MÉXICO, D.F. (apro).- El exprimer ministro italiano, Silvio Berlusconi, fue condenado a siete años de cárcel e inhabilitación perpetua por los delitos de inducción a la prostitución de menores y abuso de poder en el llamado caso Ruby. Sin embargo, el polémico exfuncionario no pisará la cárcel hasta que la resolución sea confirmada en una apelación. El derecho italiana concede al acusado la posibilidad de apelar el fallo judicial en dos instancias. Berlusconi, de 76 años de edad, fue acusado de haber pagado en 10 ocasiones a "Ruby" –el apodo de una marroquí, quienes al momento de los hechos era menor de edad– a cambio de servicios sexuales, así como de haber presionado a la Policía para que liberara a la joven tras su detención por hurto, en mayo de 2010. En su acusación, la fiscal Ilda Bocassini, apodada La Rossa, denunció "el sistema de prostitución montado para satisfacer sexualmente a Silvio Berlusconi". Los medios italianos dan por hecho que el exprimer ministro prepara una ofensiva televisiva para intentar demostrar su inocencia, a la vez que mete presión al Ejecutivo, pues está convencido de que detrás de sus procesos está la intención de dejarlo fuera de la vida política. Antes de esta última sentencia por el caso “Ruby”, Berlusconi fue condenado a cuatro años de cárcel y a cinco de inhabilitación para ejercer cargos públicos, en primera y segunda instancia, respectivamente, por un delito de fraude fiscal en el "caso Mediaset". Si el Tribunal Supremo confirma la sentencia, el expremier no tendrá más remedio que abandonar la política. El juicio contra Berlusconi duró 27 meses.