Porto Alegre le ganó el round a Davos

sábado, 9 de febrero de 2002 · 01:00
Porto Alegre - "Seamos realistas, pidamos lo imposible" La frase, acuñada en mayo del 68 francés, ha vuelto a la vida en la voz del premio Nobel de la paz argentino de 1980, Adolfo Pérez Esquivel Él fue uno de los 60 mil participantes del Foro Social Mundial de Porto Alegre, Brasil, que este año se consolidó como el mayor evento de los movimientos sociales contra la globalización económica y confirmó su condición de voz plural y social que comienza a ser un interlocutor inevitable de la agenda internacional, con el que las instituciones financieras internacionales no tienen claro como lidiar Desde la reconstrucción rural del Nepal hasta una profunda reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) fueron debatidos en Porto Alegre del 31 de enero al 5 de febrero Fueron intensas jornadas en las que organizaciones sociales trataron de definir qué mundo diferente quieren La idea del Foro Social Mundial nació entre Brasil y Francia, cuenta Oded Grajew, uno de los organizadores y presidente del brasileño Instituto Ethos, de responsabilidad empresarial Se creó con la idea de ser una alternativa radicalmente opuesta al Foro Económico de Davos, en Suiza, y lo que éste representa en términos de diseño y gerencia del actual orden económico, social y político mundial Se celebró por primera vez en 2001, al mismo tiempo que su oponente Davos, y, sorprendentemente, consiguió aglutinar a 20 mil inscritos Este año triplicó la participación y, sobretodo, la presencia internacional De hecho, Porto Alegre se ha convertido en el lugar para las propuestas de ese extraño y multifacético movimiento llamado "antiglobalización", que eclosionó en noviembre de 1999 con la llamada "batalla de Seattle" que puso a miles de ciudadanos y organizaciones en la barricada de la protesta, entonces contra la Ronda del Milenio de la Organización Mundial del Comercio (OMC), y que ha seguido protestando, cada vez de manera más masiva, contra toda reunión de foros multilaterales y gobernantes de los países más poderosos del planeta "Seguimos siendo el foro antiDavos", afirma Càndido Grzybowski, uno de los organizadores del evento Explica: "La diferencia fundamental entre el Primer Foro de Porto Alegre y éste es que entonces estábamos más preocupados en crear el antiDavos, y este año es Davos el que intenta respondernos, a nosotros y a nuestra agenda" Cara a cara Durante el último día de conferencias, Grzybowski asumió la interlocución del evento: entabló uno de los más cortos diálogos de la historia, pero el primero en fin, con la institución de Davos y su director general André Schneider Este accedió a un limitadísimo encuentro virtual a través de una televisora suiza Fueron dos bloques de cuatro minutos de diálogo directo en el que el Davos celebrado este año en Nueva York insistió en el diálogo y Porto Alegre en la necesidad de voluntad política para cambiar las cosas El mundo de los que protagonizan las masivas protestas y el de los poderosos que llevan la batuta del orden internacional ya tuvo un encuentro antes, solo que no fue divulgado Los días 17 y 18 de diciembre en París, con auspicio del gobierno francés, las tres partes en la disputa de la globalización se encontraron en una reunión informal, explica Patrice Barrat, uno de los organizadores y miembro del grupo creado para ese fin: The Bridge Iniciative on Globalization En esa insólita reunión participaron 27 representantes de los organismos financieros multilaterales (el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio), de la comunidad económica (incluyendo el Foro Económico de Davos) y del movimiento de protesta (incluido el Foro Social de Porto Alegre) De allí salió la iniciativa de generar grandes debates públicos entre las partes El primero de ellos fue radicalmente reducido a los 8 minutos el pasado lunes 4 de febrero Según los organizadores en Porto Alegre, no se descarta una próxima cita durante la Conferencia de la ONU sobre financiamiento para el desarrollo, a celebrarse en marzo en Monterrey, México Pero más allá de los limitadísimos 8 minutos, Porto Alegre se llevó el triunfo: Davos tuvo que reconocerlo En la clausura del foro económico en Nueva York, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, afirmó en clara alusión a Porto Alegre: "la crítica a Davos resuena en el mundo entero", reconociendo que la globalización económica del planeta ha dejado millones de excluidos Hablar de pobreza y colocarlo como un problema de pobres no resuelve "Nosotros no discutimos pobreza como un problema de pobres, hay que pensar en la desigualdad en el mundo; el problema de la pobreza está más en los ricos que en los pobres", sostuvo Grzybowski, dejando claro que aunque los dos foros han tratado temas parecidos, sus planteamientos son radicalmente opuestos El nuevo mundo que propone Porto Alegre es tan diverso como sus participantes, lo que hace difícil sacar conclusiones Aún así, existen consensos que quedaron plasmados en una resolución final: "resistencia contra el neoliberalismo, el militarismo y la guerra, y a favor de la paz y la justicia social" Anular la deuda externa de los países del sur, democratizar y reformar a los organismos multilaterales (Banco Mundial, Fondo Monetario internacional, ONU y Organización Mundial del Comercio), rechazo al proceso de creación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA, considerado un proceso de "recolonización"), control y tasación de los movimientos de capitales financieros, una unánime crítica al "unilateralismo" estadounidense y un nuevo orden respetuosos del medio ambiente, tales son algunas de las propuestas que no dejaron dudas en Porto Alegre El 11 de septiembre También la actual coyuntura internacional fue dominante en los debates El mundo después del 11 de septiembre --situación que golpeó fuertemente a los movimientos sociales tradicionalmente con una postura antiestadounidense, nada de moda en la actualidad- y Argentina, fueron temas del día a día De hecho, prácticamente a diario se organizaron cacerolazos en solidaridad con el pueblo argentino, y en repudio a las políticas de ajuste del Fondo Monetario Internacional La postura frente al 11 de septiembre también fue clara: se condenaron los ataques terroristas, pero también la "vulneración de los derechos civiles y políticos en todo el mundo" bajo la bandera de la guerra contra el terrorismo En la declaración final de los movimientos, la guerra en Afganistán es considerada "el inicio de una guerra global permanente que consolida la dominación del gobierno de Estados Unidos y sus aliados" En palabras de la activista Susan George, una de las líderes de la antiglobalización radicada en Francia, la postura general fue: el mundo tras el 11 de setiembre "dejó clara la validez y la urgencia de nuestras propuestas El lingüista y activista político estadunidense Noam Chomsky refrendó: "El 11 de setiembre fue un evento histórico: es la primera vez que Europa y sus enraizamientos (Estados Unidos) fueron objeto del tipo de atrocidades que han venido llevando a cabo en todas partes por centenas de años, y todavía continúan () Naturalmente, los poderosos y los privilegiados quieren usar la oportunidad para seguir su propia agenda con más dedicación que antes, mientras los otros deben someterse silenciosos porque ?todo cambió desde el 11 de septiembre? Pero no hay razón para que los movimientos populares acepten esa cruda explotación del miedo y la angustia" El Foro de Porto Alegre se realizó en la Pontificia Universidad Católica de Porto Alegre (PUC) y en medio de un verdadero supermercado de la antiglobalización: todos pudieron llevarse su fetiche de la causa más cercana: desde las obras completas de Marx o un adhesivo del Ché con Evita hasta un catálogo de medicina natural o un chorizo sin aditivos químicos elaborado por el Movimiento de los Sin Tierra de Brasil Pero el Foro tuvo que tomar algunas decisiones este año: se abrió más a los políticos y vetó la entrada de los movimientos vinculados a la violencia, concretamente las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y Batasuna (considerado brazo político de la banda separatista armada vasca ETA) que tuvieron sus inscripciones vetadas, aunque algunos de sus representantes consiguieron colarse en el evento También fue vetada la presencia del primer ministro belga, Guy Verhofstadt, al que se le reprochó no adherirse a los principios antineoliberales de Porto Alegre Dos foros paralelos al Foro Social ocurrieron en los mismos días: uno de autoridades locales y otro de parlamentarios Estos acogieron a miles de políticos de izquierda, principalmente europea y latinoamericana: De hecho, Porto Alegre se convirtió este año en verdadera tribuna de las elecciones presidenciales francesas (tres candidatos de la izquierda pasearon insistentemente por el foro para mostrar su interés en la causa social que cada vez más interesa a la sociedad francesa) y brasileñas (el favorito en las encuestas para las presidenciales de octubre en Brasil, Luiz Ignacio "lula" da Silva, del Partido de los Trabajadores, utilizó claramente el foro para llevarse la campaña a sus espacios) Porto Alegre fue la diversidad, y con esta también la crítica a sí mismo "La presencia de algunos dirigentes políticos en el Foro Social lo desvirtúa", afirmó la presidenta de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini "Más lucha y menos expertos", pidió el activista neoliberal francés José Bové "Menos clase media y expertos y más a pobres y excluidos" pidió también Jean Baptiste Eyraud, de la organización francesa DAL (derecho a vivienda)

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