MÁS QUE PIEDRAS: Milagro en el Tepeyac

lunes, 11 de octubre de 2004 · 01:00
* Subsanan años de abandono en los murales de Fernando Leal * Las obras datan de la segunda mitad del siglo XX * Fueron restauradas por la Basílica de Guadalupe * El INBA supervisó los trabajos México, D F, 11 de octubre (apro)- Luego de más de veinte años de abandono y más de uno de trabajos de restauración, se reabre al público el conjunto de murales que el pintor Fernando Leal (1896-1964) realizó en la iglesia del Cerro del Tepeyac, con el tema de la aparición de la virgen En un comunicado que anuncia la reinauguración --con la presencia de monseñor Diego Monroy, rector de la Basílica, y de Fernando Leal Audirac, hijo del muralista-- se comenta que el conjunto pictórico es conocido como Milagro Guadalupano Pareciera --quizá para hacer honor a ese nombre-- que ciertamente debió ocurrir un milagro para que fueran intervenidos por la Basílica de Guadalupe con la supervisión del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) En marzo de 2002, en un ambiente de furor por la visita de Juan Pablo II a México, Leal Audirac relató a la revista Proceso que hacía décadas clamaba por el rescate de las obras de su padre, autor de los murales Fiesta del señor de Chalma y La epopeya bolivariana, del Antiguo Colegio de San Ildefonso Dijo entonces el también pintor: “Hoy tengo 43 años y hace 20 vengo solicitando que se actúe en función de los intereses de México Esperamos que la visita del Papa sirva para que, al menos, esta parte importante de nuestro patrimonio cultural sea salvada” En su columna titulada Los murales del Tepeyac publicada el 18 de diciembre de 2000 en dicho semanario, la historiadora de arte Blanca González Rosas también llamó la atención sobre el abandono en que se encontraban los murales, pese --destacó-- a encontrarse en la Villa de Guadalupe y concretamente en el santuario del Cerrito: “Ni la importancia del templo --según la tradición, está edificado en el sitio de las tres primeras apariciones y corresponde al lugar donde Juan Diego debió haber cortado las rosas del milagro-- ni la importancia del artista --extraordinario pintor, dibujante, grabador, promotor y pensador de la primera generación de muralistas-- ni la importancia de la obra --además de sus cualidades plásticas, la relevancia de ser una obra mural religiosa de un artista posrevolucionario-- han logrado frenar el deterioro que ya acabó por completo con las partes inferiores de El milagro de las rosas y La aparición en el obispado” Ya en su libro Las pinturas guadalupanas de Fernando Leal, publicado por Ediciones Mexicanas en 1950, Luis Islas García advirtió sobre el deterioro de las obras en la cúpula y comentó: “Contra esta bóveda se han levantado ya varias voces llenas de prejuicio y si ellas no le han hecho nada, el descuido sí la ha dañado gravemente” El deterioro de ese patrimonio días antes de que se anunciara su restauración era grave: no sólo se habían perdido áreas de la pintura, sino incluso del aplanado que la soportaba hasta el punto de verse el enladrillado de los muros del templo Además, sufría de humedad y vandalismo El trabajo de rescate requirió por tanto de una intervención arquitectónica en el templo para solucionar los problemas de humedad y luego se atendieron los murales, en donde la Dirección de Obras de la Basílica fue asesorada por del Centro Nacional de Conservación y Registro del patrimonio Artístico Mueble del INBA El conjunto muralístico está conformado por seis obras: La doctrina de Santiago Tlatelolco, La primera aparición a Juan Diego, La visita a Fray Juan de Zumárraga, La curación de Juan Bernardino, El milagro de las rosas y La aparición en el obispado, realizadas entre 1945 y 1950 con la técnica del fresco, y basadas en el texto Nican Mopohua, de Antonio Valeriano Según relata Islas García en su libro, fue el padre Antonio Castañeda quien invitó a Leal a pintar los muros y bóveda del monumento construido en el siglo XVIII en la cúspide del cerro del Tepeyac, luego de que realizara el en su momento polémico mural La visión de Santo Domingo en un templo dominico La reapertura de los murales se llevó a cabo el jueves 7 de octubre a las 10:30 horas, en el Museo de la Basílica de Guadalupe, en el marco del 40 aniversario del fallecimiento de Leal

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