¿Qué es Europa?

lunes, 6 de junio de 2005 · 01:00
México, D F, 6 de junio (apro)- La pregunta es pertinente, no sólo a raíz de los resultados negativos de la consulta sobre el Tratado Constitucional de la Unión Europea en Francia y Holanda, que inevitablemente ponen en tela de juicio el curso de la unidad continental, sino porque desde sus inicios este proceso ha estado plagado de intereses divergentes, protagonismos, choques e indefiniciones y, sobre todo, de un sustancial divorcio entre las elites y los pueblos que difícilmente permiten hablar de Europa como un todo Para empezar, inclusive, habría que ponerse de acuerdo sobre qué se entiende por Europa ¿Es una entidad geográfica, cultural, política, económica, estratégica? Porque ni en esos campos existen delimitaciones claras; unos se suman, otros se contraponen y algunos hasta se anulan recíprocamente No existe pues un hilo conductor que aglutine a todos bajo una "identidad europea", que conlleve naturalmente a la solidaridad y evite colisiones como la historia lo ha demostrado Desde la perspectiva de la geografía, por ejemplo, uno aprende que Europa limita al norte con el Océano Ártico, al oeste con el Atlántico, al sur con el Mediterráneo y al este con los Montes Urales Si es así, resulta que un buen pedazo de Rusia --incluyendo su capital, Moscú-- es europeo Pero por motivos políticos, ni la antigua Unión Soviética ni la nueva Federación Rusa han participado de la integración europea de la posguerra Por el contrario, sólo un pedacito de Turquía, dividido por el Mar de Mármara, pertenece a Europa, mientras el abrumador resto es geográficamente ubicado como parte de Asia Central Ello no obstante, Turquía fue incorporada desde un principio a la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), precisamente como un ariete militar contra la exURSS Ahora Ankara, con razón, pugna por entrar también a la Unión Europea, pero muchos de sus "aliados" la objetan por ser una nación predominantemente musulmana, que no se ajusta a los cánones de Occidente Perteneciente por ubicación territorial al ámbito europeo, Noruega, por su parte, ha optado voluntariamente por pertenecer a la OTAN, pero no a la UE Otros países, a la inversa, forman parte del acuerdo político pero no participan del pacto militar, como Grecia, que se retiró de la OTAN en 1974, debido a su conflicto con Turquía por Chipre; y apegada a su tradición de neutralidad, Suiza, el mero corazón geográfico de Europa, no forma parte ni de una ni de otra En el terreno cultural se complican todavía más las cosas Probablemente en ningún otro continente, en el transcurso de unos cuantos kilómetros, se pase en forma tan marcada de un país a otro con distinta lengua, historia, costumbres, gastronomía, música y muchas otras variables culturales más, sin contar las subdivisiones internas Burdamente, quizás, podría hacerse una agrupación entre países nórdicos, centroeuropeos y mediterráneos; o anglosajones, latinos y eslavos; pero ésta de ninguna manera refleja la variedad cultural de la población europea Inclusive por este motivo ya colisionaron el Vaticano y la Comisión Europea, dado que el primero pretendía que en la nueva Constitución se definiera al cristianismo como rasgo cultural distintivo de la Europa unida, a lo que los gobiernos laicos, con Francia a la cabeza, se opusieron tajantemente El argumento: que la normativa de la mayoría de los Estados europeos se basa en los valores cristianos Por si hubiera duda del papel que pretende jugar la Iglesia católica en este asunto, Joseph Ratzinger explicó que eligió el nombre de Benedicto XVI en honor de San Benito, patrono de Europa, en un llamado a "la unidad y las irrenunciables raíces cristianas de su cultura y civilización" Pese a un pretendido ecumenismo, adoptar este denominador común sin duda traería conflictos, en virtud de las múltiples interpretaciones cristianas que existen en el espacio europeo, además que dejaría fuera a otras religiones o a quienes no practican ninguna, con la sensibilidad política que esto implica El Vaticano, aparte, no ha escondido que se opone al ingreso de Turquía a la UE, por ser una nación "no cristiana" Pero si la geografía y la cultura, que son los dos elementos más estables, no abonan a una identidad europea comunitaria, mucho menos la economía, la seguridad y la política que se rigen por intereses coyunturales, individuales y de grupo, que elevan sustancialmente las posibilidades de colisión dentro y fuera de las fronteras nacionales Y si esto fue así desde que se sembró el germen de una Europa occidental unida al término de la Segunda Guerra Mundial, se potenció todavía más con la "caída del Muro" y el retorno de los países del Este al ámbito europeo Concebida habitualmente como una iniciativa económica, la primera alianza de la posguerra se vio en realidad apremiada por un potencial nuevo conflicto entre Francia y Alemania Federal, que se disputaban la rica región de Alsacia-Lorena Así nació en 1951 la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), que posteriormente daría paso a la Comunidad Económica Europea (1957), a la Comunidad Europea (1967) y, más recientemente, a la Unión Europea (1992) De entonces a la fecha, sus miembros pasaron de 6 a 25 Pero al principio, su incorporación fue gradual, conforme se fueron ajustando las economías y sus directrices políticas a los mismos rangos; a veces con apoyos y otras con presiones Así, a Alemania (Federal), Bélgica, Francia, Holanda, Italia y Luxemburgo, los países fundadores, se fueron agregando Dinamarca, Irlanda y el Reino Unido (1973); Grecia (1981); y España y Portugal (1986) Estos últimos, no hay que olvidar, hasta poco antes surtían con "trabajadores huéspedes" a sus predecesores más fuertes, en un equivalente de lo que hoy hacen turcos, magrebíes o europeos orientales Tres años después, empero, sobrevendría el gran colapso del bloque socialista y todo se aceleraría Desatada la globalización, Europa occidental quiso recuperar para sí su zona oriental, lo cual emprendió con una combinación de inversiones y subsidios a los países del Este Proporcionalmente, hizo a nivel continental lo que la Alemania Federal hizo con la Democrática Una sangría de fondos que sólo podía ofrecer compensaciones a largo plazo Todo para poder competir con la nueva hiperpotencia: Estados Unidos Sólo que, para su mal, en esta competencia aplicó las mismas recetas de su competidor Privatizaciones, fusiones, ajustes presupuestarios, disciplina fiscal, control de la inflación, todas las típicas variables macroeconómicas, al tiempo que se intentaba preservar, ante las presiones populares, por lo menos una parte del régimen de bienestar social y sacar adelante a las economías del Este Una combinación insostenible Como lo ha hecho en otras partes, esta política neoliberal ha empezado a causar también en Europa una polarización En tanto las elites vinculadas con el capital transnacional avanzan en su proyecto de expansión y dominación económica, los ciudadanos de a pie ven cómo su nivel de vida se deteriora y comienzan a buscar culpables Muchos en el Oeste, por ejemplo, piensan que la reducción en su bienestar social y la falta de empleos se deben a la derivación de recursos hacia y la inmigración de mano de obra barata desde las naciones del Este; éstas, a su vez, sienten que su recuperación se retrasa por el egoísmo de sus ricas hermanas de Occidente Una suspicacia que en poco propicia la unidad Y los gobiernos no hacen mucho por mejorar esta percepción Dentro de la democracia electoral, condición sine qua non para los países que son o aspiran a ser miembros de la UE, han desfilado en los últimos años partidos de casi todos los colores sin que la problemática de fondo pueda ser superada, al estar sujeta a un modelo económico inclemente Una trampa casi imposible de librar, porque para competir a nivel global hay que subirse a este modelo que, a su vez, devora a la economía social y desata el descontento y la oscilación constante de los electores Probablemente en este momento el mejor ejemplo de ello sea el canciller alemán, Gerhard Schröeder, un socialdemócrata que se ha apegado al dictado de la economía de mercado y que, por lo mismo, está en riesgo de perder ante los cristianodemócratas, sin que los alemanes se percaten de que con ellos será igual, si no peor Así, los ciudadanos se culpan entre ciudadanos; los partidos entre partidos; los gobiernos entre gobiernos y todos entre sí en una interminable espiral centrífuga Pero si en el campo económico la UE no ha podido construir una alternativa unificada y viable para consolidarse como un bloque competitivo no sólo frente a Estados Unidos, sino también a China, India y otras potencias emergentes, peor ha sido su intento de jugar un papel geoestratégico, en un mundo que se inclina a la unipolaridad Efectivamente, como Unión, los europeos han firmado muchos acuerdos, han mediado en muchos conflictos, han proporcionado ayuda para el desarrollo y han hecho escuchar su voz en foros internacionales, pero prácticamente en ningún caso han sido definitorios Uncidos militarmente por una parte a la OTAN y, por otra, al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, a querer o no, en momentos clave han tenido que plegarse a los dictados de Washington Un ejemplo por demás ilustrativo fue la guerra de los Balcanes en la que, a pesar de estar en su área de influencia, los europeos intervinieron hasta que Bill Clinton se decidió a hacerlo, tarde y mal, con cientos de miles de víctimas que fueron abandonadas a su suerte Pero sin duda la mayor prueba que ha pasado la Europa unificada frente al unilateralismo de Washington, y que reprobó, ha sido la invasión a Irak Cuatro de los miembros fundadores de la CE (Alemania, Bélgica, Francia y Luxemburgo), apenas acompañados por Austria y Grecia, vieron cómo el resto de sus iniciales compañeros de ruta (Dinamarca, España, Gran Bretaña, Holanda, Italia y Portugal), a pesar de las masivas protestas populares, se pusieron del lado de la administración Bush Luego en bloque, y aún en vísperas de integrarse a la UE, hicieron lo propio las naciones del Este Y Turquía, claro, prestó sus bases de la OTAN Así, mientras Chirac y Schröeder "escuchaban la voz popular" y defendían el multilateralismo, el resto se puso en la posición mucho más pragmática de estar con el más fuerte Los recién llegados del Este tratando de obtener lo mejor de dos mundos: el bienestar económico de la Unión Europea y la seguridad de la Alianza Atlántica (y algunas inversiones norteamericanas adicionales) Nada que ver con la unidad y la lealtad En este clima se llegó a las consultas sobre la Constitución Europea en Francia y Holanda, con los resultados negativos conocidos Fue sin duda una protesta, porque de qué le sirven a los europeos comunitarios la geopolítica y la gloria de enfrentarse a una superpotencia, si esto no se refleja en su bienestar Y ya se sabe que cuando hay escasez no hay ideales ni solidaridad que valgan Al fin y al cabo, ¿qué es Europa?

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