Al menos 7 millones de niños recluidos sufren afectaciones a su salud, alerta la ONU

lunes, 18 de noviembre de 2019 · 19:52
CIUDAD DE MÉXICO (apro). - En el contexto del 30 aniversario de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertaron sobre la grave situación en materia de derechos humanos que atraviesa este sector de la población, así como los daños a la salud de menores en condición de privación de la libertad, que afectan a más de 7 millones de menores detenidos en todo el mundo. En la víspera del aniversario de la Convención, que se firmó el 20 de noviembre de 1989, la ONU-DH dio a conocer el “Estudio Global sobre Niños Privados de Libertad”, en el que se advierte sobre la situación de maltrato y daños a la salud 7 millones de niños internados “en distintos tipos de instituciones, centros migratorios de detención o custodia policial, prisiones y otros lugares de detención”. El responsable del estudio, Manfred Nowak resaltó que a menudo los menores privados de libertad están en instituciones para adultos, lo que conlleva a “riesgos de violencia, violaciones y asaltos sexuales”, por lo que recomendó “establecer sistemas especiales de justicia para menores, es decir, tribunales e instalaciones de detención para niños donde estén separados de los adultos”. De acuerdo al documento, 410 mil niños “se encuentran cada año en prisiones y centros de detención preventiva donde la violencia es endémica”, en tanto que 330 mil más son internados cada año en estancias migratorias de 80 países. Según el estudio, las políticas de seguridad “antiterroristas” impactan de forma particularmente agresiva contra “jóvenes detenidos por presuntos vínculos con conflictos armados o preocupaciones de seguridad nacional basadas en las publicaciones en redes sociales”. El documento se refiere a la situación de riesgo de que, al privarlos de su libertad, “sean maltratados o algo peor”, lo que ocurre a todos niveles, “desde niños reclutados por extremistas hasta niños de la calle, personas con discapacidad y otras personas que viajan con solicitantes de asilo y familias migrantes”. El autor del informe, Manfred Nowak, consideró que “la privación de libertad es la privación de la infancia”, por lo que recomendó a sustituir esa práctica por instrumentar programas de “familias de acogida”. Nowak, experto independiente en derechos humanos y hasta 2010 exrelator especial de la ONU sobre tortura, advirtió que en instituciones que privan de la libertad a menores prevalece “una disciplina estricta y mucha violencia”, lo que coloca en situación de vulnerabilidad a los menores sometidos a internamiento. El informe revela que el sometimiento a centros de internamiento provoca en los infantes ansiedad, depresión, pensamientos suicidas y estrés postraumático, en tanto que “los trastornos psiquiátricos para los niños detenidos pueden aumentar diez veces durante la detención, lo que también se correlaciona con la muerte prematura entre los niños una vez liberados”. En el noreste de Siria, se calcula que hay unos 29 mil jóvenes recluidos en zonas anteriormente dominada por los kurdos, “sospechosos de ser niños soldados o de tener vínculos con el terrorismo”, explico. Agregó que muchos de esos menores fueron reclutados por integrantes del Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL), o acompañaron a sus padres a la región cuando eran más pequeños. Al señalar que, de la cifra, 19 mil están detenidos con sus madres, Nowak destacó que “algunos nacieron en el campamento y ahora están detenidos en condiciones muy deplorables”. El informe, que se realiza a petición de la ONU cada diez años, refiere que en el mundo hay 410 mil niños internos en prisiones o centros de detención preventiva, tienen que sortear la violencia que prevalece en esas instituciones, y que es “endémica”. El experto de la ONU agregó que, del total de jóvenes detenidos, 94% están en esa condición son niños y fueron “acusados de ausentismo escolar, desobediencia y consumo de alcohol”, mientras que hay un millón más de jóvenes “bajo custodia judicial cada año”. Las cifras de niños afectados por la política de privación de la libertad, incluyen a 330 mil niños que están detenidos en 80 países por instituciones migratorias, en tanto que 670 mil más están en instituciones “que cumplen con la definición legal de privación de la libertad”. En el contexto de los 30 años de la firma de la Convención, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) publicó el informe “La Convención sobre los Derechos de los Niños en una encrucijada”, en tanto que la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), dio a conocer el “Estudio Global de la ONU sobre Niños Privados de Libertad”. En el informe de la UNICEF se advierte “los niños de familias de escasos recursos en los países de renta baja y media tienen el doble de probabilidades de morir por causas prevenibles antes de los cinco años que los hogares más ricos”. En la presentación, la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, resaltó que los “focos rojos” entre los niños que pertenecen a los sectores más desfavorecidos resaltan que “tienen el doble probabilidades de morir por causas prevenibles antes de los cinco años que de los hogares más ricos”. En regiones como África subsahariana, sólo la mitad de los niños de familias pobres fueron vacunados contra el sarampión, mientras que, en hogares ricos, la cifra es de 85%, de acuerdo a datos disponibles. Asimismo, “las niñas más pobres de algunos países corren mayor riesgo de contraer matrimonio infantil hoy que en 1989, a pesar de que este fenómeno ha disminuido considerablemente”. Los pendientes contrastan con los avances detectados tras la firma de la Convención, como lo es “la disminución de 60% de la tasa mundial de mortalidad de menores de cinco años”; la reducción del 18% al 8% de menores en edad escolar primara que no asiste a la escuela, así como la adaptación en legislaciones locales, de los principios rectores de la Convención, tales como “la no discriminación; el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo;  y el derecho a la protección”. La directora de UNICEF reconoció los avances, pero lamentó que “el progreso no ha sido uniforme y que los niños más pobres y vulnerables siguen estado en una situación de desventaja”. La funcionaria agregó que el informe hecho público este lunes alerta sobre las amenazas que acechan a los menores en el mundo, entre ellas “la pobreza, la discriminación y la marginación exacerbadas por los conflictos armados, la xenofobia creciente y la migración que ya afecta a millones de menores”. Los menores también corren riesgo ante la “crisis climática, cuyos efectos perjudicarían más a los niños desde el punto de vista físico, fisiológico y epidemiológico”, aunado a que estarían en peligro de salud ante “la desaceleración de las tasas de cobertura de la vacunación registrada en el último decenio”, situación que provocó en 2018 el resurgimiento de enfermedades como el sarampión, de manera que “se duplicaron los casos de esa enfermedad a nivel mundial”. Una amenaza más se refiere a que “la cantidad de niños en edad de asistir a la escuela primaria no ha bajado desde 2007 y muchos de los menores que van a clase no aprenden lo suficiente”. Ante la “encrucijada” en que se encuentra la Convención Internacional de los Derechos de los Niños, la directora ejecutiva de UNICEF llamó a los Estados a “amplia las medidas que han demostrado funcionar y a aumentar los recursos para que todos los niños gocen de los derechos que les garantiza la Convención”.

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