Escala conflicto en Siria; EU cierra su embajada
MÉXICO, D.F. (apro).- El gobierno de Estados Unidos ordenó el cierre de su embajada en Siria y la evacuación de todo su personal diplomático, luego de fallar en su intento para que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenara la represión del presidente Bashar Al Assad.
En un comunicado, el Departamento de Estado informó que la legación diplomática estadunidense en Damasco "suspendió todas sus actividades a partir del 6 de febrero de 2012 a causa de la continuación de la violencia y del deterioro de las condiciones de seguridad".
Añadió que el embajador de Estados Unidos en Siria, Robert Ford, y todos los funcionarios de la embajada salieron con sus familias, e instó a los ciudadanos estadunidenses a abandonar el país.
"El reciente estallido de violencia, principalmente los bombardeos en Damasco del 23 de enero, han aumentado los temores respecto a nuestra embajada, que no está lo suficientemente protegida contra un ataque armado", explicó el Departamento de Estado.
A partir del estallido de la rebelión popular en Siria, el 26 de enero de 2011, con la inmolación de un ciudadano de Al-Hasakah, en protesta contra el gobierno sirio, unas siete mil personas han muerto y alrededor de nueve mil están desaparecidas, según datos del Centro de Documentación de Violaciones de Derechos Humanos.
Durante más de un año se han realizado innumerables movilizaciones en todo el país en demanda de reformas democráticas y la salida de Al Assad de la presidencia, cargo que ostenta desde hace casi 12 años.
La violencia que azota al país dejó este día alrededor de 37 muertos en Siria, tras lo cual Estados Unidos ordenó el cierre de su sede diplomática, que coincide con el llamado que el pasado domingo 5 hizo la secretaria de Estado, Hillary Clinton, a la comunidad internacional para formar una coalición, terminar con el régimen de Bashar Al-Assad y aumentar las sanciones existentes contra su gobierno.
El sábado 4 se presentó una resolución ante el Consejo de Seguridad de la ONU, apoyada por 13 países, que condenaba la represión por parte del presidente sirio, sin embargo China y Rusia, que tienen derecho de veto en el consejo, se impusieron y la resolución no prosperó.
Al ejercer su derecho de voto argumentaron que las dos partes en conflicto en Siria deben poner fin a la violencia y hay que evitar la injerencia en asuntos internos.
Esta es la segunda vez en cuatro meses que esos dos países vetan una resolución de condena del Consejo al régimen del presidente sirio y, a diferencia de la intervención que tuvieron las potencias occidentales el año pasado en Libia para derrocar al presidente Muamar El Gadafi, Estados Unidos se ha mostrado contrario a una intervención militar en Siria.
Durante una entrevista difundida hoy por la cadena NBC, el presidente estadunidense, Barack Obama, consideró que todavía es posible una solución negociada al conflicto, al tiempo que defendió la actitud de su gobierno frente a la crisis en Siria, al señalar que Washington ha reclamado sin descanso el fin del régimen de Al-Assad.
"Es importante resolver (la crisis) sin recurrir a una intervención militar exterior y pienso que es posible. Me parece que cada vez más gente en Siria reconoce que es hora de pasar la página y de que el régimen de Asad siente que el cerco se está cerrando. La cuestión no es de 'si', sino de 'cuándo'" caerá el gobierno sirio, manifestó a NBC el mandatario estadunidense.
Las declaraciones de Obama contrastaron con las vertidas por Hillary Clinton durante una visita a Sofía, Bulgaria, donde afirmó que la comunidad internacional tiene la tarea de detener el actual “baño de sangre” en Libia y promover una transición política con la renuncia de Al-Assad.
“Lo que ocurrió en las Naciones Unidas (el veto de Rusia y China) fue una parodia. Enfrentados con un Consejo de Seguridad castrado, tenemos que redoblar esfuerzos fuera de las Naciones Unidas con aquellos aliados y socios que apoyan el derecho del pueblo sirio a tener un futuro mejor”, expresó Clinton en rueda de prensa, después de reunirse con altos funcionarios búlgaros.
Incluso, el domingo pasado la funcionaria hizo un llamado a los “amigos de una Siria democrática” para que se unan y se manifiesten contra el régimen del presidente Bashar Al-Assad, anticipando la formación de un grupo de naciones para coordinar apoyo a la oposición siria.
Añadió que el grupo “amigos de Siria” podría ser similar al Grupo de Contacto sobre Libia, que supervisó la ayuda internacional a los opositores del depuesto y fallecido Muamar El Gadafi.
Dicha operación no contempla operaciones militares como sí sucedió en Libia, con la intervención de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), que oficialmente tenía la encomienda de proteger a los civiles libios de los ataques militares del régimen.
Luego del fallido intento por condenar la represión en Siria desde el Consejo de Seguridad de la ONU, funcionarios estadunidenses trabajan en el endurecimiento de sanciones contra el gobierno sirio, reuniendo a grupos opositores dentro y fuera del país, y proporcionando ayuda humanitaria para los asediados por el conflicto.
Durante una rueda de prensa conjunta con la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, anunció que este mismo día hablará con el presidente ruso Dimitri Medvedev sobre la "escandalosa" decisión de Moscú de vetar la resolución árabe y occidental en el Consejo de Seguridad de la ONU.
"Francia y Alemania no abandonarán al pueblo sirio. Lo que ha sucedido es escandaloso. No aceptaremos que la comunidad internacional se quede parada", advirtió Sarkozy.