XALAPA, Ver. (apro).- Por la saturación que priva en el Instituto de Medicina Forense (Imefo) de Boca del Río, en los últimos nueve días unos 39 cuerpos han sido enviados a la fosa común o inhumados en el panteón del puerto de Veracruz al no ser reclamados por sus familiares. El regidor de la Comisión de Panteones en Veracruz, José Antonio Peña, informó que el 26 de julio autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado inhumaron 26 cadáveres, y la mañana de este viernes tocó el turno a otros 13 cuerpos. Entre los cuerpos enterrados en los últimos días se encuentran los de indigentes y enfermos que murieron en la calle, sin embargo, Peña Hernández admitió que la mayoría son de presuntos delincuentes abatidos en hechos delictivos en las últimas semanas. La decisión de inhumar 26 cadáveres el pasado jueves y el entierro masivo de 13 personas este viernes se llevó a cabo porque los cuerpos se estaban acumulando en las planchas del Imefo. “Decidimos la inhumación para evitar que el lugar, rodeado de escuelas y residencias, se convirtiera en un foco de infección”, aclaró el regidor. También explicó que, “pese a que los restos fueron sepultados en un pedazo de tierra establecido para la fosa común, se enterraron en hoyos individuales”. José Antonio Peña explicó que hay una nueva normativa y protocolo de atención a víctimas del delito, y las leyes establecen que el destino de los cuerpos sea la fosa común. Desde principios de año, municipios como Veracruz, Boca del Río, Cosamaloapan, Poza Rica, Coatzacoalcos y Panuco, entre otros, han sido escenario de ajustes de cuentas entre células del crimen organizado, situación que ha derivado en el posterior hallazgo de cadáveres en carreteras, colonias populares o incluso zonas céntricas de los ayuntamientos de la entidad. Estos cuerpos que formaron parte de las filas del crimen organizado rara vez son reclamados por sus familiares.