Ascenso y caída
20 de marzo de 1956
Independencia de Túnez.
25 de julio de 1956
Derrocamiento de la monarquía y proclamación de la República.
8 de noviembre de 1957
Habib Bourguiba asume la presidencia.
1957-1987
Largo y complejo “reino de Bourguiba”: el líder independentista intenta conciliar la occidentalización del país con el respeto a la cultura y las raíces árabes.
1963
Túnez se convierte en régimen de partido único bajo la égida del Partido Socialista Destourien (PSD).
1963-1969
Estatización de la economía. Fracaso y abandono de esa experiencia.
1975
El Parlamento elige a Habib Bourguiba como presidente vitalicio.
1977
La Unión General de los Trabajadores de Túnez (UGTT) conquista una leve autonomía, al tiempo que se crea la Liga Tunecina de los Derechos Humanos.
1978
Fuerte represión gubernamental contra la UGTT.
Década de 1980
Crisis política y social, degradación de la situación económica; clientelismo desaforado y lucha encarnizada en el círculo íntimo del presidente enfermo para sucederlo.
1986-1987
El general Zine al Abidine Ben Ali asume sucesivamente los cargos de secretario de Estado para la Seguridad, ministro del Interior y primer ministro. Su principal objetivo: acabar con los islamistas.
7 de noviembre de 1987
“Golpe de Estado médico”. Apoyado por las fuerzas armadas y por amplios sectores de la sociedad, Ben Ali derroca a Bourguiba, quien se encuentra senil. El líder histórico tunecino pasa los últimos 13 años de su vida bajo arresto domiciliario en una cómoda residencia con atención médica permanente. Muere el 6 de abril de 2000, a los 97 años.
2 de abril de 1989
Ben Ali es elegido presidente. Despierta muchas esperanzas entre la población.
1989-1991
Breve periodo de relativa libertad política y de prensa. Se revitaliza la vida económica.
1991
Ben Ali desata una represión sin precedente contra Ennahda, partido islamista tunecino. Encarcela de 20 mil a 30 mil de sus integrantes.
Década de 1990
Después de “neutralizar” a los islamistas, Ben Ali amordaza a los medios de comunicación y se lanza contra la izquierda tunecina, las asociaciones de la sociedad civil y cualquier “veleidad” democrática.
20 de marzo de 1994
Ben Ali gana las elecciones presidenciales con 99.91% de los sufragios. Es el único candidato de su propia sucesión.
24 de octubre de 1999
Ben Ali gana los comicios con 99.45% de los sufragios en las primeras elecciones plurales celebradas en el país.
26 de mayo de 2002
El Parlamento modifica la Constitución: se suprime el artículo que limita a tres el número de mandatos presidenciales y se otorga inmunidad judicial vitalicia al jefe de Estado.
Década de 2000
ONG internacionales denuncian las violaciones sistemáticas a los derechos humanos perpetradas por el régimen. Predican en el desierto. La Unión Europea y Estados Unidos se hacen de oídos sordos. Tampoco parece importarles que los familiares del presidente dominen cada vez más la vida económica del país. Para Washington y Bruselas, Ben Ali es un “escudo” imprescindible en contra del radicalismo islamista. Sin embargo, los cables diplomáticos que WikiLeaks publicó en noviembre pasado son muy elocuentes: Washington describe al sistema de Ben Ali como “cuasi-mafioso”.
11 de abril de 2002
Atentados islamistas en la isla de Djerba matan a 15 personas.
24 de octubre de 2004
Reelección de Ben Ali con 94.99 % de los sufragios.
Junio de 2008
Protestas sociales en la región minera de Gafsa, al sur de Túnez. Represión implacable y encarcelamiento de los líderes del movimiento.
25 de octubre de 2009
Reelección de Ben Ali con 89.62% de los votos.
17 de diciembre de 2010
Mohamed Bouazizi, un joven vendedor ambulante, se inmola después de que la policía le confisca su mercancía en la ciudad Sidi Bouzid. Su muerte prende el polvorín en casi todo el país.
22 de diciembre de 2010
Houcine Neji se sube a un poste de electricidad ante una multitud de manifestantes. Pide a gritos el fin de la miseria y del desempleo. Muere electrocutado. Se incrementan las protestas populares.
29 de diciembre de 2010
Ben Ali destituye a varios ministros.
Primeros días de
enero de 2011
Se multiplican las manifestaciones. El gobierno de Ben Ali endurece la censura en contra de los medios de comunicación e intenta bloquear correos electrónicos, foros de discusión y redes sociales en internet.
7 de enero de 2011
Ayub Alhammi, de 17 años, se suicida quemándose en su escuela.
10 de enero de 2011
La Unión Europea levanta tímidamente la voz: pide “mesura” en el uso de la fuerza y la liberación de los periodistas encarcelados. La ONU aboga a favor de la libertad de expresión. Todas las ONG internacionales condenan la represión.
11 de enero de 2011
Ben Ali decreta el toque de queda. Se recrudecen las protestas y los enfrentamientos con la policía.
12 de enero de 2011
Es destituido el ministro del Interior, Rafil Beljah Kacemm.
13 de enero de 2011
La policía dispara contra una manifestación de estudiantes y maestros. Ben Ali promete 300 mil empleos y que no se presentará a las elecciones presidenciales de 2014.
14 de enero de 2011
Las fuerzas armadas rehúsan disparar sobre la multitud. Ben Ali huye de Túnez. Después de un vuelo un tanto errático se refugia en Arabia Saudita. Lo acompaña su esposa, Leila Trabelsi, cuyos numerosos hermanos saquearon al país. El clan Trabelsi también busca salir del país. Unos lo hacen en yate, otros en avión. Varios se hospedan en un hotel de Disneylandia, cerca de París. Pronto tienen que dejar Francia. Los últimos no alcanzan a escapar de Túnez, pues el piloto del avión se niega a despegar con ellos a bordo. Son detenidos. Se decreta el estado de excepción. Se destituye al gobierno.
17 de enero de 2011
El primer ministro Mohamad Ghannouchi convoca a miembros del partido gobernante Reagrupación Constitucional Democrática (RDC), a políticos de oposición y a miembros de la sociedad civil a participar en un gobierno interino.
18 de enero de 2011
Los tres directivos de la UGTT, Houssine Dimassi, Abdeljelil Bedoui y Anouar Ben Geddour, que habían aceptado cargos ministeriales, renuncian al enterarse de la presencia de ministros de la RDC en el gobierno de transición. Lo mismo hace Mustafa Ben Jaafar, líder del Foro Democrático por el Trabajo. Los cuatro exigen que el Ejecutivo no incluya al ministro del gobierno anterior. Siguen las manifestaciones callejeras para exigir la disolución de la RDC. Los tunecinos se muestran firmemente decididos a no dejar que su “Revolución del Jazmín”, primera revolución democrática del mundo árabe-musulmán, sea saboteada.
Saldo oficial de estas cinco semanas históricas: 80 muertos y 94 heridos. Las ONG aún no acaban de evaluar el número de víctimas.