CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Cambridge Analytica, la consultora que utilizó de manera indebida los datos de 87 millones usuarios de Facebook desde 2014, se acogió a la protección por bancarrota en Estados Unidos. La petición fue enviada a la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York y firmada en nombre de la junta de Cambridge Analytica por Rebekah y Jennifer Mercer, las hijas del multimillonario Robert Mercer. La familia Mercer fue una de las principales donantes de Donald Trump durante su campaña presidencial, de acuerdo con un despacho informativo de la agencia Reuters. Cambridge Analytica LLC declaró activos en el rango de entre 100 mil 001 y 500 mil dólares y deudas de entre 1 y 10 millones de dólares. La consultora con sede en Londres fue fundada en 2013 y se centraba inicialmente en las elecciones de Estados Unidos, respaldada con 15 millones de dólares de Mercer y con un nombre elegido por el exconsejero de Trump en la Casa Blanca, Steve Bannon, según una información del diario The New York Times. Por su lado, Facebook –dirigida por Mark Zuckerberg-- ha enfrentado varias investigaciones en Estados Unidos y Europa sobre el control de los datos personales de los usuarios, lo que ha afectado a sus acciones. Zuckerberg compareció ante comisiones del Congreso estadunidense para testificar sobre la privacidad de datos. El pasado lunes 14, Facebook dijo que había suspendido alrededor de 200 aplicaciones en la primera fase de la revisión de programas con acceso a amplia información de datos de usuarios. El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, dio a conocer que Mark Zuckerberg comparecerá ante miembros de esa instancia para responder preguntas sobre el uso indebido de los datos de los usuarios por parte de una consultoría política. "El fundador y presidente ejecutivo de Facebook ha aceptado nuestra invitación y estará en Bruselas tan pronto como sea posible, con suerte la próxima semana", precisó en un comunicado difundido el miércoles 16. Añadió: "Celebro la decisión de Mark Zuckerberg de comparecer en persona ante los representantes de 500 millones de europeos. Es un paso en la dirección correcta para restablecer la confianza".