VILLAHERMOSA, Tab., (apro).- Para el exgobernador Andrés Granier Melo, la prisión  domiciliaria es el primer paso para demostrar su “absoluta y total inocencia” de los cargos que se le imputan de peculado y defraudación fiscal equiparada. Mediante una carta enviada a un noticiero de radio local y difundida hoy, dirigida a la opinión pública y al pueblo de Tabasco, el exmandatario priista dice que la decisión de la autoridad judicial de concederle el derecho de continuar desde su casa los procesos que enfrenta, “es el primer paso hacia la justicia definitiva en este caso”. “Todos saben que siempre he sido un hombre de palabra y que siempre he dado la cara. En medio de la tempestad de descalificaciones, regresé a hacer frente a las acusaciones que se hicieron en mi contra demostrando y convencido de mi absoluta y total inocencia”, refiere. Y que, como hasta ahora, continuará luchando hasta obtener su absoluta libertad, “con respeto, discreción y haciendo uso de las propias herramientas que la ley me brinda”. Destaca que México vive nuevos tiempos, “donde la justicia pondrá a cada quien en el lugar de la historia que le corresponde”, y que, “la verdad se abre paso en medio de la mentira, las instituciones de justicia y el pueblo, ya comenzaron a dar su veredicto”. Asimismo, agradece las muestras de efecto, cariño y solidaridad de quienes, han creído en su inocencia y han estado al pendiente de su salud. También reconoce a los medios de comunicación, que “alejados del juicio sumario” de que ha sido objeto, han dado seguimiento a su caso informando con objetividad y pluralidad. [caption id="attachment_568485" align="aligncenter" width="574"] La carta del exgobernador, Andrés Granier. Foto: Especial[/caption] El pasado viernes 18, Granier Melo abandonó la Torre Médica del Reclusorio Femenil Tepepan de la Ciudad de México, donde permaneció cinco años y medio, y regresó a su casa de Coyoacán, tras concedérsele prisión domiciliaria. El 7 y 15 de enero, los juzgados Cuarto de Distrito y Tercero de lo Penal de Tabasco, le concedieron ese beneficio por los dos procesos que enfrenta por defraudación fiscal equiparada y uno por peculado, respectivamente. Por peculado, en febrero de 2018 fue sentenciado a 10 años, 10 meses y 15 días de prisión, y reparación del daño al erario estatal por 196 millones 918 mil 209 pesos, presuntamente desviados del Seguro Popular en 2010.