Giuseppe Conte dimite y deja a Italia sin gobierno

martes, 20 de agosto de 2019 · 18:23
ROMA (Apro).- Giuseppe Conte ya no es el primer ministro de Italia. Casi dos semanas después de que la ultraderechista Liga de Matteo Salvini anunciara la ruptura de la coalición del gobierno con los populistas del Movimiento 5 Estrellas (M5S), Conte renunció este martes a su cargo tras un debate parlamentario con el cual oficializó finalmente el fin de la coalición integrada por las dos fuerzas políticas tras las elecciones de marzo de 2018. Conte explicó su decisión con una larga intervención en el Senado italiano, en la que criticó duramente a Salvini y que obtuvo numerosos aplausos por parte del M5S, el cual, ante una parcial marcha atrás del ultraderechista en los últimos días, se cerró a toda posibilidad de seguir gobernando con éste. La decisión de Salvini no solo fue una “traición al Movimiento 5 Estrellas (M5S)”, sino también “un acto que persigue intereses personales y de partido” que “comprometió los intereses nacionales”, dijo Conte, en una intervención en la que también tachó a Salvini de “oportunista político” por su “grave gesto” y lo acusó de no haber dado explicaciones públicas sobre casos como el 'Rusiagate', por una posible financiación ilegal rusa a la Liga. El comportamiento de Salvini revela “una carencia de sentido institucional” y una falta de “respeto por las reglas”, subrayó. En una democracia son “necesarios los pesos y contrapesos”, recordó Conte. Y más aún. “No te lo he dicho nunca, Matteo (Salvini). Pero no se usan símbolos religiosos en actos políticos (…) Eso no solo puede ofender a algunos creyentes. También puede oscurecer el principio de laicidad, uno de los elementos fundacionales del Estado moderno”, añadió. Después de que el 8 de agosto anunciara su intención de poner fin a la coalición de Gobierno, Salvini “ostentó el rosario” en Calabria, donde hay un “santuario de la Ndrangheta (la mafia calabresa)”, eso significa “enviar mensajes que hombres de Estado no deben enviar”, abundó el senador del M5S Nicola Morra, presidente de la comisión antimafia del Parlamento. “Hacer votar a los ciudadanos es un ejercicio democrático. Pedirles de votar todos los años es de irresponsables”, recalcó asimismo Conte, al mostrarse reacio ante la posibilidad de convocar a nuevos comicios en el país en un plazo de tiempo breve. Conte concluyó mostrando su preocupación porque Salvini haya pedido “plenos poderes” a los electores. Italia no necesita de autoritarismos, explicó, al finalizar su alocución con un discurso europeísta. “Volvería a hacer lo mismo”, le respondió Salvini, en un discurso de unos veinte minutos que pronunció desde la bancada de la Liga, tras que la presidenta del Senado le pidiera al ultraderechista abandonar los bancos del gobierno. “Quien tiene miedo de la opinión de los italianos no es un hombre libre”, continuó el dirigente de la Liga, al que se vio visiblemente nervioso durante el debate y quien besó el crucifijo y citó al difunto papa polaco Juan Pablo II después de los reproches de Conte. “Me entero hoy de que usted no me soporta. Me ha acusado de irresponsable, peligroso, ineficaz, oportunista, autoritario”, dijo luego Salvini, dirigiéndose directamente a Conte. En cuanto a la Unión Europea, “la libertad no consiste en estar sometido a un patrón justo, se trata de no tener patrón alguno”, consideró Salvini, en lo que pareció ser un avance de un futuro programa político, claramente ultranacionalista. Tras este año como ministro de Interior, Italia es un país “más seguro”, abundó, sin indicar en cuáles indicadores se apoyaría esta afirmación (puesto además que las tasas de criminalidad han disminuido con continuidad en la última década). A renglón seguido, también se refirió a su política de puertos cerrados que, en las últimas semanas, ha mantenido a casi 500 inmigrantes rescatados por ONG en el medio del mar, sin autorizarles a desembarcar en Italia. “En Italia sólo entra quien tiene permiso”, dijo Salvini. De esta manera, después de meses de una intensa labor de sus colaboradores —en particular, su portavoz Rocco Casalino— para hacerle ganar peso e influencia dentro y fuera de Italia, Conte sale del Gobierno por la puerta grande. Lo hace con un popularidad que le coloca por delante de sus dos antiguos viceprimeros ministros, Salvini y Luigi Di Maio, el líder del M5S, según el último sondeo de Ipsos. En caso de nuevas elecciones, “más del 71% de los electores del M5S lo quisieran como el candidato a primer ministro de esa formación”, explicaba otro reciente sondeo, realizado por el instituto Termómetro Político el pasado 10 de agosto, cuando la crisis ya había explotado. “Eres una perla rara”, le dijo Di Maio, pocas horas antes del debate en el Senado. En este escenario, ahora se abren múltiples alternativas para el futuro político del país, en momentos en los que la economía de Italia se encuentra en dificultad por las cuentas públicas italianas y las presiones de las autoridades europeas. La dimisión de Conte, de hecho, hace que ahora sea el presidente Sergio Mattarella quien tenga que tomar las riendas de la crisis. Este mismo miércoles en la tarde, el jefe del Estado abrirá consultas para explorar si existe la posibilidad de una mayoría alternativa a la alianza entre la Liga y el M5S o, en caso contrario, convocar a elecciones. El presidente empezará con consultas con los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, Elisabetta Casellati y Roberto Fico, a lo que le seguirán un diálogo con el grupo parlamentario de las autonomías, los grupos mixtos de ambas cámaras y el partido izquierdista Libres e Iguales (LeU, por sus siglas en italiano). El jueves, en cambio, Mattarella se reunirá con el derechista Hermanos de Italia (FdI), el centroderechista Forza Italia (FI), el centroizquierista Partido Democrático (PD), la Liga y el M5S. En tanto, continuarán también las reuniones entre las fuerzas políticas, en particular el M5S y el PD, puesto que ambas fuerzas, juntas, tienen un número suficiente de votos para formar una coalición gubernamental si se alían. Algo que algunos analistas ven como una alternativa posible, ya que algunos representantes de ambas formaciones se han expresado a favor. “Sí a un diálogo con el M5S. Después veremos si se dan las condiciones para dar vida a un Gobierno”, dijo este mismo martes el portavoz del PD en el Senado, Andrea Marcucci. “Le recuerdo señor Salvini que usted hizo parte de este gobierno (con el M5S) con sólo el 17% de los votos”, agregó, en la misma línea, el exprimer ministro progresista Matteo Renzi, quien en los últimos días ha sido el verdadero artífice de la apertura del PD al M5S. La incógnita es qué papel tendrá el actual jefe del PD, Nicola Zingaretti, quien pertenece en la actualidad al ala menos disponible a un acuerdo con el M5S. En todo caso, “cualquier nueva fase política no puede empezar sin reconocer lo que ha ocurrido en estos meses”, dijo Zingaretti en una nota oficial divulgada por la Dirección de la formación.

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