Embestida conservadora contra la BBC
Hay, en efecto, una crisis económica que afecta a la British Broadcasting Corporation (BBC), la mayor cadena pública británica de radio, televisión e internet. Sus ingresos han caído y la empresa ha aplicado recortes salariales y de personal. Eso es indudable. Sin embargo, esto le dio pie al gobierno conservador de David Cameron para intervenir en una institución que es mundialmente célebre por su calidad, independencia e imparcialidad. Y eso es lo que ahora está en riesgo.
LONDRES (Proceso).- La British Broadcasting Corporation (BBC) de Londres, la mayor cadena pública británica de radio, televisión e internet del mundo, con una plantilla de 20 mil 951 empleados e ingresos que superan los 7 mil millones de dólares anuales, está en riesgo: será sometida a una serie de reformas por parte del actual gobierno conservador británico, que amenazan con poner fin a sus históricas independencia e imparcialidad.
El pasado jueves 12 la administración del primer ministro británico, David Cameron, anunció que pondrá en marcha la reestructuración de la corporación de noticias fundada en 1922.
Con los cambios propuestos en la Cámara de los Comunes, el gobierno tratará de reestructurar la Carta Orgánica de la BBC, que durante 93 años garantizó la independencia e imparcialidad de la entidad pública frente a constantes controles de tipo político o comercial. También obligará a la cadena a publicar periódicamente los salarios más elevados de sus estrellas y celebridades.
El nuevo proyecto legislativo permitirá que la BBC contrate de forma externa la producción para muchos de sus programas más populares, a excepción de los de noticias, y, por ende, podría perder gran parte de su personal experimentado, que durante años estuvo detrás del éxito de la cadena.
Las autoridades buscarán abolir también el BBC Trust, que hasta ahora gobernaba a la corporación pública de noticias, y en su lugar se creará un comité directivo de entre 12 y 14 integrantes, controlado por el ente regulador externo de los medios, Ofcom.
Ofcom, diseñado para promover las comunicaciones comerciales, quedará a cargo de la relación entre la BBC y el mercado. Así, es probable que la BBC quede mucho más expuesta a las presiones del sector comercial para influir en los contenidos de la cadena pública.
Algunos de los 12 o 14 integrantes del nuevo comité directivo de la corporación serán nombrados directamente por el gobierno, aunque más de la mitad serán contratados por la BBC.
“El Ofcom contará con poderes para investigar cualquier aspecto de los servicios de la BBC, y funcionará como un regulador sólido junto a una BBC sólida”, destaca la propuesta.
La reforma permitirá además que la Oficina Nacional de Auditoría se convierta en el auditor principal de la BBC.
El gobierno también anunció que el impuesto a la televisión (TV licence), que hasta ahora servía para financiar los gastos de la BBC, permanecerá por al menos otros 11 años, y agregó que los televidentes deberán pagar por el uso de los servicios de descargas digitales BBC iPlayer, los cuales eran gratuitos hasta ahora.
El impuesto a la televisión permanece en 145.5 libras (210 dólares) anuales desde 2010, aunque esta cifra aumentará junto con la inflación.
De acuerdo con los nuevos planes, el gobierno se comprometió a proteger los próximos cinco años el Servicio Mundial de la BBC, a cargo de BBC Mundo, su brazo de noticias en español, además de dar 289 millones de libras (418 millones de dólares) extras para su financiación.
Salarios estelares
De acuerdo con las reformas propuestas por el gobierno, la entidad deberá dar a conocer públicamente los salarios de las estrellas y celebridades que ganen más de 450 mil libras esterlinas (650 mil dólares) al año, incluyendo a conocidos presentadores, actores y locutores.
La prensa británica indicó que entre las estrellas cuyos salarios deberán conocerse públicamente están el presentador del ciclo Top Gear, Chris Evans; el presentador del programa futbolístico Match of the Day y exjugador inglés Gary Lineker; y el cómico Graham Norton, cuyos salarios eran hasta ahora secretos.
Esa medida fue tomada debido a que, pese a la crisis económica que vive Gran Bretaña y los recortes de gastos que aplicó la BBC, en el periodo fiscal 2014-2015 nueve estrellas de la cadena pública ganaban más de 500 mil libras (724 mil dólares) al año, y 34 percibían entre 250 mil y 500 mil (362 mil a 724 mil dólares), cifras exorbitantes para una entidad pública.
La nueva Carta Orgánica de la BBC tendrá como eje central “la diversidad” de los contenidos de la corporación, “reflejando las nuevas audiencias” del Reino Unido, el creciente multiculturalismo, las cuestiones de género, raza y mezclas religiosas. Por ejemplo, se buscará aumentar el número de presentadores, comediantes y actores negros o de origen étnico.
También reafirma que los programas de la corporación deben ser “singulares, de alta calidad e imparciales”, aunque no “populistas”, ya que la popularidad de un ciclo “no debería ser la medida principal de su éxito”.
Pondrá más énfasis en los servicios que la BBC ofrece por internet, como también modernizará los contenidos para la televisión y radio.
El anuncio fue hecho por el ministro británico de Cultura, John Whittingdale, en una ponencia especial en la Cámara de los Comunes. “La nueva Carta Orgánica busca que los servicios de la BBC evolucionen en la próxima década y continúen cubriendo las necesidades de sus audiencias”, destacó el funcionario.
El proyecto legislativo será debatido por los parlamentarios en el otoño, antes de que la nueva Carta Orgánica sea aprobada y firmada para los próximos 11 años.
Por su parte, el lord liberal democrático Anthony Lester amenazó al gobierno con presentar una moción especial en la Cámara de los Lores, desafiando lo que considera una “amenaza” a las libertades de la BBC.
“Es muy peligroso permitir que los ministros tomen decisiones sobre la Carta Orgánica de la BBC. También es negativo que los ministros puedan nombrar a integrantes del comité directivo de la entidad, con responsabilidad para los contenidos de la cadena”, agregó.
En ese sentido, la baronesa Tessa Jowell, exministra laborista de Cultura, dijo que la Carta Orgánica “debe ser protegida de injerencias políticas”.
Jowell consideró además que el impuesto a la televisión “debe continuar para garantizarse el futuro financiero de la BBC”.
Al respecto, la laborista Maria Eagle, ministra de Cultura en la sombra, afirmó que el nuevo comité directivo de la corporación no garantizará la independencia de la entidad. “Al menos la mitad de los integrantes del comité directivo de la BBC serán designados por el gobierno. Este directorio tendrá influencia sobre los contenidos de los programas, y sobre las decisiones editoriales. No queda duda, tanto dentro como fuera del Parlamento, de que el gobierno busca influenciar a la BBC”, señaló.
Fin a la independencia
Por su parte, el director general de la BBC, Tony Hall, expresó “serias preocupaciones” acerca de que el gobierno terminará con demasiado control sobre la cadena, principalmente debido a que podrá designar al menos a seis integrantes del comité directivo.
“Se trata de la mayor reforma en los 93 años de historia de la BBC”, subrayó Hall, quien admitió tener “serias diferencias” con el gobierno acerca de la implementación de dichos planes.
“Seguiremos defendiendo nuestros intereses. Es vital para el futuro de la BBC que su independencia sea preservada en su totalidad”, agregó.
La BBC es el servicio público de radio, televisión e internet del Reino Unido, con sede central en la Broadcasting House, en Londres. Fue fundada el 18 de octubre de 1922 gracias a un decreto real (royal charter), y 10 años más tarde empezó a emitir señales de televisión de forma experimental.
Hacia 1934 inició la difusión regular de televisión desde su sede en Langham Place, frente a la iglesia de All Souls.
Desde la última década, la corporación de noticias ha registrado una merma de financiamiento público y vio una reducción de su presupuesto en más de 20%, a raíz de la congelación del impuesto a la televisión en octubre de 2010 y de fuertes presiones del sector comercial.
En febrero de 2014, el director general de la BBC anunció que la empresa necesita ahorrar al menos 100 millones de libras (145 millones de dólares) para poder mantener los mismos niveles de calidad de programación, que permiten la creación de ciclos populares como Doctor Who, Eastenders, Sherlock Holmes y sus premiados documentales de la naturaleza, presentados por el naturalista inglés David Attenborough.
Un mes más tarde, la entidad confirmó planes para que la BBC Three, un canal de orientación juvenil, se convierta en un canal sólo para internet, y de esa forma se ahorrarán 30 millones de libras.
Desde el 1 de abril de 2014, el impuesto a la televisión también financia el Servicio Mundial de la BBC, creado en 1932, y que ofrece transmisiones de televisión, radio e internet en árabe, persa y otros 28 idiomas.
Los problemas parecen acumularse para la BBC, especialmente tras el escándalo por el caso de Jimmy Savile, un brutal depredador sexual que ejerció desde los sesenta como su presentador estrella y cuyos abusos sexuales, violaciones y actos impúdicos fueron tapados desde la propia corporación.
La cadena ha sido criticada en los últimos años por los altos sueldos de sus ejecutivos, y sobre todo, las indemnizaciones millonarias, a veces por pocas semanas de trabajo.
Para el resto de los trabajadores de la BBC, los sueldos han caído hasta 30% desde 2013.
Además, el año pasado la empresa anunció el despido de unos mil empleados, porque el cambio de hábitos a la hora de mirar la televisión ha provocado una caída de sus ingresos.
Según Hall, la BBC terminará siendo “más pequeña y más simple”.
“Ya recortamos significativamente los costos de gestionar la BBC, pero en tiempos de decisiones difíciles tenemos que concentrarnos en lo que cuenta de verdad: dar programas excepcionales y contenidos para todas las audiencias”, concluyó.