MADRID (EUROPA PRESS).- El sospechoso de llevar dentro de su vehículo un paquete de explosivos se entregó este jueves a la Policía del Capitolio, después de permanecer varias horas estacionado cerca la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.

El detenido, de 49 años, responde al nombre de Floyd Ray Roseberry. Se entregó sin oponer resistencia y fue puesto bajo custodia, informó la Policía del Capitolio en su cuenta de Twitter.

"Se rindió y no se resistió. Nuestro personal pudo detenerlo sin incidentes", precisó en rueda de prensa el jefe de la Policía del Capitolio, Thomas Manger.

Horas antes las autoridades habían acordonado la zona, después de que Roseberry hizo saber a la Policía, con mensajes escritos en una pizarra, que poseía un paquete de explosivos en la camioneta en la que se encontraba y que había estacionado frente a la Biblioteca del Congreso.

A lo largo de toda la mañana, Roseberry subió videos a sus redes sociales sobre lo que estaba ocurriendo, así como del camino que realizó hasta llegar a los alrededores del Capitolio.

En uno de los videos protestaba por la escasa atención médica que su seguro le ofrece a él y a su esposa, enferma de cáncer, y aprovechó la coyuntura para sacar a relucir su racismo, asegurando sin prueba alguna que los inmigrantes en situación irregular eran quienes recibían más y mejores cuidados.

Además de eso, también exigió la dimisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y un ataque aéreo sobre Afganistán, detalló la cadena NBC.

Ante sus reiteradas advertencias sobre la presencia de un explosivo, las autoridades continúan investigando. Manger informó de la posibilidad de que en la parte trasera de la camioneta hubiera un tanque de propano.

El incidente obligó a desalojar múltiples edificios de la zona, entre ellos dos de los que componen la Biblioteca del Congreso, el Jefferson y el Madison, además del edificio de oficinas del Congreso Cannon House.

El Tribunal Supremo también fue evacuado, siguiendo la recomendación de la Policía del Capitolio. En cuanto al Senado y la Cámara de Representantes, la mayoría de los legisladores no se encuentran en sus oficinas, porque ninguna de las cámaras tiene sesiones programadas.