MADRID (apro).— Por orden de la Audiencia Nacional, la Policía Nacional acudió este martes a las sedes de los diarios digitales Moncloa.com y El Confidencial para requerirles toda la información de la llamada Operación Trampa relacionada con el espionaje ordenado por la directiva del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) en España, contra miembros del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y así como contra financieros y empresarios que en el pasado buscaron tomar el control de esa entidad financiera. Ambos medios destaparon en los últimos días este escandaloso caso de espionaje empresarial del banco, entonces dirigido por Francisco González, que fue llevado a cabo por el oscuro excomisario policial José Manuel Villarejo. La orden de requerir la información provino del juez de instrucción Manuel García Castellón, con ello abrirá una nueva investigación sobre esta trama de espionaje empresarial. El magistrado de la Audiencia Nacional tiene a su cargo toda la investigación sobre los presuntos delitos y corruptelas del comisario Villarejo, denominada Operación Tandem, y que provocó su prisión, en noviembre de 2017. En las últimas fechas este operador de las cloacas del Estado viene filtrando a la prensa innumerables grabaciones y expedientes que implican a políticos y empresarios, incluso, al rey emérito Juan Carlos de Borbón, en posibles pasajes de corrupción o componendas políticas. El propio presidente Pedro Sánchez advirtió que el Estado no se dejará chantajear por nadie, en el entendido que Villarejo está destapando esta información para obtener alguna mejora en su situación procesal y carcelaria. Detenido en noviembre de 2017, el comisario jubilado es acusado de los delitos de cohecho, blanqueo de capitales y asociación delictuosa. El diario El País publicó entonces que en la denuncia anónima contra Villarejo contenía un encargo que recibió en 2012 de un alto cargo de Guinea Ecuatorial, a través de otro jefe policial, Carlos Salamanca, para investigar a uno de los hijos del presidente Obiang, Gabriel Mbaga Obiang Lima, para buscarle trapos sucios y difundirlos en medios de comunicación afines al excomisario, a los que filtraba todo tipo de informaciones. Los blancos del espionaje De todas las informaciones que se han ventilado, la más reciente es sobre el espionaje que le ordenó el BBVA para espiar a los directivos de la constructora Sacyr y a su entonces presidente Luis del Rivero, quienes maniobraban para tomar el control del banco y deshacerse de Francisco González. En esa operación hostil, que contó con el presunto visto bueno de miembros del gobierno de Zapatero, la directiva del banco respondió espiándolos. Entonces, BBVA contrató a la empresa Cenyt propiedad de Villarejo, que intervino cuatro mil líneas telefónicas y consiguió 15 mil intervenciones telefónicas, incluida a la vicepresidenta del gobierno María Teresa Fernández de la Vega y al jefe de la oficina Económica de La Moncloa, sede del gobierno, Miguel Sebastián. También habría vigilado al entonces número dos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CMNV), Carlos Arenillas, a quien no solo tomó fotografías de sus desplazamientos en los vehículos oficiales, sino en su propio domicilio madrileño. Unidos Podemos, el partido que preside Pablo Iglesias, solicitará la comparecencia en la comisión de Seguridad Nacional del Congreso de los Diputados del expresidente del BBVA Francisco González por “ordenar espiar al Gobierno” en el marco de la operación Trampa. El secretario general de Podemos, Pablo Echenique, señaló que también pedirán la comparecencia de José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de Bankia, ya que en el momento de los hechos –noviembre de 2004 y febrero de 2005—fungía como el consejero delegado de BBVA. En un comunicado, la actual directiva del banco reconoció que sí se contrató a la empresa del policía retirado, pero no tienen registro documental de ningún tipo de espionaje. Si bien el espionaje detectado se centra en España, cabe recordar que el segundo banco español tiene su filial más importante en México, que es BBVA-Bancomer, de donde proviene el grueso de sus dividendos.