Justo el domingo pasado, un día después de la matanza en un Walmart de El Paso, el cantante country Jason Isbell publicó en su cuenta de Twitter una de las frases retóricas que suelen postear las celebridades para ser parte de la conversación: “Si estás aquí discutiendo la definición de ‘arma de asalto’ hoy eres parte del problema. Sabes qué es un arma de asalto y sabes que no la necesitas”.
Horas después le respondió el usuario William McNabb, un residente de Arkansas que se describe en su minibiografía de Twitter como marido, padre, cristiano, libertario, alumno de la Universidad de Carolina del Oeste y fan de Pearl Jam y de los Medias Rojas de Boston: “Pregunta legítima para los estadunidenses rurales: ¿cómo mato a los 30-50 cerdos salvajes que corren en mi patio en 3-5 minutos, mientras mis hijos pequeños juegan?”
De forma súbita, el hilo de la conversación se fue llenando de respuestas jocosas que pretendían exhibir la supuesta naturaleza absurda de la pregunta. Como suele ocurrir, fragmentos de películas o caricaturas que mostraban estampidas de jabalíes sirvieron al propósito de ridiculizar al autor de la pregunta.
Incluso los personajes de Dragon Ball entraron al quite:
Al igual que el Rey León:
Y Peppa Pig:
Y hubo quien creó un
videojuego para computadora con gráficos elementales, aunque una versión más sofisticada luciría así:
El típico meme de las banderas apareció con la duda de cuántos jabalíes amenazan a los niños en cada país (por esta vez, México no es el que aparece al final de la lista).
La conversación y las variaciones que tuvieron los chistes –aplicados incluso a dinámicas personales de los usuarios, con una joven tuitera que posteó “30-50 cerdos salvajes suena a la historia de mis citas”– ameritaron varias notas en los medios estadunidenses. El portal
The Next Web de plano consideró que el meme de los jabalíes encapsulaba el mejor lado de internet.
El autor de la nota, Callum Booth, argumentó que la explosión de humor fue una forma de responder a la tragedia del domingo, a la que se suma la tragedia de que, por más matanzas que pasan, las leyes sobre control de armas nunca cambian.
“Hay una impotencia en ver que sucede lo mismo horrible y evitable una y otra vez, y nadie en el poder levanta un dedo. Es un sentimiento terrible y aplastante, pero el humor le da a la gente un escape, una forma de encontrar algo de conexión y humanidad en una situación monstruosa”, asegura.
“El meme del jabalí no se trata solo de burlarse de alguien que cree que necesita una ametralladora para proteger a sus hijos de un enjambre de cerdos, aunque eso definitivamente es parte de la diversión. No, es algo más que eso. Es una forma de tomar el control de lo incontrolable”.
Dylan Matthews, del portal Vox, consideró que los más de 50 mil tuits que generó la pregunta de McNabb logró posiblemente el único buen día en Twitter en toda la historia de esa red.
Pero no sólo fue una buena noticia por eso: también dio para reflexionar acerca del desconocimiento que tienen los estadunidenses respecto de lo que ocurre en la zona rural. Porque el tema de los jabalíes sí es un problema real.
Una reportera de la revista
GQ consultó con autoridades agropecuarias estadunidenses y encontró que, contra sus prejuicios, los enjambres de jabalíes sí existen, aunque no llegan a 30 o 50, sino a lo mucho a 20. Principalmente destruyen patios residenciales, cultivos agrícolas, hábitat nativo y ecosistemas. Acaban también con sitios culturales e históricos como los cementerios y pueden ser portadores de enfermedades como la brucelosis porcina y las seudorrabias. Son un problema grave en Arkansas… y también en Texas, el estado donde ocurrió la matanza.
El propio McNabb se tomó con humor las mofas pero se dio la paciencia de explicar con tuits posteriores que una escopeta no es suficiente para combatir esa plaga. El debate que abrió parece abrir luz del por qué es tan complicado el tema del control de armas en una sociedad como la estadunidense.