MEXICO, DF, 16 de septiembre (apro).- Al iniciar hoy una visita de Estado a Gran Bretaña, el papa Benedicto XVI reconoció que la Iglesia católica no actuó de manera decisiva o lo suficientemente rápido para frenar a los sacerdotes que violaron y abusaron sexualmente de niños.
Admitió que las revelaciones le habían producido una fuerte conmoción y causado una profunda tristeza. “Es que es muy difícil de entender cómo pudo ocurrir esta perversión del sacerdocio”, agregó.
Los casos de abusos sexuales cometidos en instituciones educativas católicas sumieron al Vaticano en una profunda crisis y ensombrecieron el decimoséptimo viaje del Papa al exterior.
Las declaraciones de Benedicto XVI marcaron su reconocimiento más amplio hasta la fecha de las fallas que ha tenido la Iglesia en afrontar los escándalos por curas pederastas, que han estallado otra vez con nuevas revelaciones en Bélgica, donde hay centenares de víctimas.
De ellas, al menos 13 se suicidaron con el pasar de los años.
El Papa agregó que los sacerdotes que cometan abusos jamás deben tener acceso a niños, pues consideró que sufren de una enfermedad donde la buena voluntad no es suficiente para sanarlos.
Luego le preguntaron sobre algunas encuestas que indican que los fieles han perdido la confianza en la Iglesia a causa de los escándalos.
Respondió que estaba sorprendido y apesadumbrado al enterarse de la gravedad de los abusos, sobre todo porque los sacerdotes toman votos para ser la voz de Cristo cuando se ordenan.
El Papa dijo que las víctimas eran ahora la prioridad de la Iglesia católica.
En su visita de cuatro días al Reino Unido, el pontífice se reunirá también con el primer ministro británico David Cameron y el arzobispo anglicano de Canterbury, entre otros.
Benedicto XVI pondrá fin a su viaje con una misa en la que beatificará al teólogo británico John Henry Newman, mientras aún es incierto si se reunirá con víctimas de los abusos sexuales a manos de sacerdotes católicos.