MÉXICO, D. F. (apro).- Desde hace 25 años que no aparecía en la pantalla grande el valiente guerrero y antihéroe Conan El Bárbaro, personaje de ficción creado en 1932 por el escritor Robert Ervin Howard, para una serie de relatos en una revista, y ahora lo filma el estadounidense Marcus Nispel.
El largometraje se estrena el próximo viernes 9 en México. Así
se continúa con un legado en la cultura popular que ha perdurado ya casi ocho décadas y ha inspirado a generaciones de artistas de los mundos de la ficción, el cómic, los videojuegos, la animación, el cine y la televisión.
En los años treinta este personaje ayudó a sentar las bases del floreciente género conocido como "espada y brujería", adelantándose varias décadas a la publicación de la obra de otros maestros de la literatura fantástica como John Ronad Rreuel Tolkien.
Se trata de un héroe duro e imperturbable, que no debe lealtad ni fidelidad a nadie, y con la capacidad de salvar circunstancias imposibles valiéndose de su fuerza bruta y de la habilidad propia de un avanzado guerrero.
“Creo que el atractivo de Conan es que no se doblega ante nadie. No es políticamente correcto. No se rige por los principios morales de nadie más. Es un bárbaro que no depende de nadie más que de sí mismo”, plantea Nispel.
El cineasta, quien cuenta con una amplia experiencia ofreciendo nuevas versiones de clásicos, cree que lo fundamental para mostrar a Conan en una nueva película es mantener un respetuoso equilibrio entre homenaje y reinvención:
“Vamos a volver al Conan mitológico, tal y como se describe en las historias de Robert E. Howard", pero, al mismo tiempo, no podemos negar que la conciencia popular ha evolucionado y las cosas no son iguales a cómo eran entonces. Lo que la gente espera ahora de Conan será diferente, pero al mismo tiempo hay ciertos elementos que no querrían que cambiáramos.”
El primer paso para Nispel era, evidentemente, encontrar al propio Conan, teniendo en cuenta el imponente aspecto físico y el estoico carisma del personaje. En diciembre de 2009, el realizador y los productores de la cinta llevaban más de un mes buscando activamente y haciendo pruebas a una serie de actores, cuando el director de reparto, Kerry Barden, sugirió a Jason Momoa, que acababa de terminar de rodar Game of Thrones para el canal HBO.
“La primera vez que nos reunimos con Jason, vimos todo lo que esperábamos que fuera Conan. Tiene una presencia física imponente. La confianza. Y transmite una sensación de energía desenfrenada que resulta esencial para el personaje”, señala el director.
Entonces ya no pudieron imaginarse a otro actor como Conan.
Momoa es medio hawaiano y medio irlandés, empezó a darse a conocer en la serie mundialmente popular Baywatch, tras la que vendrían una temporada en North Shore y otras cuatro en la popular serie de ciencia ficción Stargate: Atlantis.
El actor no tenía más de seis años de edad cuando se estrenó el filme de Conan que dirigió John Milius en 1983 y que protagonizó Arnold Schwarzenegger, pero recuerda que conoció las imágenes de Conan creadas por el dibujante de cómics Frank Frazetta, cuyo estilo exuberante y oscuramente sensual ayudó a definir no solo el universo del cómic de Conan (y el póster de la película) sino todo el género de “espada y brujería”.
Según Momoa, “cuando ves esas ilustraciones, te causan una gran impresión y nuestro objetivo ha sido captar al héroe representado en las imágenes de Frazetta, esa era nuestra meta”.
Las ilustraciones de Frazetta también causaron un impacto en la visión que tenían Nispel y el diseñador de producción Chris August para la película.
“No se puede filmar Conan estilo ‘cinéma vérité’.Tienes que pintarlo, elegir nuevos ángulos, iluminarlo gráficamente, entonces podrás contar la historia de manera que logres vencer la incredulidad de los espectadores”, explica Nispel.
La segunda parte de Conan, también protagonizada por Schwarzenegger, la rodó Richard Fleischer en 1984.
Un relato épico
Tanto Nispel como August concordaron que la película debía parecer una especie de fragmento perdido de la historia, un relato épico sobre gente real de la antigüedad. August explica que decidieron que el ambiente tenía que ser una parte fundamental del filme y que debía verse muy sucio y crudo. “Mágico, pero de una manera más brutal”, agrega.
El planteamiento realista que proponía Nispel encajaba bien con el plan de los productores de rodar la cinta en los Nu Boyana Studios y en exteriores de Bulgaria. Era más económico, sencillo y práctico crear en Bulgaria los decorados, el mobiliario y el vestuario para que Hiboria cobrara vida y “conseguir una experiencia visceral”.
Nispel y August encontraron todo lo que necesitaban durante una amplia búsqueda de exteriores por todo el país:
“Bulgaria tiene unos paisajes asombrosos y una larga tradición cultural que era perfecta para el proyecto. Mientras buscábamos a lo largo de un río, alguien nos señaló un lugar donde había unas cuevas que unos monjes habían excavado en las propias colinas. Te hacía sentir como si estuvieras realmente en el mundo de Conan, muy duro y crudo pero, al mismo tiempo, increíblemente hermoso.
“En ningún otro lugar está más presente la Edad Media que en Bulgaria. ¿Para qué crear decorados digitales falsos cuando tienes allí mismo, delante de ti, una gigantesca cueva (la cueva Prohodna en Lukovit) o un bosque prehistórico (Pobiti en Kamani, Varna, cerca del Mar Negro)?”
A medida que el plan de producción iba tomando forma, Momoa se metió de lleno en un régimen intensivo de preparación, durante el que pasó seis horas diarias durante mes y medio con el equipo de diseño de acción de Los Ángeles 87eleven, antes de marcharse a Bulgaria. El actor confiesa que “ese proceso me ayudó mucho a comprender al personaje”, que realizó la mayor parte de sus propias escenas arriesgadas.
“Conan se expresa a través de su espada. No tiene más remedio, porque las palabras no son su fuerte. Así que la preparación con la espada con el maestro sensei Chad Stahelski me ayudó mucho a descubrir el corazón de Conan”, recuerda.
Los ejercicios de pesas con Eric Laciste servían para completar el día de trabajo y ayudaron al actor de 1 metro 93 centímetros de altura a aumentar considerablemente su masa muscular antes de empezar el rodaje.
En tanto, el proceso de selección del reparto continuaba, y el papel de Tamara, acompañante de Conan, fue a parar a manos de la veterana del cine de acción Rachel Nichols .
Tamara, novicia de un monasterio de influencias griegas y maestra de artes marciales, es una “pura sangre”, descendiente directa de los hechiceros de Aquerón, cuya sangre reactivará el poder de la máscara de Aquerón.
Tras reunirse con Nispel, Nichols se mostró entusiasmada ante la posibilidad de interpretar a una mujer capaz, muy alejada de los estereotipos de las heroínas de fantasía:
“No se trata de un caso de esos en los que Conan se encarga de toda la acción mientras Tamara se queda pasivamente sentada como una damisela en apuros. Tamara es inteligente y fuerte y, si se le presenta la opción de luchar o huir, elegirá luchar. Es la homóloga femenina de Conan y está a la altura de él.”
El padre de Conan es Corin, quien se encarga de criar solo a su hijo, después de que la madre de este, interpretada por la actriz británica Laila Rouass, muere en el parto en mitad de una batalla.
El único amigo de Conan es Artus, es un fornido pirata de Zamora interpretado por el actor Nonso Anozie. Es un verdadero líder, pero sabe cuándo hacerse a un lado y dejar actuar a Conan.
Conan el Bárbaro se rodó a lo largo de 12 semanas en exteriores de toda Bulgaria, y en los diversos sets y decorados de Nu Boyana Studios. El diseñador de producción Chris August, junto con un equipo que llegó a alcanzar en algún momento las 400 personas, se encargó de crear unos 60 decorados distintos.
Rodar bajo los elementos, ya fuera en los bosques nevados de Zlatnite Mostove o en los lluviosos campos de batalla rurales de Bistrica, hacía necesario contar con un director de fotografía capaz de sacar el máximo partido a las condiciones de luz existentes en cada lugar. El director de fotografía Thomas Kloss señala que “buena parte de nuestro planteamiento con la iluminación se basó en las condiciones climatológicas, en los exteriores, en los colores que había disponibles”.