CHILPANCINGO, Gro. (apro).- El gobernador Héctor Astudillo Flores evadió el tema del gasto millonario en promoción turística de Acapulco que contrasta con la ausencia de visitantes internacionales y la escasa inversión para prevención del delito en esta entidad en la que la violencia no cesa, y pidió a su secretario de Turismo hacerse cargo de las aclaraciones a que haya lugar. Cuando se le preguntó al mandatario si está justificado el gasto de más de 99 millones de pesos durante los primeros seis meses de este año por su administración a través del Fideicomiso para la Promoción Turística de Acapulco (Fidetur), Astudillo dijo: “Habría que ver cuáles son las realidades de lo que se dice para que se hagan las aclaraciones y en su caso las correcciones correspondientes”. El mandatario fue entrevistado esta mañana en la sede del Poder ejecutivo al término de un acto oficial donde enfocó su discurso en los tres años de su administración y “logros” que contrastan con su promesa principal de campaña de “orden y paz”. Sobre el caso del Fidetur, dijo que había solicitado al secretario de Turismo, Ernesto Rodríguez Escalona que aclare públicamente el tema del gasto ejercido de enero a junio de este año, con base en cómo manejan los recursos públicos, obtenidos del impuesto del 3% que tienen que pagar hoteleros al gobierno estatal. “Soy el más interesado que las cosas se hagan bien y por supuesto que las cosas se aclaren por el bien del propio gobierno y por el propio bien de la institución”, matizó Astudillo. El pasado viernes 5, Apro informó que El gobierno de Héctor Astudillo Flores gastó, a través del Fideicomiso para la Promoción Turística de Acapulco (Fidetur), más de 99 millones de pesos en el primer semestre de este año para organizar eventos elitistas y realizar viajes al extranjero con el propósito de “reposicionar la imagen” de Acapulco como destino turístico. A pesar del millonario gasto que ha realizado este año la administración de Astudillo, sólo en promoción turística de Acapulco, esta ciudad es considerada como uno de los lugares más violentos y peligrosos en el mundo, al grado que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá recomiendan no viajar a este balneario del Pacífico mexicano que fue la cuna del turismo en el país. Y en contraste con el gasto en promoción turística, este año el gobierno de Enrique Peña Nieto destinó poco más nueve millones a Guerrero como parte del Programa Nacional de Prevención del Delito (Pronapred).