Nos están entregando un país en quiebra, arenga López Obrador en el Zócalo

sábado, 1 de diciembre de 2018 · 21:23
CIUDAD DE MÉXICO (apro).– El presidente Andrés Manuel López Obrador acusó que el gobierno de Enrique Peña Nieto, al que hoy sustituyó, le entrega “un país en quiebra”. En su largo discurso en el Zócalo, en el que enlistó exhaustivamente las cien acciones y programas que implementará desde ya en su gobierno, López Obrador prometió que el precio de las gasolinas aumentará sólo lo correspondiente a la inflación y prometió que luego de tres años bajarán. “Ténganme confianza”, clamó.
“Nos están entregando un país en quiebra, sobre todo lo que tiene que ver con la industria petrolera y eléctrica”, acusó
López Obrador dijo que está hablando con los trabajadores del sector energético para afrontar ese problema. “Vamos a rescatar estas dos grandes industrias del pueblo de México”, prometió. Detalló que, a la mitad del sexenio, cuando se construya la nueva refinería y se rehabiliten las existentes, bajarán los precios de las gasolinas. “Ese es mi compromiso”. El nuevo presidente de México, quien recibió el bastón sagrado de mando que le entregaron los 68 pueblos originarios de México, pidió también el respaldo de los mexicanos. “No me dejen solo”, clamó.   “Sin ustedes, los conservadores me avasallarían” Y ante la algarabía y los gritos de apoyo, exclamó: “Sin ustedes, los conservadores me avasallarían, pero con ustedes me van a hacer lo que el viento a Juárez. Yo ya no me pertenezco, soy del pueblo de México”. Antes, al iniciar su largo discurso, fijó como el principal objetivo de su gobierno “la purificación de la vida pública de México”. Después de recibir el bastón de mando, López Obrador ratificó también su promesa de no robar, no mentir y no traicionar al pueblo de México. En lo que fue su segundo discurso presidencial, ante el Zócalo pletórico de seguidores, el nuevo presidente de México recordó que en el Congreso habló sobre el antiguo régimen y las nuevas reglas para la cuarta transformación que, definió, será “una nueva modernidad forjada desde abajo y para todos”. Y enseguida estableció que, una vez que fue purificada la investidura presidencial, reunió en una frase lo que se anhela: “La purificación de la vida pública de México”. Emocionado, López Obrador participó en una emotiva ceremonia sagrada, a la que se sumaron los miles de personas asistentes. Y ante ellas se comprometió a que los pueblos indígenas tendrán especial atención.
“Es una ignominia, una vergüenza, que nuestros pueblos indígenas vivan desde hace siglos en la opresión y el racismo”.
Ante la multitud, compactada en la plancha del Zócalo, López Obrador detalló todos los programas sociales de su administración.

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