CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los ataques con misiles a dos centros hospitalarios y una escuela en Siria dejaron al menos 21 muertos. La nueva escalada, que las autoridades turcas han atribuido a Rusia, se produce a solo tres días de que los representantes de 17 países reunidos en Múnich llegaron a un acuerdo, el viernes 12, para lograr un “cese de hostilidades” en la guerra de Siria. El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, acusó a Rusia de actuar como una "organización terrorista" y prometió una dura respuesta. "Si Rusia continúa comportándose como una organización terrorista y forzando a los civiles a huir, llevaremos a cabo una respuesta decisiva", dijo Davutoglu durante su visita a Kiev. "Desafortunadamente los ataques contra civiles continúan en Siria, y estos los están llevando a cabo tanto los rusos como grupos terroristas", apuntó. En Azaz, provincia de Alepo –controlada por los rebeldes junto a la frontera con Turquía–, 14 personas perdieron la vida y alrededor de 30 resultaron lesionadas por el impacto de varios misiles contra un hospital infantil, un colegio y otras zonas. Al menos cinco misiles cayeron sobre el nosocomio y en una escuela cercana donde se albergaban refugiados que huyen de la ofensiva lanzada por el Ejército sirio, según fuentes médicas y testigos. En otro ataque aéreo contra un hospital gestionado por Médicos Sin Fronteras (MSF) cerca de Marat al-Numan, en la norteña provincia de Idlib, otras siete personas perdieron la vida y varias resultaron lesionadas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). “Un edificio que albergaba un hospital apoyado por MSF fue íntegramente destruido el lunes, seguramente por aviones rusos, en Hadiyé, localidad al sur de Marat al-Numan”, denunció el OSDH. La organización humanitaria MSF condenó y calificó de “deliberado” el bombardeo contra el hospital, y confirmó que además hay ocho trabajadores desaparecidos. El coordinador general de MSF en Siria, Massimiliano Rebaudengo, destacó que la destrucción del nosocomio dejará sin atención médica a unas 40 mil personas. No es la primera vez que un centro médico que recibe apoyo de MSF es atacado en Siria. El pasado viernes 5 tres personas murieron y otras seis, entre ellas una enfermera, resultaron heridas por un bombardeo contra el hospital de Tafas, en el sur de Siria. Desde 2012, Médicos Sin Fronteras gestiona seis hospitales en el norte de Siria y 153 centros de cuidados médicos en todo el país.