Los 80 años de la reina Isabel II: Dudas por el futuro de la monarquía

lunes, 10 de abril de 2006 · 01:00
Londres, 10 de abril (apro) - Las autoridades del Palacio de Buckingham, en el centro de Londres, comenzaron este mes con los festejos y celebraciones nacionales por los 80 años de la reina Isabel II de Inglaterra, a pesar de una notable caída en los niveles de popularidad de la realeza británica, cuyo futuro es cada vez más incierto por la creciente apatía del electorado para con el príncipe Carlos, heredero al trono y futuro rey A pesar de los intentos del gobierno británico y de los pajes de la reina para llevar a cabo una serie de eventos especiales, desfiles y exhibiciones en honor de la monarca, lo cierto es que cada vez más británicos están en desacuerdo con la costosa subvención de una realeza que cuesta millones de dólares anuales al contribuyente y que está muy alejada de las necesidades y realidades del ciudadano común del país En ese sentido, Graham Smith, presidente del grupo "Republic", que aboga por la abolición de la monarquía británica, dijo a Apro que es hora de poner fin a una tradición clasista y que festeja la opulencia de una reina anacrónica, por un sistema que represente a una democracia moderna Para el activista y experto en temas constitucionales, que cuenta con el apoyo de parlamentarios laboristas, liberales democráticos e independientes, es cada vez más amplio el apoyo de los ciudadanos a causas como las de su organización "Lo importante es debatir estos temas y no seguir con tradiciones que nada tienen que ver con una democracia moderna como la nuestra ¿Por qué tenemos que seguir financiando a una realeza llena de escándalos, crisis y polémicas?", preguntó Smith Además, explicó que está totalmente de acuerdo con que Gran Bretaña ponga fin a su himno nacional "God save the Queen" (Dios Salve a la Reina), impuesto en 1745 por el rey Jorge VI "Una canción que no menciona a la nación y que pone preponderancia a lo divino de la realeza, no puede ser el himno nacional británico Inmediatamente excluye a todos aquellos que no creen en Dios y a los que están en contra de la monarquía", agregó Para Smith, "es momento de que Gran Bretaña adopte el sistema de república democrática y cuente con un himno nacional que represente a todos los británicos" Según el grupo "Republic", el himno "God save the Queen" ni siquiera menciona a Inglaterra, Irlanda, Escocia o Gales, "sólo se enfoca en la reina, alguien a quien los británicos no tienen muy bien catalogada" Esa organización republicana instó además a todos los partidos políticos del país a sumarse al debate para abolir la monarquía, que considera un "verdadero anacronismo" La guillotina En tanto, Stephen Pund, parlamentario laborista rebelde que apoya el pedido de "Republic", contó que la mayoría de los diputados "prefieren mantener el silencio al respecto, porque no quieren poner la cabeza debajo de la ?guillotina?" "Pero creo que tendríamos que abrir esta discusión de una buena vez ¿Por qué seguir con la monarquía impuesta año tras año?", indicó el diputado que representa a la circunscripción de Ealing North, en Londres Según ese parlamentario, no es necesario erradicar totalmente la figura de la reina, quien debería mantener "sólo un rol ceremonial y simbólico" Por el momento y aunque busca reformar la anticuada Cámara de los Lores, el gobierno del primer ministro Tony Blair no tiene intención alguna de abolir la monarquía, que sigue viendo como una fuente de ganancias para atraer al turismo internacional, y como "valuarte" de las buenas tradiciones británicas Consultado por Apro, un vocero del Partido Laborista, que prefirió mantener el anonimato, declaró: "Nosotros apoyamos enteramente a la Familia Real y creemos que ellos trabajan muy duro por el país, como embajadores de Gran Bretaña" Sin embargo, Tony Banks, otro de los diputados laboristas rebeldes opuestos a la monarquía, dijo que el Laborismo "es cobarde" a la hora de poner sobre la mesa la posibilidad de reformar el sistema de la realeza En tanto, el Partido Conservador, que por siglos ha sido la agrupación del "establishment" inglés, dijo que no tiene intenciones de promulgar una eventual abolición de la monarquía "La necesitamos como necesitamos de otras tradiciones bien británicas", destacó Michael Portillo, uno de los llamados "renovadores" del partido "tory" Por su parte, un vocero de los Liberales Democráticos, tercera fuerza política del país, dijo que "estaríamos contentos" en debatir el futuro de la monarquía, "pero el gobierno (de Blair) se niega a ello" Para Stephen Haesler, profesor en temas constitucionales y uno de los pro-secretarios de "Republic", el mayor problema es el miedo a abrir el debate "Es como la vieja historia del elefante en la sala del comedor: todos saben que está ahí, pero nadie quiere decir nada al respecto", dijo el experto, en referencia a una antigua frase inglesa "Cada vez menos británicos están de acuerdo en que en una democracia moderna, el hijo mayor de un monarca deba ser el próximo jefe de Estado del país Es un sistema arcaico, feudal y que se nos impone porque tiene historia Pero también la historia, en el presente, debe someterse al cambio", aclaró Una reciente encuesta de la consultora MORI concluyó que sólo el 47 por ciento de los británicos quiere que la monarquía continúe cuando muera Isabel II Sin embargo, el 55 por ciento dijo que preferiría que el príncipe Carlos fuera coronado rey, a que esa posición la ocupara otra persona, en el rol de presidente El profesor Bob Worcester, fundador de MORI, declaró que uno de cada cinco británicos está de acuerdo con abolir la monarquía y reemplazarla con una figura de jefe de Estado elegida democráticamente Para el experto, esto ocurre debido a que, para la mayoría de los británicos, la monarca tiene aún cierto atractivo, aunque una vez que ella muera "las cosas podrían cambiar drásticamente" "La gente sigue reconociendo el magnífico trabajo que hizo Isabel II durante estos últimos 53 años de reinado", dijo Worcester, para quien si Australia se convierte en una república y deja de contar con la Reina de Inglaterra como jefe de Estado, "podría desatarse un efecto dominó en Gran Bretaña" Año de celebraciones Lo cierto es que, este mes, las autoridades de Buckingham buscarán evitar todo debate sobre el futuro de la monarquía, y se concentrarán en las celebraciones por el octogésimo cumpleaños de la soberana, nacida en Londres, el 21 de abril de 1926 Isabel fue la primogénita de los duques de York y tercera nieta del rey Jorge V de Inglaterra, convirtiéndose en la heredera del trono cuando su padre fue coronado, en 1936, con el nombre de Jorge VI, tras la abdicación del hermano de éste, Eduardo VIII Además, es la tataranieta de la reina Victoria, a quien la actual monarca dice admirar con orgullo En marzo de 1945, poco antes de que concluyera la Segunda Guerra Mundial, ingresó en el Servicio Auxiliar de Transporte, donde desarrolló tareas militares, que le valieron la admiración del estoico pueblo británico Dos años después, contrajo matrimonio con el teniente Felipe de Mountbatten, príncipe de Grecia y Dinamarca y duque de Edimburgo, aunque los británicos no veían con gusto esta unión, ya que consideraban al pretendiente "demasiado europeo y poco británico" De ese matrimonio nacieron Carlos, príncipe de Gales, en 1948; Ana, en 1950; Andrés, en 1960, y Eduardo, en 1964 Desde que asumió el trono con sólo 27 años, Isabel fue considerada por los monárquicos como una reina consciente de su papel, aunque su liderazgo se vio sumido por una serie de escándalos, entre ellos, la separación de tres de sus cuatro hijos y supuestos romances de su esposo con bailarinas y cabareteras del Soho, el distrito rojo de Londres En 1952 se encontraba en Kenia, África, entonces colonia británica convulsionada por las acciones terroristas de los mau mau, cuando recibió la noticia de la muerte de su padre Tras regresar a Inglaterra, fue coronada el 2 de junio del año siguiente en la antigua abadía de Westminster, en una fastuosa ceremonia a la que asistieron jefes de Estado y representantes de las casas reales europeas, que miles de personas pudieron seguir por primera vez a través de la televisión, en una transmisión histórica de la BBC de Londres La reina procuró preservar el carácter unificador de la Corona en el espacio político del antiguo imperio convertido tras la descolonización en la Commonwealth, a pesar del reducido papel político al que se vio reducida la monarquía británica tras la Segunda Guerra Mundial, y los cambios que se produjeron en la relación con las antiguas colonias Fue la primera monarca británica en viajar por todo el mundo, para estrechar vínculos con súbditos de las más diversas razas, creencias y culturas Sin embargo y a pesar de la popularidad en sus primeros años de reinado, Isabel II no ha podido evitar que los escándalos familiares denoten la existencia de cierto anquilosamiento en las estructuras de la monarquía, en particular a partir de la década de 1970 y hasta mediados de los 90? Los frustrados matrimonios de sus hijos Andrés con Sarah Ferguson, y Carlos, el heredero de la corona, con Diana Spencer, y las repercusiones que las desavenencias conyugales de sus hijos tuvieron en la opinión pública, la han inducido a buscar nuevos caminos de acercamiento al pueblo Fue por ello que, aconsejada por sus funcionarios de palacio, decidió pagar impuestos sobre sus bienes e ingresos, dar un tono popular y familiar a la celebración de sus bodas de oro en el trono --que celebró en 2003-- o visitar a las víctimas de actos terroristas Pero fue sin duda la muerte de la princesa Diana de Gales, en agosto de 1997, que le dio a la reina Isabel II una imagen de mujer fría y lejana Desde entonces y para evitar las críticas, la monarca ha trabajado con toda intensidad a fin de no perder la identificación con el pueblo, organizando visitas a hospitales, centros de asistencia, y hasta participando en festejos tradicionales Durante el día de su cumpleaños, la Reina asistirá a un servicio de Acción de Gracias en la catedral de San Pablo, en Londres Después tendrá lugar la celebración oficial del cumpleaños por las principales calles de la capital británica y, como cada año, la soberana saldrá en carroza desde el palacio de Buckingham hasta el edificio de la guardia real montada a caballo Según le dijo la propia reina a sus secretarios privados, pasará el día de su cumpleaños en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres, y por la noche el príncipe Carlos, heredero al trono, le ofrecerá una cena familiar en su honor De acuerdo con voceros del palacio de Buckingham, el 19 de abril, la reina y su esposo, ofrecerán en Londres un almuerzo para los británicos que, como ella, cumplan años el 21 de abril Dos días después, el día de San Jorge, patrono de Inglaterra, la Familia Real participará de un servicio religioso en la capilla del castillo de Windsor para celebrar el evento, y el 25 del mismo mes, la reina ofrecerá una fiesta al aire libre en el palacio de Buckingham para niños de distintos puntos del país Como parte del año de celebraciones, 10 dibujos de Leonardo da Vinci, que pertenecen a la Colección Real, serán exhibidos en galerías del país, entre ellas la de Exeter y Leeds (Inglaterra), Aberdeen (Escocia) y Cardiff (Gales), y se expondrá una serie de fotografías de la monarca desde que era una niña hasta la actualidad Isabel II también festejará los 85 años de su esposo, que cumple el próximo 10 de junio Pero los festejos no terminan allí, ya que la soberana dijo que celebrará su 80 aniversario con un crucero de una semana por las Islas Occidentales de Escocia, viaje en el que será acompañada por su esposo y otros miembros de la familia real Isabel II pasará su cumpleaños a bordo del lujoso navío "Hebridean Princess", aunque el crucero recorrerá las islas escocesas en agosto, cuatro meses después del cumpleaños de la soberana, y culminará en la ciudad de Aberdeen, norte de Escocia A pesar de las celebraciones, eventos y calendario de festejos, la vejez de la soberana trae consigo los nuevos debates por el futuro de la monarquía británica y sus funciones en una democracia moderna y pujante Como indicó Smith, presidente de "Republic": "A pesar de la reticencia al cambio, los británicos -famosos por mezclar lo nuevo con lo histórico-- están listos para modificar tradiciones muy anquilosadas Y la realeza no quedará fuera"

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