TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- Recluidos en el Centro de Reinserción Social para Sentenciados (Cereso) número 5 de San Cristóbal de las Casas, tres presos tzotziles reiniciaron este jueves una huelga de hambre para exigir que sus expedientes sean revisados de forma detallada, dado que en su proceso de detención y enjuiciamiento hubo diversas irregularidades, además de tortura. Con el acompañamiento del Centro de Derechos Humanos “Fray Bartolomé de las Casas”, los hermanos Abraham y Germán López Montejo, y Adrián Gómez Jiménez --integrantes de las organizaciones La Voz de Indígenas en Resistencia y La Voz Verdadera del Amate--, solicitaron al gobernador Rutilio Escandón Cadenas que ordene la revisión de sus casos en la Mesa de Reconciliación y el Juzgado Mixto de Bochil. El año pasado los tres presos indígenas iniciaron una huelga de hambre que tardó más de 120 días, tiempo en el que dieron cuenta de las amenazas y represalias por parte de las autoridades judiciales. Sin respuestas favorables por parte del gobierno, y ante el considerable debilitamiento de su salud, determinaron poner fin a su protesta. En aquella ocasión, Germán y Abraham López Montejo relataron en una carta que el 20 de agosto de 2019 sus familias preguntaron al juez sobre la sentencia de su caso y les dijo que todo iba bien. Sin embargo, a las 17 horas de ese mismo día fueron notificados de que pasarían 50 años en prisión. De acuerdo con los indígenas, la huelga de hambre que iniciaron este jueves tardará tres días, tiempo en el que esperan una respuesta a sus exigencias, entre ellas la revisión de sus casos por parte de la Mesa de Reconciliación y del Juzgado Mixto del Distrito de Bochil, así como el respeto a su espacio de lucha, hasta obtener la libertad. También demandaron poner fin a las represalias y amenazas psicológicas de parte del director del penal, José Javier Sánchez Ríos, y de la jueza María Guadalupe Flores Rocha. De igual manera, solicitaron medicamentos y atención médica para toda la población carcelaria, y al contador Giovani Ramos Morales le pidieron materiales para que la odontóloga pueda trabajar, como amalgamas, guantes, cubre bocas e hidróxido de calcio.