ROMA (apro).- El cardenal Carlos Aguiar Retes confirmó este miércoles haber hablado con el Papa Francisco sobre la violencia que sigue golpeando a México, al responder a una pregunta sobre los recientes hechos violentos en Sinaloa. “En dos ocasiones he tenido la oportunidad de conversar con el Santo Padre (…) El Papa nos pide mucho estar muy cerca de estas situaciones y favorecer en la Iglesia la reconciliación y la paz”, afirmó el arzobispo primado de México, quien está en la capital italiana tras ser elegido directamente por Francisco para participar en el sínodo sobre la Amazonia. En su opinión, la violencia en Sinaloa “es consecuencia de un proceso que no se puede parar de una sola vez. Las causas son muy profundas”. Por esto, para evitar incidentes, el gobierno debe tener informaciones puntuales, subrayó en un encuentro con medios, entre ellos Apro. “El gobierno tiene que tener análisis de inteligencia muy precisos para que no pasen estas confusiones a la hora que capturan a los delincuentes”, dijo, en referencia implícita al fracasado operativo para aprehender a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, que la semana pasada desató un violento enfrentamiento entre criminales y militares en Culiacán. “El Papa está preocupado en general, no solamente por México”, matizó Aguiar Retes, al precisar que en la segunda conversación con el pontífice argentino habló con él de las tres nuevas diócesis, con territorio desmembrado de la arquidiócesis primada de México, que El Vaticano ha autorizado crear. Ovejas negras En un encuentro de unos 40 minutos, el arzobispo también respondió a preguntas sobre el sínodo de la Amazonia, explayándose en particular sobre los retos y las amenazas que conlleva la crisis climática que afecta a esta región de Latinoamérica y a todo planeta, uno de los temas sobre los que el Papa más insiste últimamente. A este respecto, Aguiar consideró que los negacionistas del cambio climático son como las “ovejas negras que dicen que hay en todas las mejores familias”, pues siguen negando las evidencias de la ciencia. “Es una lástima, una pena. Siempre lo hay (…) Y en la comunidad internacional también lo hay. Gente que no cree, no cree por ignorancia, no ve los elementos que los científicos van explicando”, afirmó. “¿Qué hacemos con estos contrarios? Pues nosotros tenemos que trabajar por la conciencia y hacer ver que están equivocados”, puntualizó. “Lamentablemente hay extremos. Siempre vamos a vivir en la vida con extremos, pero no son los que tienen que prevalecer”, dijo, cuando se le preguntó sobre un reciente robo de estatuas indígenas en Roma que ha sido vinculado a sectores de católicos ultraconservadores, opositores de Francisco y escépticos de la crisis climática. La lucha verde, en el centro En cualquier caso, confirmó que la Iglesia quiere ser, cada día más, un actor protagonista en la lucha ecologista, para que se avance hacia modelos de conversión ecológica. Hoy día, afirmó, la minería ilegal, la desertificación y la contaminación son graves amenazas para la Amazonia, una tierra cuyos problemas son “locales y globales”. “Estamos en un punto de alerta máxima. (…) En los océanos están muriendo las especies que viven en las profundidades porque los mares están inundados de plástico”, dijo, con un discurso marcadamente ecologista y de tonos similares al que pronunció el viernes 11 en una rueda de prensa en El Vaticano. De ahí que estos temas también serán asunto de debate en sus próximas reuniones con los obispos mexicanos, adelantó. Por el contrario, negó haber recibido presiones externas, en el marco de este sínodo, como algunos obispos brasileños, que denunciaron haber sido objeto de hostigamiento por parte del gobierno de Jair Bolsonaro. “Totalmente al revés. Tengo muy buena relación con varios empresarios y, cuando han sabido del tema, han preguntado qué más podían hacer ellos”, aseguró. “Creo que en México hay muy buena disposición para hacer eco a la ecología integral. No tuve ninguna presión en contra, de ningún sector”, añadió. En cuanto al clima en el sínodo rechazó puntualizar si algunas de las propuestas que más crispación han provocado, como la posible ordenación de hombres casados en la Amazonia y la creación de diaconatos para las mujeres, serán aceptadas en el documento final, cuya votación está prevista para este sábado 26. Lo que sí, dijo, hubo “mucho consenso” para la creación de una nueva instancia jurídica que permita la colaboración y el apoyo mutuo entre los obispos de los nueves países, cuyos territorios son parte de la Amazonia.