Obama apuesta a las Pymes cubanas

miércoles, 26 de enero de 2011 · 01:00

LA HABANA, 26 de enero (apro).- La sorpresiva decisión del gobierno de Barack Obama de suprimir las restricciones de viajes a Cuba para permitir el intercambio académico, cultural y religioso, así como el aumento del envío de remesas a la isla a cualquier ciudadano, fortalecerá el nacimiento de las nuevas pequeñas empresas en las 15 provincias cubanas.

La decisión de la administración estadunidense de permitir que cualquier ciudadano radicado en Estados Unidos pueda enviar hasta 2 mil dólares anuales a cubanos sin parentesco alguno, convertirá a los cubanos americanos (se calcula en un millón 500 mil) en los principales inversores de las incipientes pequeñas y medianas empresas, conocidas en el mundo también por el acrónimo Pymes, que hoy aparecen como hongos en toda Cuba.

El texto Declaración de la Casa Blanca en apoyo al pueblo cubano, difundido en la capital cubana por la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana destaca las tres disposiciones ordenadas por el presidente Obama: Viajes con un propósito determinado significativo; remesas a personas ajenas a la familia, y aeropuertos de Estados Unidos que apoyan vuelos fletados y autorizados a Cuba y desde Cuba.

“Estas medidas aumentarás el contacto entre los pueblos; apoyará a la sociedad civil en Cuba; mejorará el libre flujo de información para los cubanos, por ellos y entre ellos, y ayudará a promover su independencia de las autoridades cubanas.

“El presidente considera que estas medidas, en combinación con la continuación del embargo, son pasos importantes para lograr un objetivo compartido ampliamente de una Cuba que respeta los derechos básicos de todos sus ciudadanos”, subraya el comunicado e inmediatamente informa que los cambios se implementarán con modificaciones a las normas vigentes de Control de Activos Cubanos.

Las inesperadas medidas tomadas por el presidente estadunidense facilita los intercambios educativos, según el texto oficial, al permitir que instituciones acreditadas de educación superior con una licencia general auspicien viajes a Cuba que reporten créditos académicos; permite que los estudiantes participen por medio de instituciones académicas en las que no cursan estudios, y autoriza el apoyo a docentes a fin de incluir el respaldo de instructores adjuntos y de medio tiempo.

Una de las medidas restaura las licencias para intercambios educativos no relacionados con estudios académicos, “cuyo fin” es la obtención de un grado “cuando cuentan con los auspicios de una organización que patrocina y organiza programas que promueven contacto entre los pueblos”.

Pero también incluye dos temas que provocan desencuentros con el gobierno cubano porque lo considera de política interna: autoriza licencias específicas para organizar o realizar clínicas y talleres no académicos en Cuba para el pueblo cubano; y permite licencias específicas para una mayor variedad de actividades periodísticas, entre ellas la de bloguero y periodista independiente.

 

¿Remesas para quién?

 

La nueva flexibilización del envío de remesas anunciada por Estados Unidos abre el camino para la inyección de capital a la naciente empresa privada en Cuba en un momento que aún se discuten las reformas presentadas en octubre pasado por el presidente Raúl Castro.

Las medidas permitirán a cualquier estadunidense enviar hasta 2 mil dólares anuales a cubanos que no ostenten altos cargos en el gobierno ni en el Partido Comunista de Cuba (PCC) para “actividades económicas privadas”.

El comunicado indica textualmente.

“Para ayudar a aumentar la independencia económica del pueblo cubano y apoyar una sociedad civil más dinámica en Cuba, el presidente ha dado instrucciones de que las normas que rigen las remesas a personas ajenas a la familia se modifiquen para: Restaurar una categoría de licencia general a fin de que cualquier estadunidense pueda enviar remesas (hasta 500 dólares por trimestre) a personas en Cuba que no son familiares para apoyar actividades económicas privadas.

Las denominaciones religiosas son ampliamente beneficiadas con las nuevas medidas anunciadas por Estados Unidos.

Y la última disposición del presidente Obama se refiere a los servicios de las líneas aéreas y los aeropuertos desde donde habrán de prestar sus servicios.

Todos los aeropuertos internacionales en Estados Unidos podrán ofrecer vuelos a Cuba, siempre que dispongan de servicios adecuados de aduanas e inmigración y que los aviones sean operados por proveedores autorizados.

Hasta el momento, sólo aviones procedentes de Miami, Nueva York y Los Ángeles aterrizan en cinco provincias de Cuba: La Habana, Santiago de Cuba, Holguín, Cienfuegos y Camagüey.

Las acciones, que entrarán en vigor a principios de febrero, constituyen un cambio significativo en la postura que Washington ha mantenido hacia La Habana a lo largo de los últimos 12 años.

De esa manera, restituye las políticas sobre Cuba implementadas por el gobierno de Bill Clinton (1993-2001), las cuales habían sido derogadas en 2003 por el entonces presidente George W. Bush (2001-2009).

Por cierto, las nuevas medidas se conocieron casi un día después de que Roberta Jacobson, subsecretaria adjunta del Departamento de Estado, encabezó una delegación oficial de su país a La Habana para conversar sobre la marcha de los acuerdos migratorios.

Durante su estancia en La Habana, la funcionaria federal visitó al estadunidense Alan Gross, detenido desde diciembre de 2009 acusado de espiar para Washington, y se reunió con una docena de opositores.

 

Las reacciones

 

Desde que se conoció la llamada Declaración de la Casa Blanca en apoyo al pueblo cubano, las reacciones han sido diversas y contrastantes.

El Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado el domingo 16 de enero en el que aseguró que el gobierno de Estados Unidos no tiene la voluntad de cambiar su política hacia la isla a pesar de las nuevas medidas que levantan ciertas restricciones de viajes y remesas a la isla.

“Estas medidas confirman que no hay voluntad para cambiar la política de bloqueo y desestabilización contra Cuba.

“Aunque las medidas son positivas, se quedan muy por debajo de esos justos reclamos, y tienen un alcance muy limitado y no modifican la política contra Cuba.

“Si existiera un interés real en ampliar y facilitar los contactos entre nuestros pueblos, Estados Unidos debería levantar el bloqueo y eliminar la prohibición que hace de Cuba el único país al que los norteamericanos no pueden viajar”, apunta el comunicado.

Por su parte, algunos opositores al gobierno de la isla aplaudieron la decisión del presidente Obama pero exigieron la liberad de los 11 presos políticos que aún están en prisión.

Laura Pollón, líder de las llamadas Damas de Blanco (esposas y familiares de presos de conciencia) calificó de “muy bueno para el pueblo de Cuba” la flexibilización de los viajes y el envío de remesas, pero al tiempo insistió en la inmediata libertad de los opositores que aún se encuentran en prisión.

“Es muy positivo este gesto'', expresó el opositor y economista Oscar Espinosa Chepe, y agregó que es importante que el gobierno de Cuba responda con gestos a favor del mejoramiento de las relaciones con Estados Unidos.

En contrate, la legisladora Iliana Ros-Lehtinen, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, consideró que la decisión de Obama “no ayudará al pueblo cubano a liberarse de la despótica tiranía que los oprime.

“Estos cambios socavan nuestra política exterior y nuestros objetivos de seguridad y sólo traerán beneficios económicos al moribundo régimen cubano”, afirmó.

Mario Díaz Balart, otro legislador cubano-americano, dijo que la administración de Obama debe darse cuenta que “apaciguar a un dictador despiadado no es la respuesta hoy, mañana ni nunca”.

“En lugar de canalizar más dólares a un régimen en crisis y a un Estado patrocinador del terrorismo, la administración debe centrarse en el fortalecimiento de los valientes opositores a favor de la democracia que sigue ganando terreno en Cuba”, subrayó.

El expresidente Fidel Castro apareció el jueves 20 de enero con opiniones sobre la apertura parcial a los viajes y al envío de remesas. El líder de la Revolución Cubana recordó que la isla es el único país en el planeta que no puede ser visitado por los ciudadanos estadunidenses.

“Pasaron diez presidentes de Estados Unidos, está pasando el undécimo, y la Revolución Socialista se mantiene en pie. Los revolucionarios cubanos hemos cometido errores, y los seguiremos cometiendo, pero jamás cometeremos el error de ser traidores”, fustigó en una de sus reflexiones publicadas el jueves en todos los medios de comunicación.

 

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