La historia recordará y juzgará el enorme impacto de Fidel en el mundo: Obama

sábado, 26 de noviembre de 2016 · 10:49
WASHINGTON (proceso.com.mx).– En reacción al fallecimiento de Fidel Castro, el presidente de Estados Unidos Barack Obama, llamó a los cubanos y a los estadunidenses a recordar al líder revolucionario, pero sin perder de vista los objetivos de las naciones a futuro. “Ofrecemos nuestras condolencias a la familia de Fidel Castro, y nuestros pensamientos y rezos están con el pueblo de Cuba. En los días que vienen, recordemos el pasado, pero también mirando hacia el futuro. Como lo saben, el pueblo de Cuba tiene en Estados Unidos a un amigo y un aliado”, enfatizó el presidente Obama en una declaración por escrito que divulgó la Casa Blanca. Obama, quien en 2014 iniciara el proceso de reconciliación con el gobierno de Cuba y quien por medio de una Orden Ejecutiva restableció este año las relaciones diplomáticas con la nación caribena, reconoció que Fidel Castro fue un hombre importante para el mundo. “La historia recordará y juzgará el enorme impacto que tuvo esta singular figura en la gente, el mundo y su entorno”, señaló Obama. Fidel Castro, quien gobernó Cuba a durante el mandato de 11 presidentes de Estados Unidos, fue objeto de múltiples acciones unilaterales de Washington, cuyas consecuencias pagó el pueblo cubano y la economía de su país. Ante la presidencia de Fidel Castro y su acercamiento a la entonces Unión Soviética y luego de la expropiación de bienes e intereses económicos estadunidenses en Cuba, en 1962 el expresidente John F. Kennedy, en colaboración con el Capitolio, impusieron el embargo económico a la isla que hasta la fecha sigue vigente. “Conocemos los sentimientos que implica este momento para los cubanos, en Cuba y en Estados Unidos, esas emociones poderosas son un recordatorio de las incontables maneras en las cuales Fidel Castro alteró la vida de personas, familias y de la nación cubana”, matizó el presidente Obama. El deterioro en la salud de Fidel Castro lo obligó a dejar la presidencia de Cuba en 2006, y fue reemplazado por su hermano Raúl en el mando y control de la isla. Más pragmático que ideológico, Raúl Castro comenzó un proceso de mayor apertura a la posibilidad de diálogo político, económico, y social con los Estados Unidos. Desde que llegó a la presidencia en 2008, Obama aprovechó el cambio de mando en Cuba y por medio de negociaciones secretas, con el Vaticano como intermediario, en diciembre de 2014 anunció el principio del fin de la Guerra Fría con el pueblo cubano. “Durante casi seis décadas, la relación entre Estados Unidos y Cuba estuvo marcada por la discordia y profundos desacuerdos políticos. A lo largo de mi presidencia trabajamos fuerte para dejar atrás al pasado, buscando un futuro en el cual la relación entre nuestras naciones se definiría no por las diferencias, sino por las muchas cosas que compartimos como vecinos, amigos, por los lazos familiares, culturales, el comercio y humanos”, destacó el presidente Obama en su declaración por escrito. Pese al restablecimiento de las relaciones diplomáticas, que se consumó con la reapertura de las embajadas de Estados Unidos en La Habana, y de Cuba en Washington en 2015, además del histórico viaje de Obama a la isla en marzo de este año, en el Congreso federal estadunidense no hay indicios de que por medio de una legislación se pueda levantar el embargo unilateral impuesto a la economía cubana.

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