La imagen de Fox, lacayo de EU

sábado, 11 de mayo de 2002 · 01:00
El presidente Vicente Fox se empeña en desconocer la realidad Persiste en negar las evidencias y en menospreciar la crítica a una política exterior abyecta y sin rumbo En una deslucida cena ante el Consejo de las Américas en Nueva York, a la que no se dignó asistir David Rockefeller, el presidente del Consejo, ni estuvieron presentes destacados empresarios y banqueros, Fox cometió varios errores Primero se lanzó contra el gobierno norteamericano por no avanzar en las negociaciones para alcanzar un acuerdo migratorio integral Afirmó que no puede haber una "relación privilegiada" entre Estados Unidos y México sin un avance real en asuntos sustantivos en nuestra agenda bilateral Añadió que no podrá haber un avance sustantivo sin abordar en forma integral el tema de la migración, advertencia que habría provocado una sonrisa en la Casa Blanca Las anteriores declaraciones de Fox sorprenden desde varios puntos de vista por la forma y por el fondo Desde un ángulo personal, que es a fin de cuentas el que menos importa entre jefes de Estado, pero del que tanta gala ha hecho el mandatario mexicano, resulta poco amistoso que Fox recrimine al gobierno norteamericano cuando poco antes George W Bush lo elogió como un buen amigo y un buen presidente de México, preocupado por el bienestar de su pueblo Desde el ángulo diplomático, lo dicho por Fox contradice el triunfalismo de la Secretaría de Relaciones Exteriores sobre el acuerdo migratorio Desde hace año y medio, funcionarios mexicanos y académicos dependientes de la cancillería no hacían más que echar las campanas al vuelo y repetir los "logros" de la nueva diplomacia mexicana Afirmaban que por primera vez, Estados Unidos aceptaba negociar el tema de migración con México Este embuste lo ponían como ejemplo de la "diplomacia del cambio" Hoy el presidente reconoce que no hay avances sustantivos pero no modifica la estrategia Y no pudo haber ni habrá avances sustantivos porque, tal como lo hemos señalado desde un principio, no existen condiciones políticas ni económicas para que el gobierno norteamericano acepte la regularización de cinco millones de indocumentados mexicanos en ese país La mayoría en el Congreso estadounidense opina que de nada sirvió otorgar, hace doce años, una amnistía a los indocumentados extranjeros puesto que continuó creciendo el flujo de personas sin permiso Además, señala que la regularización significaría un premio a quienes trasgreden las leyes migratorias y un castigo a quienes esperan con paciencia obtener la visa correspondiente La situación se agrava sobre todo ahora cuando el nivel de desempleo en la Unión Americana supera el cinco por ciento, uno de los más altos en los últimos años Y si no hay avances en la negociación del acuerdo migratorio, ¿por qué entonces Fox aceptó firmar en Monterrey, junto con su colega norteamericano, el programa "frontera inteligente" que se ha negado a someter al Senado para su eventual ratificación, pero que no lo ha hecho porque podría poner en entredicho la soberanía nacional? No sabemos si la información que proporcionamos los ciudadanos mexicanos al solicitar un pasaporte es transmitida por la SRE a las autoridades norteamericanas, como parte de la cooperación solicitada por Tom Ridge, el secretario de seguridad nacional de Estados Unidos, en su reciente entrevista con el presidente Fox Ignoramos si el gobierno mexicano acordó que agentes aduanales norteamericanos operen en territorio mexicano para certificar contenedores con mercancías que son exportadas a la Unión Americana Es obligación del presidente Fox enviar al Senado el texto del acuerdo sobre "frontera inteligente" para su ratificación, pero no lo ha hecho, y es obligación del Senado exigir que lo haga, de acuerdo con lo establecido por la Constitución El que nada debe nada teme Pero mientras las negociaciones de la amnistía no avanzan, ni avanzarán, Estados Unidos logra sus propósitos de asegurar la mayor cooperación de México en contra del terrorismo Es decir, México firmó un acuerdo antiterrorista a cambio de nada Fox dijo en Nueva York que la amnistía a millones de mexicanos indocumentados será la prueba de fuego de su compromiso para una nueva y más estrecha relación El endurecimiento del discurso de Fox refleja desesperación y desaliento, pero en lugar de cambiar de estrategia sigue avanzando por el camino equivocado Como equivocado es ligar la política exterior de México hacia Latinoamérica con la de Washington El voto de condena a Cuba responde a esa lógica equivocada de dependencia Fox confesó su pecado al decir: "La falta de avances suficientes en la relación entre México y Estados Unidos también obstaculiza la decisión de México de desempeñar un papel destacado en América Latina, promoviendo los valores que tenemos en común (con la Unión Americana)", o sea, la promoción de la democracia y los derechos humanos Error tras error, Fox no ejerce la autocrítica ante una política exterior sin resultados Pero en cambio acusa a los críticos: "La nueva política exterior de México está bajo el ataque de aquellos que rechazan lazos con Estados Unidos y ello afecta, inevitablemente, nuestra capacidad de desempeñar un papel más constructivo en todo el hemisferio" El presidente Fox, quien alguna vez se ostentó como "asesor del presidente Bush para asuntos latinoamericanos", no podía ser más patético Se duele ante sus amos que no pueda desempeñarse como fiel lacayo en el patio trasero de Estados Unidos Y los latinoamericanos ya nos perciben como tal

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