MÉXICO, DF, 7 de marzo (apro).- La situación económica en México está “más fuerte que nunca”, presumió hoy el presidente Felipe Calderón durante un encuentro con empresarios en la ciudad de Querétaro.
    Al encabezar la asamblea de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), el Ejecutivo federal dijo que, a pesar de la inseguridad e incertidumbre que padece los consumidores mexicanos, el país empezó a ver ya la recuperación económica que, destacó, se ubica como la tercera tasa de crecimiento más alta en los últimos años.
    En el último mes, Calderón se ha dedicado a dar tranquilidad a empresarios e inversionistas en diferentes mensajes y hoy, con una agenda marcada por su aproximación al sector privado, sostuvo que el mercado interno se ha recuperado.
    Según el presidente, el país registra una tasa de desempleo de 5 a 5.4% que, aseguró, es una de las más bajas medidas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
    Antes, en Los Pinos y durante el lanzamiento del automóvil Fiat 500, producto de una asociación entre Fiat y Chrysler, el primero de manufactura mexicana de esa marca, Calderón había mencionado que uno de los factores que atraen a inversionistas al país es la fortaleza económica nacional.
    “Tenemos una economía en orden, una economía estable, una economía en pleno crecimiento; con finanzas públicas sanas, con una solidez financiera que avanza el potencial de desarrollo y que brinda certeza a las inversiones de compañías como Fiat y Chrysler”, señaló.
    Calderón destacó la ubicación geográfica del país, así como los tratados comerciales que ha signado con diferentes países, como factores que contribuyen a hacer de México una nación atractiva para los inversionistas.
    Durante el discurso del presidente en Querétaro, el secretario de Economía, Bruno Ferrari, fue reprendido en público pues, justo cuando Calderón le pidió una cifra, el funcionario federal escribía en su Blackberry.
    “Disculpa que te distraiga de tu BlackBerry”, le dijo Calderón a Ferrari, quien debió ponerse de pie para atender la reconvención presidencial.