CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En medio de protestas de productores en al menos 14 entidades del país por la reducción del gasto en materia agrícola, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural,  Víctor Villalobos, se congratuló por el “éxito” del programa de dotación de fertilizantes, aunque admitió que éste no ha estado exento de actos de vandalismo, secuestros y violencia, particularmente en el estado de Guerrero En su participación en la conferencia mañanera y luego de concluir el plazo para la entrega de fertilizantes en Guerrero, el funcionario reconoció que la mecánica de entrega, directa, ya sin intermediarios, lesionó intereses que provocaron reacciones extremas. “El programa no ha estado exento de imponderables como vandalismos, problemas en el transporte, cierre de carreteras e incluso algunos actos de secuestro y de violencia, pero la tensión ha ido a menos”, dijo. Villalobos garantizó que, si bien resulta complicado cubrir el 100% de la demanda por diversas circunstancias, la mayoría de los pequeños productores y comunidades indígenas podrán contar con el fertilizante. Hasta ahora, dijo, las zonas con más obstáculos para la entrega de fertilizantes son aquellas que tienen márgenes extremos de pobreza, aunque reconoció que se llevan a cabo reuniones con líderes y presidentes municipales para retirar los bloqueos y facilitar el acceso a los productores. El titular de la Sader también dijo que los productores que cuentan con vales y no han recibido el fertilizante pueden acudir a recogerlo en los Centros de Distribución hasta el 6 de agosto. Según la Sader, de 233 mil 235 productores registrados en el padrón, 229 mil 650 ya cuentan con vales para recibir el fertilizante. El presidente Andrés Manuel López Obrador intervino para comentar que en el programa se invirtieron alrededor de mil 500 millones de pesos y que va a significar “más alimentos, más comida para la gente”. Además, defendió la metodología usada para entregar el fertilizante, a pesar de las resistencias. “Como todo lo que estamos haciendo, el programa ha generado inconformidad porque ahora se entrega de manera directa a los productores y ya no a las organizaciones. “Era el colmo, se entregaban recursos hasta a las organizaciones no gubernamentales y se quedaba en la intermediación o en actos de corrupción. Líderes con camionetas de lujo, cinto piteado, sombrero texano, camisa de marca. Se acabó el moche, el piquete de ojos”, dijo. Y remachó: “Había potentados que estaban acostumbrados a recibir créditos y no pagarlos; potentados de sector económico o político que cometían fraude y lo usaban de impunidad; integrantes de la llamada sociedad civil que recibían apoyos del gobierno. No pagaban impuesto si eran beneficiados con deducciones para financiar actividades de cualquier tipo... Dirigentes sindicales que además de lo establecido en el contrato colectivo, recibían recursos adicionales del gobierno. Se acabó”.