Schola Cantorum cumple 20 años

martes, 17 de enero de 2012 · 20:17
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Schola Cantorum de México es el nombre del coro de niños fundado por el maestro Alfredo Mendoza en la Ciudad de México hace 20 años, cuando tenía a su cargo el coro infantil de la Escuela Nacional de Música de la UNAM. Se aventuró a hacerlo por su cuenta en busca de una mayor libertad de movimiento, y al día de hoy sus logros no son pocos. “Vamos a hacer un año de celebraciones –comenta para Proceso–, lo cual incluye la reedición de nuestro CD Cruzaremos el mar cantando. Para el año que comienza nos han invitado a cantar al Festival de México (antes del Centro Histórico) para el estreno en nuestro país de la ópera de Richard Strauss (1864-1949) La mujer sin sombra. En veinte años este grupo infantil ha participado en trece discos compactos donde el coro canta solo o al lado de figuras como Ramón Vargas, Ars Antiqua, el Conjunto de Cámara de la Ciudad de México, Angelicum de Puebla, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes y la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM). Han actuado en 23 entidades de la república mexicana, así como en Canadá, Cuba, China y diversas ciudades de los Estados Unidos, Alemania, Hungría, República Checa, Vietnam. En la Cumbre Tajín 2001 compartieron el escenario con los Niños Cantores de Viena. Durante los años recientes han tenido destacadas actuaciones con la Ópera de Bellas Artes: La condenación de Fausto de Berlioz, Tata Vasco de Bernal Jiménez, Carmen de Bizet, La Bohème y Tosca de Puccini, Los Payasos de Leoncavallo, entre otras. Con la Orquesta de Minería, Celebrando con Cri-Cri la Revolución Mexicana y la Octava Sinfonía de Mahler, con la Orquesta Carlos Chávez; Te Deum de Berlioz e Independencia de Luis G. Jordá, y el Oratorio Ocasional de Andel; con la OFCM El aprendiz de brujo y otras magias; con la Sinfónica Nacional La flauta mágica de Mozart; y han actuado con la Orquesta Johann Strauss, de André Rieu. Se presentaron en el Centro Nacional de las Artes con la ópera Chip y su perro, de Menotti. Y un larguísimo etcétera. En nuestra opinión son indiscutiblemente el mejor coro infantil del país y Mendoza añade: “Sólo hay 5 o 6 coros como éste en México, y se podrían hacer maravillas en la república; hay un talento impresionante, recursos, instalaciones, todo. Pero lo importante es que la gente, las autoridades, las escuelas se lo tomen en serio, y se haría una pequeña pirámide educativa donde los niños comiencen en un coro infantil de calidad y continúen después en otros proyectos. Pero se carece de una política nacional de educación artística articulada, es un problema nacional. En las escuelas ya desapareció el maestro de música, ahora lo llaman de “educación artística”, que es un pequeño factotum, o sea, un aprendiz de todo y oficial de nada. La sección de música escolar está en papeles, pero no en la realidad. Se ha perdido tanto con las reformas educativas que la música en las escuelas ya es cosa del pasado. En Venezuela, por ejemplo, el Estado apoya mucho a las orquestas y coros juveniles, pero no es un programa estatal, es privado, lo impulsa la ciudadanía, es decir los papás y el gobierno lo apoyan pero eso recientemente; en un principio lo hicieron todo sólo los padres y los maestros”. Antes el Estado mexicano se ocupaba en serio de promover la educación musical y la cultura; hoy día casi no; la situación del país no es la que quisiéramos. Es mucho lo que Schola Cantorum ha logrado desde cero en estas dos décadas trabajando con unos 30 estudiantes que atiende en su sede de Monte Albán 594, Col. Del Valle en la Ciudad de México. Los niños llegan desde los tres o cuatro años y a los trece en promedio dejan el coro infantil y si lo desean pasan al coro juvenil. Un grupo de primer nivel mundial.

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