Los aportes del PUEG

jueves, 18 de octubre de 2012 · 20:41
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Hace 20 años varias autoridades universitarias, con el rector José Sarukhán a la cabeza, valoraron y aprobaron la propuesta de un grupo de académicas feministas: crear el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG). En 1992 el PUEG inició sus labores, y a su primera directora, la doctora Graciela Hierro, filósofa y feminista, le tocó, junto con el grupo impulsor, la gozosa tarea de echarlo a andar. Fueron 12 años de trabajo intenso y comprometido. En los siguientes ocho años, su segunda directora, la doctora Marisa Belausteguigoitia, pedagoga, crítica cultural y feminista, consolidó mucho de lo iniciado en aquel entonces, pero también innovó. Entre las aportaciones de Marisa Belausteguigoitia destacó el uso de dos mecanismos propios de la teoría crítica contemporánea: las operaciones en las “fronteras” y los “giros”. Desde el convencimiento de que investigar y reflexionar sobre el mundo no impide desplegar “intervenciones” en ese mismo mundo, esta académica se ha interesado por las “fronteras” donde colindan la academia y la vida social, y ha asumido ciertos “giros” teórico-conceptuales que toman la perspectiva de género como fundamental tanto para el conocimiento como para los procesos de democratización. Así, ha logrado una conjunción productiva entre una muy rigurosa teorización dentro de la academia y diversas intervenciones en espacios fuera de la UNAM. Bajo su dirección, el PUEG ha generado tres proyectos básicos, que se retroalimentan con la teoría y la intervención social. El primero es un trabajo que vincula lo pedagógico y lo conceptual para ofrecer opciones novedosas, flexibles, críticas y de excelencia en los espacios más académicos: los posgrados. El PUEG está construyendo la primera Orientación Interdisciplinaria de Posgrado (OIP) en Género y Crítica Cultural, con el fin de ofrecer un recorrido de género y una ruta crítica en los programas de posgrado más reconocidos en nuestro país y en Latinoamérica. El segundo proyecto, que trabaja desde la frontera entre la academia y la intervención social, lo hace con dos de los sistemas gubernamentales que tienen un papel central en los temas de seguridad, violencia y derechos humanos: el sistema militar y el sistema penal. Esto ha significado, por un lado, trabajar los temas de violencia de género y cultura de paz a partir de diplomados, conferencias y talleres de sensibilización y formación en género dirigidos a militares de todos los grados, desde soldados rasos hasta generales. También ha implicado el análisis curricular desde la perspectiva de género de seis escuelas del Sistema Educativo Militar, y el desarrollo de propuestas de contenidos de formación en una cultura de derechos humanos y equidad de género. Esto lo ha hecho junto con el IISUE de la UNAM. Por otro lado, el PUEG se ha introducido en el sistema penal y ha trabajado con las reclusas de Santa Martha Acatitla a partir de intervenciones artístico-pedagógicas, que han conducido a las mujeres presas a una reflexividad importante sobre ellas mismas, sus trayectorias vitales y sus alternativas.­ El tercer proyecto trabaja por la equidad de género tanto al interior como al exterior de la UNAM. Al interior del ámbito universitario genera investigaciones para ofrecer radiografías, con datos duros, sobre la presencia de hombres y mujeres en la UNAM; es decir, mide el “grado” de equidad en la institución y diseña medidas para cerrar brechas. Al exterior trabaja con la SEP en la producción de libros que ofrezcan al magisterio nacional, desde preescolar hasta el nivel medio superior, la posibilidad de apropiarse de temas como la ciudadanía, la equidad y la lucha contra la violencia de género. Con la elaboración de estos libros el PUEG apoya la formación de las maestras y maestros de toda la República. Además de desarrollar una elaboración teórica de alta calidad en sus labores académicas y docentes, la intervención del PUEG en realidades sociales ha resultado estratégica, y por este trabajo que impulsa la generación de conocimiento al mismo tiempo que alienta una conciencia sobre la justicia social es que obtuvo el Premio Hermila Galindo de la Comisión de Derechos Humanos del DF. Para celebrar esta larga etapa de actividades académicas, de difusión y de extensión, el PUEG ha producido dos libros y un video que se presentarán próximamente. El primero, Pedagogías en espiral, consiste en ensayos de corte académico sobre los “giros” de su propuesta pedagógica, y se presentará el 18 de octubre a las 12:00 horas (Unidad de Seminarios Ignacio Chávez, Vivero Alto), acompañado del video De pintas. Tal vez el segundo, En la punta de la lengua. Al filo de la imagen, El PUEG a veinte años, exprese mejor la notable trayectoria de este programa de la UNAM, en especial su forma de cruzar lo crítico-intelectual con lo político-social. Este libro no es un registro histórico ni un libro laudatorio. Convencido de la necesidad de compartir experiencias a partir de flashazos de lo que ha sido el recorrido de estos 20 años, el equipo del PUEG apostó por un libro bello, desafiante y lúdico. Éste se presentará, junto con el video, el 25 de octubre a las 18:00 horas en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (Flores Magón 1). Ahí nos veremos.

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