Cárdenas –fundador del PRD– se impusiera a su contrincante priista Carlos Salinas de Gortari. En 2006, Bartlett llamó a votar por López Obrador y sigue simpatizando con su movimiento. Al referirse a la opinión de Cárdenas sobre el particular, el tabasqueño resaltó que sería “el ingeniero” quien debería responder la pregunta. No obstante, acotó: “Quién esté libre de pecado que tire la primera piedra”. Además, citó a personajes como el muralista José Clemente Orozco que enalteció la figura de Porfirio Díaz y minimizó a Francisco I. Madero, pero después en la época revolucionaria cambió a una postura de izquierda y se transformó en un hombre consecuente. De 1911 a 1917 Clemente Orozco fue caricaturuista de El Hijo del Ahuizote y Vanguardia. Luego, gracias a su obra artística, se convirtió en un talento de la pintura al que apodaron “El Goya mexicano”. “Yo lo que les puedo decir es que son bienvenidos todos los que de buena fe luchan por la transformación del país y si en el pasado tuvieron un acto reprobable, pero están en condiciones sinceras de enmendarlo y actuar con rectitud poniendo por delante los intereses del pueblo y la nación, debe permitirse su participación. En política suele pasar que quienes tienen posturas no adecuadas, van cambiando”, expresó. En su opinión, la gente sí puede cambiar, incluso las personas más consecuentes de pronto cambian de postura conforme pasan los años. “Vamos a esperar. No juzguemos por anticipado”, dijo, al tiempo que un reportero preguntó si también estaría invitado el expresidente Carlos Salinas de Gortari, a quien apodó el Innombrable o el Tatamandón del país porque él mueve los hilos de la madeja política del país, a lo que respondió: “A cualquier persona. Nosotros necesitamos a cualquier persona para transformar al país. Si quieren contribuir para sacar adelante al país hay que darles espacio. Necesitamos buscar la reconciliación. Hay cosas que no me gustan del todo, pero tengo que hacerlas como dirigente, porque el interés superior que tenemos es transformar a México. No puede haber algo más importante que buscar el renacimiento de México”, indicó. López Obrador resaltó que no busca la venganza, sino la justicia y la reconciliación nacional porque está de por medio el pueblo de México. En cuanto a la relación con las universidades públicas, tema tratado durante el homenaje a Luis Javier Garrido, dijo que será de respeto y se abrirán los espacios a los jóvenes al cien por ciento, porque en la actualidad el pretexto es que no hay “cupo” y por eso miles de rechazados al año. “Ha sido una irresponsabilidad, un grave error rechazar a los jóvenes de las universidades públicas”, afirmó. López Obrador comentó que está buscando un espacio para reunirse con los rectores de las universidades públicas en mayo próximo, pues éstos quieren reunirse con todos los precandidatos presidenciales. Al evento asistieron el diputado federal Alejandro Encinas, quien consideró que Bartlett deberá explicar qué sucedió en 1988 con la “caída del sistema” que llevó a Salinas de Gortari a la Presidencia; su hijo, Alejandro Encinas Nájera, aspirante a una diputación local y la diputada Maricela Contreras, entre otros. El profesor Luis Javier Garrido, quien falleció el pasado 2 de febrero, es “el primero de los indignados” para Porfirio Muñoz Ledo; defendió las causas populares con su talante crítico y sin concesión al poder, destacó Encinas. Recordó su último encuentro en 2011 durante un encuentro con el expresidente brasileño Luis Inacio Lula da Silva donde el académico le cuestionó sus lineamientos a las políticas económicas de los organismos internacionales y el fraterno debate que protagonizaron. “Luis Javier nos ha dejado una asignatura pendiente. Semanas antes de partir señaló: ‘la violencia ilegal que abruma a México debe terminar y el clamor ¡Ya basta! debe ser más intenso si se quiere salvar a la nación. En su memoria, esta tarea habremos de cumplir”, expresó. Garrido nació en la Ciudad de México en 1941. Investigador universitario y analista de izquierda, crítico constante del gobierno. Se manifestó contra el fraude electoral de 1988, el cobro de cuotas en la UNAM en 1999 y a favor del movimiento zapatista en 1994. Se manifestó contra el desafuero de López Obrador como jefe de gobierno en 2005, apoyó la resistencia civil pacífica después del conflicto post electoral del 2006. Entre artículos, ensayos y libros, destaca: El partido de la Revolución Institucionalizada: La formación del Nuevo Estado en México”.