WASHINGTON (apro) – Jared Kushner, el yerno del presidente de Estados Unidos Donald Trump, aseguró que “no se coludió” con los rusos para socavar las elecciones presidenciales de noviembre de 2016. A unas horas de presentarse a testificar ante el Comité de Inteligencia del Senado, que lleva a cabo la investigación sobre la presunta colusión entre los rusos y la campaña presidencial de Trump; Kushner se curó en salud. “No tuve contactos inapropiados, no me coludí con nadie ni sé de alguien en la campaña que se haya coludido con ningún gobierno extranjero”, sostiene el yerno de Trump en el testimonio que leerá ante el Comité senatorial que fue develado por la Casa Blanca. El también asesor presidencial sostiene que él sí asistió a una reunión celebrada en junio del año pasado a la Torre Trump en Nueva York, para reunirse con una abogada rusa que presuntamente les entregaría información negativa sobre la entonces candidata presidencial Hillary Clinton. “Pero yo no sabía con quién me reuniría ni de qué se trataría la reunión”, indica Kushner en su declaración. El influyente yerno de Trump aclaró que fue a la sesión en la Torre Trump por invitación de su cuñado Donald Trump Jr. En el testimonio de Kushner de 11 páginas, explica a los legisladores que a esa reunión llegó tarde y que no estaba interesado en lo que se hablaba en el encuentro, por ello mando un correo electrónico desde su teléfono celular a uno de sus asistentes para que entrara a rescatarlo, argumentando que alguien lo buscaba con urgencia. La sesión de junio es una de las muchas piezas de la investigación que llevan a cabo los comités de Inteligencia del Congreso federal y el Departamento de Justicia bajo la mano de Robert Mueller, fiscal independiente para el caso. El hijo mayor del presidente Trump fue quien presuntamente organizó la sesión con la abogada rusa en junio. Kushner, en su testimonio, afirma que él ni siquiera leyó el correo electrónico que envío su cuñado para informar el motivo del encuentro. Respecto a sus contactos con los rusos, el yerno presidencial explica que fue hasta después de las elecciones de noviembre del año pasado cuando comenzó a tejer sus lazos con la presidencia de Vladimir Putin, pero solo por interés nacional de Estados Unidos. “El hecho de que después de las elecciones se me solicitara iniciar un diálogo (con los rusos) es una sólida evidencia de que yo no sabía que existía alguna relación antes de los comicios”, señala el yerno del presidente Trump. Las investigaciones del Capitolio y la del Departamento de Justicia, buscan esclarecer si la campaña de Trump se coludió con el gobierno de Putin para manipular las elecciones de 2016 en contra de Clinton. Tanto el hijo mayor del presidente como Paul Manafort, exjefe de la campaña electoral de Trump, podrían ser otros testigos que se presenten ante los comités legislativos para responder a las preguntas de los congresistas sobre el escándalo conocido ahora como “Rusiagate”.