Alemania: votos, alianzas y apuestas

viernes, 18 de septiembre de 2009 · 01:00

BERLIN, 18 de septiembre (apro) - En mayo de 2005, durante la campaña electoral que terminó encumbrando a Angela Merkel como canciller alemana, Apro preguntó a un político de la segunda línea de su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), qué opinaba acerca de la entonces candidata

"Le contesto si no cita mi nombre", respondió el político "Si usted arroja a Angela Merkel a una piscina llena de pirañas, en el transcurso de pocos minutos no quedará una sola piraña"

Merkel tenía entonces fama de ser una intrigante reservada, una política poco imaginativa, aunque con ambiciones, un fantasma algo viscoso que debía su autoridad al padrinazgo del excanciller democristiano Helmut Kohl A duras penas había conseguido ser la candidata de la unión entre democristianos (CDU) y socialcristianos del Estado de Baviera (CSU) Estas fuerzas conservadoras, que al calor de las encuestas paladeaban ya la formación de un nuevo gobierno con los liberales del FDP, vieron truncado su sueño

Para beneplácito del canciller saliente, el socialdemócrata Gerhard Schroeder, Merkel se vio forzada a formar el gobierno con sus archienemigos del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) Nació de este modo la "Gran coalición"

Lo que hace cuatro años fue catalogado como matrimonio por conveniencia, hoy puede ser visto como una unión asentada, realista, madura, no carente, claro está, de alguna que otra rencilla

Es cierto que en la vida diaria muchos alemanes condenan el matrimonio por arreglo, costumbre muy común hasta entre los inmigrantes turcos y árabes Pero ningún alemán se priva de reír ante el chiste popular que dice que, después de algunos años de matrimonio, no es muy fácil distinguir uno surgido de la pasión entre los novios de otro acordado por sus progenitores

La ironía que ilumina el chiste refleja también, de algún modo, el momento político que atraviesa Alemania, que realizará comicios legislativos el próximo 27 de septiembre La mayor parte del electorado no opondría muchos reparos a que la coalición entre conservadores y socialdemócratas continuara otros cuatro años al frente del gobierno, sobre todo mientras dure la crisis financiera internacional, que estimula con vigor la actitud de no asumir riesgos

 

Socios

 

Al comienzo de su desempeño al frente de la cancillería federal, muchos dudaron que Merkel pudiera soportar la presión de los "barones" de su propio partido, todos hombres, naturalmente, y a cargo de los estados federados más poderosos

Con una gran discreción, Merkel fue apartando a sus numerosos enemigos y se rodeó de un círculo de asesores tan estrecho, que ha acabado por volverse invisible o fundirse con su persona En sus cuatro años como canciller, Merkel casi no ha discutido públicamente sobre grandes temas Su especialidad es hablar de problemas puntuales y de soluciones tan simples que suenan obvias o falsas A lo largo de estos años, Merkel acuñó un perfil sobrio, modesto y a la vez decidido, alejada en apariencia de ambiciones personales, punto que parece ser la clave de su popularidad

En su carácter de socio minoritario de la Gran coalición en el gobierno, el Partido Socialdemócrata designó a Frank Walter Steinmeier como ministro de Relaciones Exteriores Discreto, eficaz y poco carismático, Steinmeier es más proclive a mover los hilos en la sombra que a poner la cara en público A Steinmeier le gusta razonar en grandes términos Suele hilvanar con agilidad acrobática complejas cadenas de pensamientos técnicos, que pueden maravillar, adormecer y fastidiar al mismo tiempo

Si el 68 % de aprobación que la Gran coalición recibe de los votantes valiera como argumento, el gobierno de conservadores y socialdemócratas podría considerarse un éxito Pero la única que parece haber cosechado los beneficios es Angela Merkel Hace un mes, el 64% de los encuestados declaraba que la prefería como canciller, mientras que un desolador 29% se inclinaba por Steinmeier 

           Dentro de un clima de campaña electoral poco efusivo, el único enfrentamiento directo entre ambos candidatos se realizó el pasado 13 de septiembre en la televisión germana Merkel y Steinmeier tuvieron la incómoda misión de mostrarse como socios de un negocio  supuestamente exitoso, que aun pudo ser mejor sin la presencia del otro socio

Para buena parte de la prensa, el esperado duelo se convirtió en un decepcionante dúo La disputa entre los dos socios a cargo del gobierno no ofreció ninguna tensión extrema Pero las diferencias que marcaron, al menos desde el espacio retórico, tampoco son insignificantes

Merkel dijo que con una coalición distinta en el gobierno ?es decir, junto a sus históricos socios liberales? la situación económica de Alemania y las perspectivas de futuro serían mucho mejores Steinmeier señaló que si algo de social tenía el actual gobierno, esto se debía a la participación socialdemócrata e insinuó que Merkel quería alzarse con ese crédito 

La canciller abogó por una reducción de impuestos que llegaría a los 15 mil millones de euros Steinmeier le señaló que, con las deudas contraídas a causa de la crisis financiera, es imposible renunciar a tamaña pérdida de ingresos fiscales Para compensar el déficit de las arcas públicas "haría falta un crecimiento del 9%  anual, algo que jamás ha sucedido en la historia de este país", sostuvo

Mientras Steinmeier abogó por mantener la eliminación progresiva  de la energía atómica hasta su total desactivación en 2020, Merkel dejó abierto el cumplimiento de este plazo

La canciller apoya acuerdos sectoriales de salarios mínimos, "para no hacer peligrar puestos de trabajo", mientras que Steinmeier propone un sueldo mínimo para que abarque todo el país, de manera de "detener esta espiral declinante de los sueldos y el aumento de la brecha entre ricos y pobres"

 

Puntos álgidos

 

La crisis financiera internacional era uno de los puntos más esperados Steinmeier abogó por una regulación más estricta de los bancos y una limitación de los salarios de sus directivos, mientras que Merkel favoreció la espera de una regulación  internacional

La presencia de soldados alemanes en Afganistán sigue siendo impopular entre la población germana, sobre todo después del ataque aéreo ordenado por la comandancia alemana el 3 de septiembre pasado, que costó la vida de 69 combatientes talibanes y 30 civiles, de acuerdo con un informe del gobierno afgano

La permanencia de las tropas alemanas es apoyada por Merkel Luego de infinitos vaivenes, Steinmeier fijó el año 2011 como la fecha definitiva del retiro de las tropas alemanas, aunque dejando un centro para el adiestramiento de la policía afgana 

Un poco por el carácter de los candidatos, otro poco por la situación en la que se encuentran, el duelo se mantuvo siempre civilizado y respetuoso, lejos de los saltos depredatorios al rival que acostumbraba dar el excanciller Gerhard Schroeder

         "Steinmeier gana 0 a 0", tituló expresivamente el noticiero del canal televisivo estatal ARD El socialdemócrata logró hacerse más entendible y accesible a los votantes y levantó muy levemente en las encuestas, lo suficiente como para limar la delgadísima mayoría que hasta entonces conseguía Merkel junto a los liberales del FDP

Según el sondeo de la encuestadora Forsa, el apoyo a Merkel pasaría del 1609% a un 37% y el de los liberales habría bajado al 12% La suma de ambos, un 49%, está a sólo 2 puntos de la mayoría necesaria para que Merkel sea reelecta con su coalición deseada Pero esos dos desesperantes puntos pueden ser tan inalcanzables para Merkel como el Sol para Ícaro

Los socialdemócratas del SPD, por su parte, alcanzaron tras el duelo un 24% de las preferencias "Hasta ahora tenemos entre un 10% y un  15% de indecisos Nuestras investigaciones muestran que entre ellos hay muchos potenciales votantes del SPD, que se mueven por temor a la pérdida de justicia social que creen significaría un gobierno de Merkel y los liberales" comentó a Apro Jürgen Falter, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Mainz

Falter ve como improbable que gane la coalición de Merkel y los liberales "Con un vaivén que se mueve entre el 33%  y el 37 % de los votos para Merkel, va a ser muy difícil que pueda coaligar con los liberales" El profesor Falter cree en la continuidad de la "Gran coalición" e incluso ha hecho varias apuestas en contra de un posible cambio de gobierno "¡Con eso voy a llenar hasta el tope mi bodega de vinos!", anticipa

"La otra alternativa de la que se ha hablado, entre los socialdemócratas, el Partido Verde y La Izquierda podría funcionar a partir de las elecciones siguientes, donde La Izquierda podrá ser reconocida y  tomada en cuenta a nivel federal como posible miembro de una coalición, pero no ahora", sostiene Falter

La Izquierda, que cuenta con el 10% de las preferencias, aún carga con el lastre de ser el heredero remozado del SED, el antiguo partido que dirigió a la Alemania Oriental De la mano de muchos desencantados de la socialdemocracia, La Izquierda ha logrado en pocos  años establecerse en la parte occidental de Alemania 

            Ya en el último tramo de la carrera electoral, los partidos han comenzado a ver de qué manera  podrían  calzar sus piezas en el rompecabezas de la política para construir una mayoría  y nombrar al próximo canciller

Una coalición entre socialdemócratas, liberales y verdes (11% de las preferencias) es el último invento Sin embargo, aún es notorio que los verdes ?descendientes de hippies,  transfigurados  por el bienestar? son enemigos jurados de los liberales, de matriz ostentosamente yuppie

Los tres partidos pequeños, los liberales del FDP, Los Verdes y La Izquierda, ya definitivamente establecidos, seguirán probablemente erosionando la hegemonía de los dos grandes  partidos tradicionales En la intimidad de unos y otros suena cada vez más fuerte una verdad inexorable Las posibilidades efectivas de formar gobierno se reducen a dos: Merkel con los socialdemócratas o Merkel con los liberales

Los primeros en reconocerlo fueron los propios socialdemócratas Peer Steinbrück, ministro de Finanzas y segundo en su partido, llamó esta semana a impedir que Merkel llegue al poder con los liberales e instó a reacomodarse dentro de la Gran coalición "Además ahora hay  más afinidad que nunca entre nosotros", dijo, "y si  vamos a la oposición tendremos que competir en radicalidad con el partido La Izquierda"

"Es cierto que una Gran coalición no es muy querida por ninguno de los dos partidos", reconoció el candidato Steinmeier "Pero para  nuestros electores es quizá mejor que dejar a los conservadores solos"  

Solos, no: junto con los liberales Ya que si éstos consiguen arañar los puntos que les faltan, la política alemana experimentará un acentuado giro a la derecha

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