CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Héctor Eduardo Cid Luna, estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desarrolló un dispositivo termoeléctrico para autos de combustión interna, que permite un ahorro de hasta 12% en el consumo de gasolina. Egresado de la carrera de Tecnología e integrante del Centro de Geociencias, con sede en Juriquilla, Querétaro, Cid Luna explicó que ese aditamento de alta eficiencia capta la energía térmica que desperdician los motores, para convertirla en energía eléctrica, misma que se aprovecha en el compresor del aire acondicionado y se genera un ahorro de 3% a 12%. Aunque los dispositivos termoeléctricos ya se aplican en automóviles, sobre todo en Alemania y Estados Unidos, destacó que esta es la primera vez que se les da uso directo en el compresor, por lo que su desarrollo está en proceso de patente. El universitario explicó que el ahorro del dispositivo es bajo para el uso corriente, sin embargo, para uso intensivo “es bastante bueno” si se toma en cuenta que 18.8% del total de los ingresos de los mexicanos se invierten en combustible. Cid Luna agregó que, al revisar el balance energético del país correspondiente a 2015, encontraron que es el autotransporte lo que más consume energía a escala nacional, con 40% por encima de lo que se utiliza en el hogar o la industria. Al investigar las causas del excesivo gasto de energía y revisar la eficiencia del automóvil de combustión interna, el medio de transporte más utilizado en nuestro país, con más de 36 millones y medio, descubrió que va de 20% a 25%, un porcentaje muy bajo para cualquier máquina. El estudiante detalló que alrededor de 70% de la energía que emplean estos vehículos se desperdicia en forma de calor liberado a la atmósfera, por lo que la tecnología tiende hacia los autos híbridos y eléctricos, pero su costo es inaccesible para el grueso de la población. En ese sentido, sostuvo que su objetivo es proporcionar alternativas de bajo costo a esa problemática. “En México hay un parque vehicular de aproximadamente 40 millones de autos de combustión interna, y eso no va a cambiar en décadas, por eso se requiere trabajar en esos automóviles. ¿Cómo podemos generar una tecnología para que no se desperdicie tanta energía en los carros convencionales? Nuestro objetivo es ahorrarla sin necesidad de comprar uno nuevo o hacer una inversión muy alta”, expresó. Este dispositivo termoeléctrico tiene un costo de aproximadamente tres mil pesos, cuya inversión para un usuario promedio es de año y medio, mientras que para un taxista es de tres meses, ya que si gasta alrededor de 12 mil pesos al mes en gasolina estaría ahorrando mil por el mismo lapso, sin contar la reducción directa de emisión de gases de efecto invernadero. Al detallar el funcionamiento del dispositivo termoeléctrico, mencionó que su núcleo convierte los fonones (vibraciones que conducen el calor) en corriente eléctrica, es decir, en electrones en movimiento, y la corriente obtenida se manda a un pequeño motor que “ayuda” al compresor del aire acondicionado para disminuir el uso del motor de gasolina. Los prototipos de este dispositivo con una vida útil de 10 años, y que requeriría de mantenimiento a los cinco, ya fueron probados en Querétaro, en dos modelos de autos compactos, y se espera el registro de patente para iniciar su comercialización a través de la empresa Energine, también creada por Cid Luna, con el propósito de dar a conocer su innovación, y a largo plazo busca enfocarse en los autos híbridos, a fin de integrar en ellos este dispositivo. Esta empresa, donde también participa la contadora Ana González, obtuvo el sitio de honor en la primera edición del concurso Impulso a la Innovación en la UNAM, convocado por la Coordinación de Innovación y Desarrollo, en la categoría de Modelo de Negocio del grupo Innovación Tecnológica, y fue finalista en el Premio Santander a la Innovación 2017. Además, hace unos meses Héctor Eduardo Cid recibió el Premio de la Juventud del Estado de Querétaro, y en unos días más iniciará sus estudios de doctorado.