Viajar a Cuba, el gran boquete al bloqueo

domingo, 4 de abril de 2010 · 01:00

CANCÚN, Q. Roo, 2 de abril (apro).- De Texas a Florida, de Nueva York a California, una centena de asociaciones de operadores y empresas de viajes de Estados Unidos lanzarán en abril una campaña histórica para eliminar las restricciones impuestas a los estadunidenses para que visiten Cuba, uno de los flancos más débiles del bloqueo de Estados Unidos contra la isla caribeña.

El objetivo principal, dice a Apro Angélica Salazar, una de las impulsoras de la iniciativa, es lograr que en el verano próximo el Congreso de Estados Unidos apruebe uno de los tres proyectos de ley presentado por dos legisladores demócratas.

“Necesitamos todo su esfuerzo, todo su apoyo. Abril es un mes fundamental para lograr el avance de las leyes que darían al ciudadano norteamericano (sic) el derecho constitucional de viajar libremente a Cuba. Es el momento de cambiar esta política errónea”, afirmó.

Reunidos durante tres días, del 24 al 26 de marzo, en Cancún, Quintana Roo, empresarios estadunidenses del ocio como Kirby Jones, presidente de la compañía Alamar,  y organizaciones como Airline Brokers, acordaron apoyar la campaña para levantar la prohibición de viajar a la isla.

A la estrategia de difusión en las ciudades y al lobby en el Congreso estadunidense se vincularán, por primera vez en 50 años, las Asociación Nacional Estadunidense de Viajes y la Asociación de Touroperadores Estadunidenses ((NTA y USTA, por sus siglas en inglés).

Las tajadas del pastel

Una amplia delegación del gobierno cubano presidido por el ministro de Turismo, Manuel Marrero, y el jefe de la Oficina de Intereses Cuba en Washington, Jorge Bolaños, participaron en la reunión y sostuvieron encuentros privados con los operadores de tours.

“¿De qué tamaño es el pastel?”, preguntó Kirby Jones, presidente de Alamar, consultora de negocios que trabaja con Cuba desde hace 35 años, al presentar a representantes de empresas turísticas de Cuba como Havanatur y Marazul.

Para el propio Jones,  la apertura de los viajes de estadunidenses a Cuba “dejaría ganancias de muchos millones de dólares para ambos países, un pastel compartido entre Estados Unidos y Cuba”. Además, dijo que las apetencias de empresas de ambos países han crecido en la misma medida en que aumentan las posibilidades de que en el Congreso legislativo estadunidense tenga éxito alguna de las propuestas para eliminar las limitaciones.

El gobierno de Raúl Castro calcula que 1.7 millones de ciudadanos de Estados Unidos podrían ir a la isla cada año si son eliminadas las restricciones para viajar a Cuba, que se mantienen desde 1962.

La presidenta de la Asociación Nacional Estadunidense de Viajes y el titular de la Asociación de Touroperadores Estadounidenses, Luisa Simón y Bob Whitley, respectivamente, coincidieron en que lo prioritario es promover que se levanten las restricciones para tener a Cuba como un nuevo destino turístico y fuente de ingresos.

Las dos asociaciones han planteado al Congreso de Estados Unidos la necesidad de garantizar a sus ciudadanos la libertad de ir a cualquier país, fomentar el turismo y reducir los obstáculos en los viajes internacionales de sus compatriotas.

Iniciativas anteriores han fracasado, pero no pocos analistas creen que ahora es distinto. “Hay un presidente nuevo y un clima diferente”, recordó Kirby Jones, presidente de la consultora estadunidense Alamar Associates, organizadora del encuentro en Cancún.

Antes del triunfo de la revolución, según datos oficiales, 90% de los turistas en Cuba eran estadunidenses y 30% de los ciudadanos de aquella nación que iban al Caribe venían a esta isla.

Cuba, de acuerdo con información del Ministerio de Turismo,  es actualmente el noveno destino en América; dispone de unas 50 mil habitaciones y en los últimos 20 años ha recibido 29 millones de visitantes, la mitad de los cuales procedentes de Europa.

Los canadienses son los extranjeros que más visitan la isla, de donde vinieron en 2009 más de 930 mil turistas. Seguido por Gran Bretaña (171 mil 784 viajeros), España  (129 mil 042)  Italia (117 mil 210)  y Alemania con (92 mil 281).

Expertos estiman que en los primeros 12 meses iniciales sin restricciones, el flujo de viajeros de Estados Unidos a Cuba podría alcanzar 850 mil personas que se hospedarían en hoteles y otro medio millón que llegaría en cruceros.

En entrevista, Angélica Salazar, la principal promotora de la campaña para eliminar las restricciones de viajar a Cuba, hizo un amplio bosquejo de las iniciativas que se han presentado en el Congreso estadunidense.

De las cinco, según la consultora Salazar, tres proyectos de ley, presentados principalmente por demócratas, tienen las mejores opciones. La primera la presentó Byron Dorgan en el Senado de la República. Dos la entregaron William Delahunt y Collin Peterson en la Cámara de Representantes.

La propuesta de Dorgan tiene 38 votos confirmados, de los 60 que se requieren para su aprobación, pero al participar en una teleconferencia en la reunión empresarial de Cancún, el propio senador aseguró que logrará los 60 votos para que sea admitida y discutida en el Senado estadunidense.

El proyecto de Delahunt tiene unos 200 patrocinadores confirmados, sólo le faltarían 18 de los necesarios para su admisión en el plenario.

La última fue presentada en la Cámara de Representantes el pasado 23 de febrero por Collin Peterson, presidente del Comité de Agricultura.

El proyecto de ley de Peterson es conocido como “Ley de Reforma de Restricciones de Viajes y Mejora de Exportaciones”,  y ha sido bien visto porque reúne la liberación de viajes con facilidades para agilizar la venta de productos agrícolas a la isla.

“No es seguro que se apruebe, siempre hay cuestiones políticas de momento que están en el ambiente, pero ni en el Congreso ni en la administración existen los obstáculos que había antes, y las posibilidades son muy buenas. Es una situación que no habíamos visto en mucho tiempo”, afirma la Angélica Salazar.

Los empresarios estadunidenses y los funcionarios cubanos expresaron un gran optimismo ante la posibilidad de que una de las tres leyes sea aprobada en el Congreso de Estados Unidos.

De ser aprobada, aseguran los operadores, se generaría una demanda en cascada de vuelos regulares, servicios bancarios y telefónicos, y uso del dólar; además, de tendría otros impactos, como el gasto personal de los visitantes.

“Estamos frente a oportunidades históricas que nunca tuvimos. ¡Hagámoslo!”, exhortó Jorge Bolaños, representante de Cuba en Estados Unidos, a los empresarios estadunidenses reunidos Cancún.

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