Archivo Histórico de Colima, en riesgo de ser destruido, denuncia su fundador

domingo, 15 de marzo de 2020 · 10:06
COLIMA, Col. (proceso.com.mx).- Creado hace 27 años como organismo público descentralizado del Ayuntamiento de esta capital, el Archivo Histórico del Municipio de Colima (AHMC) se encuentra en “grave peligro de ser destruido” al pretender convertirlo en un “botín político”, denunció su fundador, el historiador José Miguel Romero de Solís. Depositario de materiales históricos que datan desde el siglo XVI hasta la actualidad, el AHMC conserva como documento más antiguo uno fechado en 1532, casi una década después de la fundación de la Villa de Colima por parte de los conquistadores españoles, en 1523. De acuerdo con Romero de Solís, a pesar de “los evidentes logros que el Archivo ha tenido y tiene” durante su existencia, y ser “una institución que es orgullo de Colima y los colimenses”, el Cabildo de Colima aprobó un nuevo reglamento que el 8 de febrero pasado se publicó en el Periódico Oficial “El Estado de Colima”, que “daña la organización, el patrimonio, los derechos laborales, el historial académico y el futuro del Archivo”. El académico exigió la revocación de “este irregular reglamento”, aprobado sin tomar en cuenta el punto de vista del personal del Archivo y que “significa un retroceso de lamentables consecuencias”. Doctor en Ciencias Sociales por el Colegio de Michoacán, profesor jubilado de la Universidad de Colima, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y actualmente investigador emérito del AHMC, José Miguel Romero de Solís fue nombrado director del entonces Archivo Municipal de Colima en mayo de 1985, que ocho años después se convertiría en organismo descentralizado, del que en 2014 dejó la dirección.
Reconocimientos
A través de un documento entregado a Apro, el académico señaló que en casi tres décadas el AHMC ha tenido “logros sorprendentes que han sido objeto de reconocimiento lo mismo en el Estado de Colima, que en el ámbito federal y más allá de las fronteras mexicanas: ha sido definido como el mejor Archivo de los dos mil 457, que tiene la República Mexicana, como el prototipo de lo que debieran ser todos los archivos municipales”. Lo anterior le ha merecido, entre otros reconocimientos, la Mención al Mérito Archivístico, entregada por El Archivo General de la Nación, y el premio Atanasio G. Saravia de Banamex, reconocimiento que se entrega a quienes sobresalen en el estudio de la historia regional. A lo largo de su periodo como organismo descentralizado el AHMC creció en su espacio físico de 50 a casi tres mil metros cuadrados y de 300 metros lineales de documentación pasó a 3.5 kilómetros, gracias a la incorporación de archivos oficiales, de familias, personales, así como la digitalización de otros acervos referentes a Colima y su región. Así también, de 10 libros con los que se inició la biblioteca del Archivo, tiene hoy más de 74 ml 200 títulos; se ha constituido un museo en su interior que contiene más o menos 900 piezas, entre ellas una colección importante de piezas prehispánicas ya registradas en el INAH, en su mayoría donadas por particulares y artistas. En el ámbito cultural, refirió, el AHMC se ha caracterizado por tener una saturada agenda, con un promedio de entre cinco y siete eventos por semana; ha editado más de 170 títulos de libros, discos compactos, videos y revistas bajo su sello editorial y coeditando con importantes editoriales locales, regionales y nacionales. Además, expuso Romero de Solís, el AHMC ha sido pionero en digitalización documental, tiene un área de restauración de documentos, es miembro del padrón del RENIECyT-CONACYT, tiene un área para la investigación y, de la gente que se ha formado aquí, hay destacados académicos e investigadores, integrantes del Sistema Nacional de Investigadores SNI. “Para darnos una idea de los servicios que presta esta Institución, en 2019 acudieron a consulta más de 12 mil usuarios. Es difícil mencionar las múltiples consultas que se realizan por internet en la página del Archivo”.
Autoridades, menosprecio
En sus 27 años como organismo descentralizado, dijo el historiador, el AHMC “ha tenido que librar luchas constantes con un buen número de presidentes municipales y funcionarios que, al ignorar lo que es un archivo ¡lo que es este Archivo! le han tratado con indiferencia, menosprecio, acoso; ha sido golpeado, injuriado, vapuleado:  muchas veces han querido acabar con él de múltiples formas”. El nuevo reglamento, comentó, no respetó el procedimiento legal para su formulación y aprobación, pues según el decreto de creación del Archivo, esto compete a la Junta de Gobierno, además de que con su contenido “se destruye al Archivo más temprano que tarde, al quedar al vaivén de los cambios políticos, de las eventuales ocurrencias e ignorancia de algunos políticos, de los cuales precisamente se ha salvado hasta ahora”. Con la nueva integración de la Junta de Gobierno, alertó, los trabajadores del Archivo quedan sin voz ni voto, igual que la sociedad civil, cuya representación también es excluida. “En cambio, en ella está sobrerrepresentada la autoridad en turno: de los nueve integrantes propuestos para la Junta de Gobierno, siete pertenecen al gobierno municipal. Es decir, pretenden hacer a su antojo lo que quieran con el Archivo, lo demás es simulación”. El historiador se mostró preocupado por el hecho de que la normatividad recientemente aprobada permite a la autoridad municipal en turno “designar a su antojo y quitar, sin que tenga que justificar su decisión, a quien esté al frente del Archivo, lo que es ¡gravísimo! porque acaba con 27 años de una política cultural y archivística exitosa”. Anticipó que “lo que pretenden es que cada tres años, llegue un nuevo director o directora con su gente, quizá sin la sensibilidad, conocimiento, experiencia de lo que es este Archivo, y la gente preparada y con experiencia sea desplazada, como lamentablemente ocurre en otros espacios”.
Pionero en digitalización documental
José Miguel Romero explicó que siendo el Archivo pionero en digitalización documental, que hace posible la consulta remota desde cualquier parte del mundo, por internet, el pretendido reglamento establece que los documentos y libros del Archivo Histórico del Municipio solamente podrán ser consultados en los locales para este fin asignados, lo que representa un retroceso grave en materia de acceso a la información y en la consolidación y contribución a una sociedad del conocimiento. Otro problema grave, advirtió, representa el hecho que el reglamento mencionado no reconoce las plazas del área de investigación, por no estar consideradas en el tabulador municipal, lo que afecta a los derechos laborales de los investigadores, y se desconoce el convenio con la asociación civil Alacyt, con la que se instrumentó el programa del Doctorado en Estudios Mexicanos, del que han egresado cinco doctores (un francés, un español y tres mexicanos) y otros tantos están ya concluyendo sus tesis. Según Romero de Solís, la gravedad de estos hechos y las posibles repercusiones son enormes, pues cuando tenía el Archivo autonomía en su gestión se consideró histórico todo documento original que ingresara y, por tanto, no podía ya salir de su custodia, solo se permitía la reproducción digital, fotocopia o fotografía del mismo, pero con el nuevo reglamento se ponen en riesgo la permanencia y la custodia de los mismos y su posible uso equivocado o doloso. En suma, el Archivo “con ese reglamento inconcebible deja de ser custodio y garante del patrimonio de los colimenses, que por más de tres décadas lo había venido realizando de manera responsable y con reconocimiento no sólo local o regional, sino nacional e incluso internacional”, puntualizó. El pasado 6 de marzo, Romero de Solís inició en el sitio Change.org una petición dirigida al presidente municipal de Colima, Leoncio Morán Sánchez, para que sea revocado el nuevo reglamento del Archivo, que hasta la fecha ha recabado casi 2 mil firmas de apoyo.

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