Se hizo el muerto para que el multihomicida de Orlando no le diera el tiro de gracia
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La fatídica madrugada del pasado domingo 12, Angel Colon se encontraba con amigos en el club nocturno "Pulse", donde 49 personas murieron a manos de Omar Mateen. Él también recibió disparos, pero se hizo el muerto para que el multihomicida no le diera el tiro de gracia.
“Podía verlo disparándoles a todos, inclusive a los que ya estaban muertos”, relató el sobreviviente, quien resultó con lesiones de bala en la pierna, una mano y la cadera.
Mientras se encontraba en el suelo vio al atacante apuntando en dirección a su cabeza. En ese momento pensó: “Soy el siguiente, me va a matar”. Pero la bala iba dirigida a una mujer que estaba justo a su lado y fue una de las 49 víctimas mortales.
Según Colon, Mateen permaneció calmado mientras disparaba a las víctimas, una detrás de la otra, en diferentes áreas de la discoteca.
“Esta persona tuvo que haber sido despiadada, sin corazón. No sé cómo pudo hacer algo así”, subrayó.
Ayer se dio a conocer que tiempo antes de que cometiera el ataque, Mateen visitó varias veces el club nocturno de la comunidad LGTB, y un hombre lo reconoció en una aplicación utilizada para conseguir citas y conexiones para homosexuales.
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) investiga informes de esas visitas del atacante, quien incluso fue visto en el lugar una hora antes de perpetrar la masacre.
El diario Orlando Sentinel citó la víspera a cuatro personas asiduas a "Pulse" que dijeron que habían visto a Mateen allí antes.
"A veces se sentaba en una esquina y tomaba solo y otras veces se emborrachaba tanto que era violento", dijo Ty Smith.
"No hablábamos mucho con él, pero me acuerdo que decía cosas de su padre y nos contó que tenía una mujer y un hijo", añadió.
Otro testigo, Kevin West, señaló a Los Angeles Times que Mateen le enviaba mensajes a través de una aplicación de citas gay. Nunca se vieron, pero West reconoció al atacante cuando ingresó en la disco.