IV Encuentro Internacional de Voladores

miércoles, 22 de junio de 2011 · 19:07
MÉXICO, D. F. (apro).- Cerca de 700 Voladores, provenientes de diversas comunidades totonacas, teenek, nahuas y nañus (originarios de Veracruz, Puebla y San Luis Potosí) y mayas-quichés de Guatemala, se reunirán para intercambiar conceptos, ritos, técnicas y prácticas de esta ceremonia ancestral (reconocida por la Unesco en 2009 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad) en su IV Encuentro Internacional que se efectuó el domingo 19 y lunes 20 de junio pasado en el Parque Takilhsukut de Papantla, Veracruz. El objetivo fue acatar los compromisos de conservación establecidos en el Plan de Salvaguarda de la Ceremonia Ritual de Voladores y organizar el Encuentro del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad este mes en el mismo parque. La ceremonia ritual de los Voladores es una de las tradiciones más antiguas de México y una parte de América Central. Sus orígenes se remontan al periodo preclásico medio mesoamericano. Está asociada a la fertilidad. Se caracteriza por el uso de aparatos giratorios y maniobras acrobáticas. La fertilidad se representa mediante el descenso de los danzantes, que simbolizan la caída de la lluvia. El rescate Salomón Bazbaz Lapidus, director de Cumbre Tajín y el Parque Takilhsukut, narra que es muy importante la ceremonia de los Voladores, aunque lamenta que dicha actividad se haya mercantilizado. “Me alarmó que los Voladores no tuvieran un plan de trabajo, un apoyo en general y que las asociaciones existentes estaban peleadas unas con otras. Se estaba olvidando la tradición, sólo aprendían a volar para ganar un dinero, ya no les importaba toda la tradición. Juntamos a los presidentes de todas las asociaciones de Voladores y se les propuso realizar juntos el expediente técnico para que la ceremonia fuera considerada Patrimonio Cultural Mundial. Primero se hizo la consulta con los Voladores, después efectuamos una investigación para ver cuáles y cuántos grupos eran los que existían e hicimos encuestas. “Entonces, empezamos a desarrollar el expediente. Son más de setecientos voladores y hay tres grandes asociaciones, también existen voladores libres entre los grupos étnicos como los totonacas, los nahuas, los ñañús, los teenek y los mayas-quichés de Guatemala.” --¿Todo surge de Cumbre Tajín? --Sí. Fue interesante, durante una Cumbre Tajín organizamos un encuentro de Voladores porque los de Guatemala creían que estaban solos, entonces, buscamos las peculiaridades y las similitudes, porque en Guatemala es la Danza del Mono y sólo dos personas dan las vueltas con una marimba abajo. Encontramos que para todos es una ceremonia de la fertilidad, en fin, si hay muchas similitudes. Entonces enviamos la iniciativa a la Unesco.” Antes de mandar el expediente, los voladores acordaron que, independientemente de que se ganara el nombramiento, se iba a trabajar en la salvaguarda, en los diferentes niveles, como la preservación, la transmisión, la dignificación, la valoración y la difusión: “Entonces se hizo un plan de salvaguarda que involucraba a todas las instituciones federales, estatales, municipales, ONGs, universidades, en fin, que trabajan alrededor de los Voladores. Luego se creó el Consejo Ritual de los Voladores con representación de todas las organizaciones y voladores; también se formó el Consejo Educativo para que se haga la transmisión de la educación de la manera tradicional y como había muchos jóvenes con ganas de participar se formó un Consejo Juvenil.” Además, se fundaron cuatro escuelas de niños voladores, con las cuales se hizo un encuentro para que todos lo alumnos se conocieran. El gobierno apoya con material para los trajes. --Los mismos Voladores hacen los trajes, ¿verdad? --Sí. Nos dimos cuenta que se estaban utilizando materiales y cuerdas muy chafas porque no debemos olvidarlo, los Voladores son indígenas y viven una situación precaria, como todos los indígenas de este país. Entonces se hacen talleres para que hagan todo lo que necesitan. Se logró que todos tuvieran el Seguro Popular. También ya tienen todos seguros de vida en la República Mexicana. Además, se democratizaron sus salidas fuera de Papantla, porque las peticiones siempre iban a una o dos asociaciones. Ahora, la solicitud va al Consejo de Voladores y ellos deciden quiénes van. Ya salieron a Australia, Chile, Estados Unidos, Israel, Italia y Suiza. Ha sido ejemplar el trabajo de los Voladores. --Como promotor cultural, ¿cuál es su meta para con los Voladores? --Crear una plataforma para que la ceremonia ritual siga por siempre y tengan los apoyos necesarios, pero que sea una responsabilidad de los propios Valores su transmisión, nosotros no podemos meter en eso porque ni lo conocemos. Nosotros nos hacemos a un lado, sólo facilitamos las cosas. Recuerda que el año pasado le propusieron al Congreso federal apoyo a los Voladores: “estaba la situación de más dineros para los militares y menos para cultura”, y se consiguió un recurso, “pero aún no ha llegado”, y se invertirá, de acuerdo con los Voladores, en educación, preservación, desarrollo espiritual, en fin. Alza la voz Bazbaz Lapidus: “No puedo creer que no esté contemplado en los planes de cultura de este país un apoyo al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, es tocar mil puertas y no hay ninguna dirección. Ese también fue el sentido del Encuentro del Patrimonio Cultural que se efectuó el martes 21 y el miércoles 22.” --¿Qué problemas hay para con los Voladores? --Había muchos Voladores y muy pocos lugares para presentarse, se está viendo eso. Se estaba perdiendo la espiritualidad sólo volaban por recurso económico. En San Luis Potosí hay necesidad de apoyo en la transmisión porque sólo hay una familia de Voladores, lo mismo pasa en Guatemala. Con este país se está viendo que este nombramiento sea binacional para que se suma Guatemala. Una cuestión muy grande es la deforestación, el palo volador esta en peligro de extinción, entonces, estamos realizando acciones de reforestación de este palo en un sentido total, también que haya bambú para sacar la flauta. Los principales Narciso Hernández Jiménez, presidente del Consejo Ritual de Voladores, opina que el reconocimiento de la UNESCO ha llevado a los Voladores a unirse e integrarse. Cuenta con 50 años de edad y lleva 20 años de Volador. --¿Cuántas vueltas dan y cuánto debe medir el palo? --Nos desviamos en el camino, sólo se hacía como espectáculo, pero el árbol debe medir 20 metros de altura. 12 enterrados y 18 libres. Cada Volador da 13 vueltas que multiplicado por cuatro Voladores, suman 52 vueltas, que es nuestro años solar indígena. A Mario Ramírez Santes, representante del Consejo Juvenil de Voladores, le parece una oportunidad y un avance para los Voladores conservar este ritual ya que en años anteriores se estaba perdiendo. Ramírez Santes, de 23 años de edad y 14 años como Volador, estudia agronomía y preocupado por la posible desaparición del palo volador, “debido a la tala clandestina, la reforestación y la ganadería que han eliminado con el tiempo los bosques”, se propuso realizar su tesis sobre la recolección de la semilla de ese árbol: “Crece entre treinta y cuarenta años.” --¿A las nuevas generaciones les interesa la Ceremonia Ritual de los Voladores? --Si, ha sido muy favorable. Todos, niños, adolescentes, adultos, abuelos, están participando y cooperando. No quiere que esta costumbre sea sólo un espectáculo turístico y que se presente nada más en los grandes festivales, “se debe ver como un ritual”.

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