BOGOTÁ (apro).- La Asamblea Federal rusa advirtió al Congreso colombiano en una carta divulgada este martes que cualquier acción militar contra Venezuela será interpretada como un acto “ilegítimo” de agresión contra un Estado soberano “y una amenaza a la paz y seguridad internacionales”. La carta, que le fue entregada por la Embajada de Rusia en Bogotá al presidente de Cámara de Representantes, Alejandro Chacón, fue interpretada por el legislador como “una amenaza directa” contra su país. El canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, rechazó “enfáticamente” las afirmaciones de la Asamblea Federal rusa y señaló que las “acusaciones” contenidas en la carta “no corresponden a la realidad y constituyen una distorsión de la posición de Colombia” frente a Venezuela. Colombia y Brasil han sido los principales aliados de Estados Unidos en Latinoamérica en la política de sanciones y aislamiento diplomático que desarrolla Washington ante el régimen chavista en Venezuela y la cual no descarta una intervención militar en ese país. Legisladores de oposición han pedido al gobierno colombiano evitar comprometerse con Washington en una acción militar contra Venezuela e impedir que su territorio sea usado por tropas estadunidenses en una eventual incursión contra la vecina Venezuela. La carta de Asamblea Federal rusa al Congreso colombiano es producto de una resolución que tomó el organismo legislativo el pasado 27 de febrero al analizar el tema venezolano y la cual ha sido puesta de conocimiento, a través de conductos diplomáticos, a varios Estados y organismos multilaterales. El legislador Alejandro Chacón consideró que la carta es una “advertencia” rusa al Congreso colombiano pues la Constitución local prevé que el paso de tropas extranjeras por el territorio o una declaratorio de guerra contra otro Estado debe ser aprobada por el Senado de este país. En su resolución, la Asamblea Federal Rusa afirma que el intento de Estados Unidos de ingresar ayuda humanitaria a Venezuela desde Colombia y Brasil, el pasado 23 de febrero, tuvo por objeto “provocar una guerra civil a gran escala y llevar a cabo en lo sucesivo una intervención armada” en el país gobernado por Nicolás Maduro. Además, condena las declaraciones de dirigentes opositores venezolanos y políticos extranjeros que “incitan a la violencia y al derrocamiento de las autoridades legítimas de Venezuela”. Rusia, uno de los principales aliados internacionales de Maduro junto con China, envió hace unos días un grupo de militares a Venezuela que, según una declaración oficial, están cumpliendo labores de “mantenimiento” de equipo bélico. El canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, aseguró este martes que el régimen de Maduro es “ilegítimo y usurpador” y que todas las acciones de su país frente a la “crisis multidimensional” que atraviesa Venezuela se han hecho en el marco de “la legalidad, la solidaridad y la responsabilidad”. Colombia, dijo Trujillo, “reitera que la transición a la democracia debe ser conducida por los propios venezolanos pacíficamente y en el marco de la Constitución y el derecho internacional, apoyada por medios políticos y diplomáticos, sin uso de la fuerza”. En ese sentido, agregó, “cualquier despliegue o incursión militar en apoyo al régimen de Nicolás Maduro pone en riesgo la transición democrática y la normalización constitucional en Venezuela, y constituye una amenaza a la paz, la seguridad y la estabilidad en la región”.