Corrupción, tema central del debate entre líderes del PRI y de Morena en Campeche

miércoles, 14 de junio de 2017 · 21:23
CAMPECHE, Camp. (apro).- El esperado debate entre los líderes estatales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de Morena, Ernesto Castillo Rosado y Manuel Zavala Salazar, respectivamente, no satisfizo las expectativas. Siempre polémico, en esta ocasión llamó la atención la tibieza de los argumentos con que Zavala Salazar respondió a los embates de Castillo Rosado, por quien finalmente se dejó avasallar en el último tramo de la discusión. El pasado viernes 2, el dirigente priista retó públicamente a Zavala para debatir sobre la “cadena de corrupción” en Morena. Este último aceptó, pero aquel lo eludió. Ante la insistencia de Zavala Salazar, quien ayer lo sorprendió en plena sesión del Congreso local, Castillo Rosado se vio obligado a acordar la fecha, lugar y hora para el encuentro, que quedó pactado para este miércoles en uno de los salones del hotel Holliday Inn. A petición de Zavala Salazar, el periodista de origen cubano Vladimir de la Torre Morín fungió como moderador. Supuestamente para afinar detalles, ambos oponentes se reunieron anoche con el moderador en el sitio convenido, hecho que fue mal visto por muchos, y aún más por el desempeño que tuvo el morenista en el debate, dado que escatimó sus señalamientos sobre las acusaciones de corrupción y abuso de poder que pesan sobre el gobernador Alejandro Moreno Cárdenas y miembros de su gabinete. Cada participante llevó hasta diez acompañantes, y el encuentro se dividió en diez rondas de tres minutos para que cada uno expusiera sus argumentos. Fue abierto a los medios de comunicación y se transmitió en vivo a través de las redes sociales. “Este es un ejercicio inédito en la historia democrática de Campeche y de México”, destacó al inicio el moderador, antes de cederle los micrófonos a Castillo Rosado, quien abrió el debate con críticas al presidente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, de quien dijo “hace todo lo que critica”. Asimismo, instó a su oponente a que aprovechara esta “oportunidad histórica” de mostrarse ante los “millones de mexicanos” que verían el debate como un “hombre de ideas y no de impulsos, demostrar que puedes debatir de forma civilizada y con respeto”. Y soltó: “Sabemos que estarías más cómodo con un megáfono en una plaza pública repitiendo la misma mentira esperando se haga realidad, a que hagas un esfuerzo sobrehumano a que te guíes por las normas”. Zavala le respondió que en Morena ven con preocupación que a punto de terminar el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto (quien prometió “Mover a México”) y a dos años de que inició su gestión el gobernador Moreno Cárdenas (el cual ofreció hacer “crecer en grande” a Campeche), todos los sectores aseguran que “las cosas van mal”. Y pidió a Castillo que “le pase a su amigo el gobernador” las demandas y el sentir de la gente, porque en su partido “no quieren escuchar” que “se siente dueño del país y tiene sumida a la gente en la pobreza”. El PRI ha pagado en las urnas sus errores, dijo Castillo, y reconoció que aunque algunos gobernadores “se convirtieron en delincuentes”, en Campeche Moreno Cárdenas sí tiene autoridad moral y un gobierno que “ha dado resultados históricos en crecimiento, desarrollo y combate a la corrupción”. Insistió en sus acusaciones de corrupción contra la candidata de Morena a la gubernatura del Estado de México, Delfina Gómez, aunque más adelante reconoció que a los de ese partido “les fue requetebien” porque es una mujer “bien preparada y capacitada”. Y preguntó: “¿De qué ha vivido Andrés Manuel López Obrador durante décadas? El peje que sí resultó lagarto”, añadió. Zavala respondió que la corrupción de los priistas, quienes han amasado enormes fortunas a costa de saquear al pueblo, tiene sumido al país en la pobreza, y lo único que “crece en grande –dijo– es la impunidad”. Añadió: “Los corruptos quieren señalarnos de corruptos”, y consideró “inaceptable que sigan con el discurso lleno de mentiras. No nos quieran equiparar cuando no hay pruebas de sus acusaciones”, subrayó el morenista. De igual manera, denunció que el gobierno ha utilizado todo el aparato de Estado para calumniar, en lugar de usarlo con total honestidad para ir tras los corruptos. “Viven en la dictadura perfecta creando cajas chinas”, lanzó. Castillo insistió en que Peña Nieto y Moreno Cárdenas “han combatido la corrupción de forma histórica”, y resaltó que hay ocho gobernadores sujetos a procesos judiciales porque defraudaron la confianza ciudadana. En contraparte, agregó, políticos cercanos a López Obrador, como Ricardo Monreal, Manuel Bartlett, Elba Esther Gordillo “y tu ‘padrina’ Layda (Sansores) no necesitan mayor presentación”. Tras señalar que es “lastimoso ver” como Castillo repite los discursos de su líder nacional, Enrique Ochoa Reza, insistió en la necesidad de combatir la corrupción de manera frontal, y pidió al priista que le diga a su amigo el gobernador, que solicite al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que exhiba los expedientes que tenga sobre los morenistas, si es que hay algún asunto de corrupción. “Si realmente estuvieran combatiendo la corrupción, no habría impunes”, añadió, y mencionó las “casas blancas” de la esposa del presidente, Angélica Rivera, y de Moreno Cárdenas. El costo de esta última se ha estimado en 100 millones de pesos. “Sólo ‘caen’ gobernadores cuando el PRI tienen problemas electorales”, acotó. El morenista también expuso el caso del nuevo Puente de la Unidad, obra que se planeó con recursos de Petróleos Mexicanos (Pemex) desde el sexenio de Felipe Calderón, pero quedó inconclusa. En campaña, Peña Nieto prometió terminar la edificación, pero finalmente será el gobierno del estado el que lo haga con deuda pública. El priista respondió a Zavala que la primera “casa blanca” que hubo en Campeche fue la del exgobernador Carlos Sansores Pérez, ubicada en el barrio de Guadalupe, con una superficie de 4 mil 230 metros cuadrados. También mencionó la casa de playa de la familia de la senadora Layda Sansores, con una superficie de 7 mil metros cuadrados, “producto del latrocinio”, y lo invitó a acudir al Registro Público para revisar “otras propiedades en Campeche y en la Ciudad de México”. Zavala reviró que esa “casa blanca” data de 1905 y no cuenta con helipuerto, como la de Moreno Cárdenas, y que los morenistas tampoco tienen a su disposición aviones privados, ni departamentos en Miami. “La ‘juniorcracia’ se cree la casta divina de Campeche y no siente las necesidades del pueblo, por lo que no les importa que a causa de los saqueos queden obras inconclusas como el Hospital del Niño de Ciudad del Carmen, y que en los pueblos no tengan ni para darle paracetamol a los niños”, soltó. De inmediato, Castillo pidió a Zavala que lo invite a los pueblos, en su lujosa motocicleta de más de 400 mil pesos, para llevar esos medicamentos. Molesto, el líder estatal de Morena aseguró que su moto no tiene ese costo, y retó al priista a renunciar a la dirigencia de su partido si le comprueba lo que en realidad vale. Castillo eludió el reto. Zavala le recordó al priista su viaje a Alaska, pero luego desvió el tema para referirse a los estragos que han causado las “mal llamadas” reformas estructurales impuestas por el PRI. El priista también le recordó a Zavala el viaje de una semana que hizo a Colorado, Estados Unidos, uno de los hijos de López Obrador, en el que, dijo, “gastó 150 mil pesos”, y le agradeció que sacara el tema “porque eres fácil de predecir”. Luego le pidió que dijera de qué vive. En su defensa, el morenista dijo que no tiene nada que ocultar, que ha trabajado en política durante 20 años y posee un patrimonio familiar “y eso lo sabe hasta Alito”. Cuestionó a Castillo sobre los actos de represión y el derramamiento de sangre provocado por los gobiernos priistas, a lo que aquel reviró señalando el supuesto apoyo que López Obrador dio a los gobiernos de Cuba y Venezuela, y criticó el lenguaje de Layda Sansores y el nepotismo del “peje que sí nos resultó lagarto”. Aunque se esperaba que Zavala respondiera al priista remarcando el nepotismo de Moreno Cárdenas, la falsificación de documentos, su ostentación y autoritarismo, así como sus intentos por someter a los medios de comunicación, no hizo mención alguna al respecto, sólo expresó que la “Amlofobia es porque a los priistas les preocupa perder su gallina de los huevos de oro”. El debate, informaron los participantes, costó 12 mil pesos, pagados en partes iguales por los participantes.

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