Muro virtual, fracaso real

lunes, 24 de enero de 2011 · 01:00

En 2005 Washington puso en marcha SBInet, un sistema que permitiría el control y la seguridad fronterizos. Fue un fiasco: el diseño de su primera etapa tuvo un costo de más de mil 100 millones de dólares y sólo alcanzó para cubrir 50 millas por las que siguieron cruzando indocumentados. La administración de Barack Obama anunció su cancelación, y aunque ello no implica que Estados Unidos haya renunciado a controlar el flujo de migrantes en su frontera sur, se demostró una vez más que ni la más alta tecnología los frena.

TUCSON, ARIZONA., 24 de enero (Proceso).- Durante esta época del año en el área de Sásabe el desierto es un mosaico de verdes que contrastan con el intenso azul del cielo. Por todas partes hay veredas que se extienden en el horizonte hasta perderse entre rocas y cactus.

Desde hace 10 años la mayor parte del flujo migratorio cruza por este vasto corredor desértico, una de las zonas más inhóspitas de la frontera sur estadunidense. En verano la temperatura sobrepasa los 45 grados centígrados, mientras que en invierno el termómetro cae a cero grados.

Durante 2005, la Patrulla Fronteriza detuvo a 438 mil 997 inmigrantes indocumentados sólo en esta zona correspondiente al sector de Tucson.

Por ello el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) escogió este sitio para poner en marcha el SBInet, componente de alta tecnología de la Iniciativa de Seguridad Fronteriza (SBI, por sus siglas en inglés). Con este sistema el gobierno de Estados Unidos buscaba, desde su implantación en 2005, resguardar su frontera para impedir la penetración de terroristas, narcotraficantes e inmigrantes indocumentados.

Mediante estos recursos, desde las oficinas de la Patrulla Fronteriza en Tucson un grupo de agentes podía vigilar en los monitores de sus computadoras los movimientos de los inmigrantes, incluso desde que comenzaban a reunirse en algún lugar de la frontera.

En el trayecto que siguen en su camino hacia el norte hay una sofisticada red de sensores que detectan día y noche sus movimientos. Estos dispositivos también perciben el calor del cuerpo humano y por medio de radares ubican su posición.

Luego de un gasto superior a los mil 100 millones de dólares, la administración de Barack Obama decidió cancelar –luego de una evaluación que se realizó desde marzo de 2010– esa fase de la Iniciativa de Protección Fronteriza, pues sólo abarca 53 millas de la línea divisoria. En términos de costo-beneficio se le consideró como un completo fracaso.

Así lo dio a conocer el viernes 14 la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, quien apuntó: “El SBInet no cumplió con su objetivo inicial de ofrecer una solución integral de tecnología para la vigilancia de toda la frontera”.

En una audiencia celebrada en el Congreso el 17 de junio pasado, dos subcomités de Seguridad Nacional revisaron el SBInet y concluyeron que el proyecto encabezado por la división de Sistemas de Defensa de la empresa Boeing era un fiasco.

El presidente del Subcomité de Seguridad Nacional en la Frontera y Antiterrorismo Global, Henry Roberto Cuellar, dijo que debido a los frecuentes problemas técnicos, la escasa supervisión y pobre planeación del proyecto, el SBInet no cumplía con el objetivo de hacer de la frontera un sitio más seguro.

 

Fallas de origen

 

En 2005 prevalecía un ambiente de miedo colectivo y los servicios de inteligencia insistían en la posibilidad de que los terroristas aprovecharán la porosidad de la frontera sur, e incluso se aliarán con narcotraficantes para realizar atentados en suelo estadunidense.

Por esta razón, al iniciarse el segundo mandato de George W. Bush el Departamento de Seguridad Nacional desplegó su Iniciativa de Seguridad Fronteriza. Se trataba de un plan de seguridad integral cuyo objetivo central era impedir el acceso de terroristas, narcotraficantes e indocumentados a través de las fronteras norte y sur de Estados Unidos.

La SBI contemplaba integrar todos los elementos de la seguridad fronteriza en tres grandes componentes: Alta tecnología (SBInet): cámaras, sensores, torres de vigilancia, satélites, comunicaciones; Infraestructura Táctica (TI, por sus siglas en inglés): cerca, iluminación, caminos y drenajes, y Proyecto de la Frontera Norte.

El SBInet fue el componente que el gobierno deseaba utilizar sobre todo en las zonas donde el terreno impedía que la cerca tradicional se construyera con rapidez.

Para poner en marcha este mecanismo, el Departamento de Seguridad Nacional, encabezado por el secretario Michael Chertoff, realizó una alianza con la división de Sistemas de Defensa de la empresa Boeing, una de las principales contratistas del gobierno durante la administración Bush.

El 22 de septiembre de 2006 Chertoff anunció que Boeing había ganado la licitación del proyecto SBInet. Detalló que el principal objetivo de este componente tecnológico era que los agentes de la Patrulla Fronteriza pudieran detectar, identificar, clasificar y responder de manera efectiva a cualquier tipo de intrusión.

La primera fase del SBInet, el proyecto Tucson-1, cubriría una extensión de 23 millas de área desértica desde Sásabe hasta Tucson y tendría un centro de mando en esa ciudad. La segunda fase, el Proyecto Ajo-1, abarcaría 30 millas en la zona de Organ Pipe Cactus National Monument Wilderness Land y del refugio de vida animal Cabeza Prieta, en la frontera oeste. En la frontera este llegaría hasta el Tohono O’odham Nation. Los trabajos concluyeron en agosto de 2009.

Desde un principio SBInet tuvo sus críticos. El presidente del Comité Nacional de Agentes de la Patrulla Fronteriza, T. J. Bonner, comenta a Proceso que de nada sirve saber quién, cómo, cuándo y dónde cruzan los indocumentados, si no se cuenta con suficiente personal en tierra para impedirlo.

Un agente de la Patrulla Fronteriza del sector Tucson, que pidió el anonimato, comenta a este semanario que el proyecto nunca sirvió:

“Nos lo vendieron como la solución a todos nuestros problemas, pero el sistema se caía constantemente y las comunicaciones con las torres eran muy lentas. Cuando las alarmas sonaban y nos dirigíamos hasta el sitio, nos encontrábamos con que los mecanismos de detección eran tan sensibles que se activaban con la lluvia, con el viento, con los coyotes y hasta con las aves.”

Aunque el gobierno canceló el programa ello no implica que se de-seche la idea de vigilar la frontera con tecnología de punta. En su comunicado, Napolitano explicó que ya existe un nuevo plan para resguardar la frontera que incluye sistemas de vigilancia móvil, aviones no tripulados y detectores de imágenes térmicas.

“El nuevo plan ha sido diseñado para cumplir con las necesidades específicas de cada región fronteriza y nos ofrecerá un balance más efectivo entre costo y capacidades”, precisó la funcionaria.

Y agregó: “Seguiremos utilizando el equipo ya instalado, pero buscaremos opciones comerciales que ya estén en el mercado e integraremos toda la tecnología”.

El nuevo plan del DHS busca cubrir las 323 millas restantes de la frontera de Arizona, lo cual representa una inversión de 750 millones de dólares.

 

Privilegios

 

El SBInet fue asignado por Chertoff a la División de Sistemas Integrados de Defensa de la empresa Boeing. El multimillonario contrato incluía la cobertura de la frontera norte y sur de Estados Unidos. También preveía que el proyecto se culminara en un lapso de tres años, aunque estaba contemplada una extensión por tres años más.

Durante la ceremonia de asignación del contrato, el 21 de septiembre de 2006, Chertoff dijo que el SBInet se concibió como una sociedad sin precedentes con Boeing. Añadió que esta empresa sería la principal contratista e integradora de todos los esfuerzos tecnológicos para el control de las fronteras norte y sur.

Y puntualizó: “Queremos construir una cerca virtual del siglo XXI que involucre la vieja cerca con infraestructura táctica, pero también una que incluya todos los elementos que ya han sido utilizados, no sólo en este país, sino también en otras partes del mundo, para ayudarnos a identificar a los intrusos, caracterizar el tipo de intrusión a lo largo de la frontera y permitir a la Patrulla Fronteriza aprehender a aquellos que la cruzan de manera ilegal lo más efectivamente posible”.

En ese evento Chertoff no respondió las preguntas de los periodistas acerca del costo total del proyecto, plazos para su terminación y otras características del contrato. Los datos que proporcionó fueron muy vagos.

“En la medida en que vayamos desarrollando segmentos de la frontera bajo este contrato, tendremos la oportunidad de negociar el mejor precio. Siempre tendremos la oportunidad de buscar alternativas si creemos que son más económicas”, planteó el secretario.

De acuerdo con estimaciones del Departamento de Seguridad Interna realizadas en junio pasado, por la cobertura de las 3 mil millas de la frontera sur con el SBInet Boeing se hubiera embolsado 7 mil 600 millones de dólares.

De esta suma, alrededor de 5 mil 100 millones de dólares estaban destinados al diseño, desarrollo e integración de cercas, caminos, barreras, sensores, radares, comunicaciones y centros de comando. Los otros 2 mil 500 millones se canalizarían a la integración logística y operaciones de apoyo.

La pérdida del contrato representa un fuerte golpe para Boeing, que cuenta con más de 70 mil empleados; sin embargo, la compañía se repondrá con facilidad habida cuenta de los numerosos contratos federales que año tras año recibe del gobierno.

De acuerdo con el Federal Procurament Data System, durante 2007 el conglomerado ocupó el segundo lugar entre las empresas que recibieron contratos federales. Percibió un total de 24 mil 332 millones de dólares; es decir, 7 % de las asignaciones. Raytheon, que sustituirá a Boeing en el proyecto de alta tecnología para el control fronterizo, también se encuentra entre las grandes corporaciones que reciben contratos federales. En 2007 se ubicó en el quinto sitio con 12 mil 38 millones de dólares.  l

 

 

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